Capítulo cuarenta y nueve.

490 37 13
                                    

Lo vio salir de la cafetería y el corazón se le hizo añicos una vez más. Lo sintió acelerarse en su pecho con repentina velocidad. Eddie se veía incluso más pequeño mientras trataba de escapar de la cafetería.

Era muy consciente de las cosas que decían sobre la fiesta del fin de semana. Apenas era lunes y la mayoría de los adolescentes, por no decir todos, ya hablaban de lo que fue la fiesta más increíble de todas. Se hizo, claramente, la mención de la palabra "droga" muchas veces, junto a su nombre, Richie Tozier.

Richie Tozier se había drogado.

Richie Tozier fue el alma de la fiesta.

Richie Tozier comenzaba a hacerse popular en toda la escuela.

Richie Tozier, ¡lo vieron entrar a una de las habitaciones con una chica!

Rumores, rumores, rumores.

Rumores que eran verdad, o por lo menos la mayoría.

Rumores que le dolían de solo pensar en el daño que le causaría a Eddie. El daño que ya le había causado. Hace mucho le prometió que jamás probaría droga.

Y ahí estaba, Richie rompiendo una promesa de corazón, una promesa que nunca debería haber roto. ¿Pero no se estaban rompiendo muchas promesa acaso? Eddie rompió una de ellas primero. Eddie desconfió de él, todos sus amigos lo hicieron, pero fue Eddie el que más dolió. Aún dolía. Richie siguió manteniéndose indiferente, desviando su atención de la mesa de los perdedores y evadiendo la mirada de cada uno de ellos. Parece que la ausencia de Eddie en la mesa había provocado una conversación algo intensa entre ellos. Nunca había visto a Stanley con el ceño tan fruncido en su vida. Pero allí estaba también, Stanley fue el único que lo miró de regreso. Richie apartó la mirada justo cuando sintió que sacudían su brazo.

¿Rich? ¿todo está bien?

La castaña acariciaba su brazo y se apoyaba en él sin quitarle la mirada de encima. Richard se preguntaba si ella recordaba lo que había pasado en la fiesta, de todos modos no quería saberlo.

Sí linda, solo me distraje un segundo.

Ella siguió con la conversación, la que Richie ni siquiera estaba prestando atención. Había algo más jodiendo su mente.

- ¡Estuviste fenomenal en la fiesta, Richie! - Un coro en común estuvo de acuerdo con lo que Scott decía.- El próximo fin de semana habrá otra fiesta. Tengo más amigos que están encantados con la idea de compartir con nosotros algo más fuerte, ¿Lo entiendes?

Lo entendió, por supuesto. Otra vez estaba hablando de droga. Richie quiso negarse, pero se dio cuenta de que no pudo hacerlo, otra vez se encontraba confirmando su asistencia a la fiesta.

Media hora había pasado desde que todos estuvieron en la cafetería. Richie no había dejado de pensar en Eddie, por más que lo intentó, no pudo hacerlo. Caminaba por el pasillo principal del colegio junto a Allison, la chica castaña que lo había estado siguiendo todo este tiempo, ella iba aferrada a su brazo mientras hablaba de algo que Richie no tenía ni idea.

¿Siempre hablaba tanto?

Pero le sonreía con diversión y asentía ante cada cosa que decía. Y así fue hasta que ella comenzó a juguetear con el bolsillo de la chaqueta de mezclilla. El salón de clase estaba solo a unas cinco puertas más allá, una de estas puertas era el baño.

¿Sabes? Deberíamos saltarnos el horario de clase...

Reconoció ese tono coqueto. Sintió que su estómago se contraía con dolor, presentía a dónde quería llegar con esto. Richie soltó una carcajada y negó con la cabeza.

my medicine ; reddie (editando)Where stories live. Discover now