my medicine ; reddie (editando)

Capítulo ocho.

AVISO IMPORTANTE: hay un pequeño spoiler de IT chapter two al final del capítulo. 👀

—...¿Richie, a caso me estás escuchando?

—¿Eh?

El peligro sacudió su cabeza para salir del pequeño trance en que se había quedado, o más bien, desvió su mirada de un cabello castañito situado en los asientos del frente. Stan le miraba con reproche. 

—Estás muy callado, Richie. ¿Deberíamos preocuparnos?

A su izquierda, Ben le miraba con curiosidad, no era normal ver al bocazas del grupo tan callado.

—Eh, para nada, solo estaba pensando en lo salvaje que fue la señora K anoche.

Ben soltó una carcajada, observando al chico a quien Richie había estado mirando segundos antes.

—Si te escucha, te mata.

—Todos quieren matarte cuando abres la boca, Tozier.

Richie se llevó una mano a su pecho, fingiendo estar ofendido. Imitó a Ben y observó al niño de pequitas tratando de parecer disimulado.

Le estaba mirando.

Eddie abrió sus ojos como platos al ser pillado por el chico de gafas. Giró su torso y volvió su vista al frente, quedándose tenso en su asiento. Richie no lo dejó pasar, se había dado cuenta de que sus mejillas estaban bañadas en un rubor carmín, resaltando sus pequitas.

El suspiro que dio Richie fue lo suficiente para llamar la atención de sus amigos, quienes se miraron algo confundidos, ¿que demonios le pasaba ahora a Richie?

—Si... Sobre todo Eds.

Dos días. Habían pasado exactamente dos días desde ese sábado por la noche. Desde esa pijamada que había marcado algo diferente en su amistad.
Ni Richie había regresado a casa de Eddie después del beso ni Eddie fue a visitar a Richie. Así estaban, distantes, pero muriendo por intercambiar aunque sea dos palabras entre ellos. Aunque las palabras eran simplemente reemplazadas por las miradas y santo Dios, a Eddie le gustaba que Richie lo mirara mientras él solo fingía no darse cuenta. Pero esta vez fue Richie quien lo pilló.

—Chicos... A Eds le cuestan las matemáticas, ¿verdad?

Otra vez, Ben y Stan intercambiaron una mirada que daba mucho que pensar, Richie estaba comportándose tan extraño.

—¿Si? por eso siempre se sienta en el primer asiento, cabeza hueca.

—Bien. Genial.

Richie sonreía, ahora con una idea en mente que llevaría a cabo en cuanto saliera de la segunda clase del día, luego llegaba el almuerzo y por suerte esta vez, había traído un sándwich de más, ¡era el plan perfecto! nada podía salir mal esa tarde.

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Eddie estaba acomodando sus cuadernos en el casillero, en un brazo sostenía tres libros mientras que con su mano libre intentaba empujar los libros y una cangurera para hacer espacio. Bev estaba apoyada en el casillero de lado, mirándolo con diversión.

—¿Te ayudo, Ed?

—¡Oh, no Bev! puedo hacerlo, solo es... Esto...

La pelirroja escondió una pequeña risita, sabía lo organizado que Eddie podía ser con su casillero, era quien más se tomaba el tiempo de poner las cosas en su lugar luego de Stanley. Ella y Richie solían decir que los dos tenían una obsesión con "la limpieza" sabía que Richie lo hacía para molestar a Eddie, porque este siempre se defendía y los dos terminaban discutiendo de manera muy graciosa.