Capítulo 58

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Harry y Neville estaban en la biblioteca una fría tarde de diciembre, trabajando en sus deberes de Transfiguración y discutiendo en voz baja sobre las próximas vacaciones de Navidad.

-No tengo ni idea de si me voy a quedar o no, la verdad-, murmuró Harry. -Quiero decir, obviamente quiero pasarlas con Sirius. Pero no he escuchado nada de nadie al respecto-. Ginny había mencionado que le habían dicho a Ron que invitara a Harry a la Madriguera, pero incluso la idea de tenerla a ella y a los hermanos Weasley, más tolerables, no era suficiente para que Harry quisiera pasar la Navidad con Ron.

-Sólo tienes que subir al tren cuando nos vayamos todos-, le dijo Neville, encogiéndose de hombros. -Ya sabes dónde está. ¿Qué pueden hacer, enviarte de vuelta?-.

Harry no señaló que era totalmente probable que alguien le obligara a volver a Hogwarts si se había considerado más seguro que permaneciera en el castillo, pero no se lo dijo a Neville.

Alcanzó a pasar la página del libro de texto que estaba consultando, y una sombra captó el rabillo de su mirada; levantó la vista, tensándose inmediatamente.

Theodore Nott estaba de pie al final del pasillo, observándolos a ambos.

Harry le dio un codazo a Neville, asintiendo en dirección al Slytherin. Luego dejó de lado su sala de privacidad, volviendo a mirar al chico como si lo desafiara a hacer un movimiento.

Realmente no había hablado mucho con Nott, a pesar de haber estado en varias clases con él. Era uno de los alumnos que Draco había descartado de inmediato como engendro de mortífagos, en demasía gracias a su padre. El vello de la nuca de Harry se erizó, con la varita en la mano bajo la mesa. Pince lo asesinaría si iniciaba un duelo en la biblioteca, pero no iba a arriesgarse a quedar indefenso.

-¿Podemos ayudarte?-, preguntó con calma. La respuesta de Nott fue una risa tranquila, casi incrédula.

-Joder, eso espero-.

Esa no era la respuesta que Harry había esperado. Parpadeó, pero permitió que el chico se acercara. Nott puso su varita sobre la mesa, en clara señal de tregua. -Necesito tu ayuda, Potter-, dijo, con la mirada oscura tan recelosa como la de un gato callejero. -Yo... mi padre quiere que me marquen. Este verano-.

-...¿Y eso no es algo que quieras?-.

El rostro de Nott se tornó incrédulo. -Por supuesto que no. He visto cómo trata ese lunático a sus seguidores-. Luego se volvió dubitativo. -Y... está equivocado. El Señor Oscuro. Va a hacer que nos maten a todos-.

Eso fue una sorpresa. Neville parecía igualmente sorprendido, su pluma goteaba lentamente tinta sobre su redacción a medio escribir.

-¿Así que no quieres la Marca porque no te gusta inclinarte?- preguntó Harry bruscamente. -¿O porque no crees en torturar y matar a los muggles?-.

-Ambas cosas-, dijo Nott con una mueca de disgusto. -La sangre mágica no debería derramarse-.

-¿Y los muggles?-.

Nott se estremeció bajo la intensa mirada de Harry, pareciendo que iba a salir corriendo. -Mira, Potter, estoy tratando aquí. He oído... he oído a Blaise hablando con otros Slytherins, en la sala común. Dijo que hay una forma de evitarlo sin tener que rebajarnos ante Dumbledore-. Su mirada se volvió cautelosa, esperanzada. -Dijo que podrías ofrecerle un santuario-.

Harry tendría que hablar con Blaise Zabini sobre lo que exactamente estaba prometiendo a la gente en nombre de Harry.

-Podría-, aceptó Harry lentamente.

-Di tu precio y lo pagaré-, fue la respuesta inmediata de Nott. -Dinero, contactos, conocimientos; lo que quieras. Si está en mi poder, es tuyo. Pero, por favor, sácame de la casa de mi padre para este verano. Él...-

LILY'S BOY Where stories live. Discover now