Capítulo veintidós.

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Richie apareció ese sábado en los Barrens luego de haberse desaparecido por dos días enteros. No estaba de buen humor como para salir de su casa; le dijo a sus amigos que estaba enfermo cuando llamaron para invitarle a la cantera el día anterior.

Le hubiera gustado mucho poder decir que todo salió bien pero aún le debía una charla a Maggie Tozier.

Tenía miedo, estaba tan asustado que no pudo dormir en esas dos noches, ¿que tan doloroso podía ser que su madre le rechazara por ser gay? Richie no sabía qué hacer, había llorado en los brazos de su madre ese día pero no hablaron del asunto, se supone que no tenía de qué preocuparse, ¡era su madre! No podía rechazar a Richie simplemente... ¿O si?

Luego, por otro lado, estaba la situación con Eddie. Había tratado de hablar con él por el teléfono el día anterior pero lo único que Eddie le dijo fue:

"Tengo que salir, mamá me está esperando, hablamos luego, Rich."

Eddie había estado asistiendo a las citas del psicólogo, Sonia insistió en que fuera todos los días y el castañito simplemente no podía decir que no, no si quería que todo saliera como se lo estaba planeando. También había estado llevando a una encantadora chica de cabello rizado a las reuniones con los perdedores, claro que ellos no se molestaron pero la situación les siguió pareciendo extraña, ¡era la primera vez que llevaban a alguien que no sea del grupo! En el segundo día descubrieron que la chica era tan bocazas como Richie, robando las risas de todos y eso lo hace enfuruñar.

El azabache no se lo tomó tan bien ese sábado por la tarde cuando llegó a los Barrens y todos estaban riéndose a carcajadas por los comentarios que esa chica hacía de la estatura de Eddie.

— ¡Es como un pequeño enano de jardín!

Todos volvieron a reír, incluso Eddie estaba riendo. Richie estaba más apartado a ellos. Kaspbrak había llegado hace como unos cinco minutos junto a esa chica y todos sus amigos se fueron en su dirección para festejarles las bromas que a Tozier le parecían absurdas.

¿A caso se cree más graciosa que yo?

Eddie ni siquiera lo saludó. Otro golpe bajo para el azabache.

— ¡Hey Eddie Espagueti! ¿quién es tu amiga?

Preguntó, rodeando los hombros de su amigo con un brazo al acercarse al grupo de nuevo, fingiendo estar divirtiéndose como la puta madre.

Te dije millones de veces que no me llames así.

La muchacha les miró divertida.

Soy Sandra, conocí a Eddie hace algunos días. Su encantadora madre me dijo que era una buena idea que saliéramos a jugar juntos.

¿Si quiera te lo pregunté a ti? Quiso responder el pelinegro.

Oh, así que conoces a su gorda madre.

Sandra soltó una carcajada. A Richie le pareció el sonido más molesto del mundo.

debes de ser Richie, el bocazas. Eddie me habló de ti.

La esperanza brilló dentro de los ojos de Tozier.

— ¿Te contó que su madre es mi amor imposible?

Eddie le golpeó las costillas con el codo. El rostro del más alto se iluminó cuando vio que se estaba riendo.

Deja ya esa mierda con la madre de Eddie, bocazas.

Stan Uris le miraba con el ceño fruncido, parecía haber estado divagando en sus pensamientos.

my medicine ; reddie (editando)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang