Capítulo 3: Así que eso fue todo

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Los cultivadores podrían usar el poder del cielo y la tierra para viajar mil millas en un instante. En menos de medio día, el grupo había llegado a un pequeño pueblo cerca de la Secta Shangqing. Esto fue con Wenren È reduciendo su velocidad para esperar a Yin Hanjiang; de lo contrario, podría haber llegado en quince minutos.

Las etapas de cultivo en este mundo se dividieron en nueve: Reunión de Qi, Refinación de Qi, Establecimiento de la Fundación, Formación del Núcleo, Alma Naciente, Transformación de la Deidad, Unidad Corporal, Límite del Vacío y Mahayana. Cada etapa tenía nueve niveles. Después de atravesar el noveno nivel de la etapa Mahayana, los cielos enviarían una tribulación, y si lo superabas, podrías ascender al reino inmortal. Se dice que los inmortales también se dividieron en Inmortal Errante, Inmortal Celestial, Inmortal Dorado, Gran Inmortal Dorado, Señor Inmortal y Emperador Inmortal. Después de atravesar la etapa del Emperador Inmortal, uno podría ascender al reino divino. El reino divino también se dividió en innumerables etapas, pero no importa cuánto cultivó un dios ascendido, no podían superar a los dioses primordiales, nacidos junto con el cosmos. Los dioses ascendidos, no importa cuán fuertes fueran, solo estaban tomando prestado el poder del cosmos. Para los dioses primordiales, el cosmos era su hogar, mientras que los dioses ascendidos solo se alojaban temporalmente. La diferencia entre ellos era enorme.

Wenren È, el Venerable Demonio, ya era reconocido como el más fuerte entre las sectas demoníacas, pero solo estaba en el sexto nivel de Mahayana. En la vida pasada de la protagonista femenina, ella había sido infinitamente más fuerte que cualquier otra persona que aparecía en el libro. Sin embargo, en realidad había renunciado a su esencia divina para estar con Hè Wenzhao. No podías culpar a Wenren È por pensar que tenía algunos problemas en la cabeza.

Incluso sospecharía que Hè Wenzhao había lanzado algún tipo de brujería en su alma para controlarla, pero las artes hechiceras del mundo del cultivo, sin importar cuán fuertes fueran, se romperían cuando se enfrentaran al verdadero poder divino de Baili Qingmiao. Serían como una gota de veneno en el océano, o una voluta de gas tóxico en un huracán. Frente al poder absoluto, toda la hechicería del mundo se convierte en nada.

Wenren È, sentado en el segundo piso de una casa de té, sorbió el té que Yin Hanjiang le había traído mientras reflexionaba.

"Los poderes de este subordinado son débiles y ha hecho perder el tiempo al Venerable". Yin Hanjiang no se sentó, sino que se paró a la espalda de Wenren È.

"No importa", Wenren È señaló el asiento junto a él. "Siéntate".

Yin Hanjiang se sentó obedientemente junto a Wenren È. Sin una orden del Venerable, no se sentaría, y si se le ordenara, no diría palabras vacías como "Este subordinado no se atreve". Si Wenren È lo ordenó, incluso si Yin Hanjiang no se atreviera, tenía que hacerlo.

"Actúa con naturalidad, relaja tu respiración. En este momento, solo somos dos guerreros de Wulin que conocen algunas artes marciales", dijo Wenren È, al ver la espalda rígida de Yin Hanjiang.

Si Wenren È habló una vez, Yin Hanjiang se movió una vez. Relajó su espalda recta como una baqueta, aunque sus músculos todavía estaban tensos.

Yin Hanjiang se encontraba muy pocas veces cara a cara con Wenren È. Apenas levantó la cabeza, sosteniendo su taza de té y observando el vapor que salía de ella sin beber.

Era casi como una marioneta, sin pensamientos propios. Si Wenren È mandaba, él actuaba.

Yin Hanjiang sólo estaba en la etapa de Unidad Corporal, pero en la Secta Xuanyuan estaba por encima de todas las personas excepto de una. El más débil de los Maestros del Altar, el Maestro del Altar Yuan, estaba en el noveno nivel de Unidad Corporal, y los otros tres estaban en la cima del Límite del Vacío. El Protector Derecho Shu Yanyan también estaba en el sexto nivel del Límite del Vacío. De los seis de la Secta Xuanyuan que servían directamente bajo Wenren È, Yin Hanjiang era el más débil.

El Venerable Demonio también quiere saberWhere stories live. Discover now