Capítulo 33

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Harry entró en la siguiente reunión de herederos con inquietud, sabiendo que tendrían tres miembros más. El grupo más numeroso de Slytherins ya estaba allí cuando él llegó, Parkinson y Bulstrode con los brazos cruzados sobre el pecho y expresiones recelosas en sus rostros mientras observaban al resto de la sala. Draco tenía las manos en los bolsillos y se balanceaba en su silla, como un pura sangre sin esfuerzo. Eso hizo que Harry sonriera. -Perdona, Malfoy, ¿tienes otro sitio donde estar? Pareces un poco aburrido-.

Draco le sonrió. -De hecho, prometí que ayudaría a un idiota de Gryffindor con una redacción de Pociones. Pero llegó tarde-. Su mirada se volvió puntiaguda, y Harry rodeó la mesa para reclamar la silla vacía a su lado.

-Intenta alejarte de la maldita Hermione Granger cuando esté en uno de sus estados de ánimo-, replicó Harry, dándole un codazo a Draco de modo que sólo un rápido hechizo hizo que su silla volviera a su sitio en lugar de mandarlo a volar hacia atrás. -No deberías sentarte así, ¿sabes? Te abrirás la cabeza-. Apoyó su rodilla en la de Draco por debajo de la mesa en una muestra de apoyo silencioso, sabiendo que el rubio estaba mucho más nervioso de lo que dejaba entrever.

-Agradezco tu preocupación-, respondió Draco con ironía. -Ahora, ¿te importaría explicar a las chicas por qué insististe en que Blaise nos arrastrara hasta aquí?-.

Harry levantó la vista, viendo que los rostros alrededor de la habitación se habían vuelto todos de diferentes tonos de desconcierto. Neville era el único que parecía divertido, sentado entre Parvati y Sullivan. -Claro, sí-. Harry se puso de pie, volviéndose hacia las dos chicas de Slytherin, y se inclinó con las palmas abiertas. -Buenas noches, heredera Parkinson, heredera Bulstrode-, saludó. -Permitanme que les presente a... sinceramente, la mayoría de los herederos nombrados de los actuales titulares del Wizengamot. Sólo nos falta un puñado-.

-¿Vas a ocupar el puesto de Potter?- soltó Bulstrode, cuyos modales de sangre pura desaparecieron ante semejante sorpresa. -Creíamos que no querías saber nada de eso-.

-No sabía que existía hasta el verano anterior a tercer año-, le dijo Harry. -Criado por muggles, mantenido en la ignorancia por Dumbledore-.

-Harry, ten cuidado con lo que les cuentas-, advirtió Susan. Harry la despidió con un gesto, volviendo a sentarse.

-Draco confía en ellos-, le recordó. -Eso es suficiente para mí. Además, si tenemos alguna esperanza de convencerlos de que confíen en nosotros, tienen que saber que no estamos aliados con él-.

-Duras palabras del chico de oro de Gryffindor-, se burló Parkinson, inclinándose hacia delante en su silla de forma que dejaba ver su escote donde tenía la camisa desabrochada por varios botones. Harry no miró ni un segundo.

-Hacía tiempo que no estaba tan dorado-, contestó uniformemente. -Nadie en esta sala sirve a Albus Dumbledore. Y sé que tú tampoco quieres servir a Voldemort-. Parkinson se estremeció.

-El Señor Oscuro está muerto-.

-¿Lo está?- Harry se encontró con sus ojos con una mirada cómplice. Parkinson vaciló. -Sabes tan bien como el resto de nosotros que es sólo cuestión de tiempo. Draco me ha dicho que ninguna de ustedes quiere seguir a sus padres. Aquí nadie las obligará. Cassius está aquí por la misma razón. Pero tampoco vamos a decirles que vayan a pedirle ayuda a Dumbledore-.

-Entonces, ¿cuáles son nuestras opciones?- Bulstrode interrumpió bruscamente. -¿Tú?-.

-Si quieres-, aceptó Harry. -Por varias razones, no voy a poder quedarme sentado en esta guerra. Pero aunque pudiera, no creo que quisiera hacerlo. Ninguno de los dos bandos tiene un manifiesto político especialmente fantástico, y en esta sala pensamos ofrecer... llamémoslo un tercer bando-. No había sido tan audaz al afirmarlo antes, pero los demás debían saber que era hacia donde se dirigía. -Somos el futuro del gobierno, siempre y cuando logremos sacar las garras de Dumbledore del Wizengamot y la locura de Voldemort de la sociedad por completo. Si quieres unirte a nosotros, agradeceremos con gusto los números extra. Si quieres dar la vuelta y mantener la boca cerrada y esperar a que Voldemort vuelva, está bien. La oferta de ayuda se mantiene independientemente de lo que hagas a partir de ahora; si tú y los que te importan necesitan alguna vez un lugar para evitar cualquiera de los bandos de la guerra, tienes mi palabra de que la Noble y Ancestral Casa Potter estará dispuesta a ayudar-.

LILY'S BOY Where stories live. Discover now