Capítulo 63: Comunión de Almas

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Yao Jiaping aún no había sido desollado. Yin Hanjiang pidió una piel intacta, pero la garganta de Yao Jiaping había sido atravesada por él. Para llevar a cabo la tarea que el nuevo Líder de Secta le había asignado, Shi Congxin primero trató cuidadosamente la herida de Yao Jiaping con elixires, y luego lo puso a remojar en agua medicinal. Sólo después de que estuviera remojado durante cuarenta y ocho horas, se podía aplicar el procedimiento para robarle la piel, ya que, de lo contrario, podría desgarrarse.

Shi Congxin siempre había sido un subordinado en la Secta Xuanyuan y nunca se le había confiado algo tan importante. Hoy, el Protector Shu y el Maestro del Altar Zhongli habían sido reprendidos por el Líder de Secta Yin mientras que a él se le había encomendado una tarea, por lo que en realidad se sentía bastante alegre.

Desde que sucedió a Qiu Congxue y se hizo cargo del Pabellón del Fuego Infernal, Shi Congxin había entrado en pánico. El Maestro del Altar Yuan, que lo había recomendado, había sido asesinado por el Líder de Secta Yin por confabularse con las sectas justas, y el Protector Qiu había traído a la secta a un cultivador fantasma con cuerpo de carne llamado Su Huai, diciendo que cuando el cultivo de Su Huai mejorara, le ayudaría a eliminar a Shi Congxin y a tomar el control del Pabellón del Fuego Infernal.

Además, el nuevo Maestro del Altar que nombró el Líder de Secta Yin, Zhongli Qian, veía a Su Huai como su discípulo. Shi Congxin había estado derramando lágrimas en su corazón, temiendo ser reemplazado en cualquier momento. No había nada bueno en ocupar una posición alta.

Sin embargo, las cosas parecían estar cambiando. El Líder de Secta Yin empezaba a valorarle tras hacerse cargo de la secta. Estaba decidido a impresionar al Líder de Secta Yin con sus capacidades, ¡cof, cof, cof!

No obstante, no habían pasado ni seis horas, apenas logrando que Yao Jiaping se empapara bien, cuando recibió un mensaje del Maestro de Secta Wenren.

¿El Maestro de la Secta había vuelto? Entonces, ¿a quién debía escuchar ahora?

Shi Congxin tenía demasiado miedo de ofender a cualquiera de los dos. No tuvo más remedio que recoger al medio muerto Yao Jiaping y llevarlo a Wenren È.

Por alguna razón, inmediatamente después de su regreso, Wenren È estaba en la habitación del Maestro del Altar Zhongli. ¿Estaban los dos conspirando juntos para recuperar la secta del Líder de Secta Yin? Este era el momento de tomar una postura, decidió Shi Congxin. Tenía que transmitir esta información al Líder de Secta Yin, para que estuviera preparado. Entonces, cuando llegara el momento, Qiu Congxue, Shu Yanyan, Zhongli Qian y Su Huai... ¡Cof, cof, cof!

Mientras fantaseaba, Shi Congxin entró en la habitación y vio que el Líder de Secta Yin estaba gravemente herido, acostado en el regazo de Wenren È. Empezó a toser más fuerte.

"Cállate". El Venerable Demonio llevaba una túnica azul, su imponente presencia era más fuerte que nunca. Ni siquiera miró a Shi Congxin, sus ojos estaban fijos en la cara de Yin Hanjiang, rozando con las yemas de los dedos la comisura de la boca de éste.

El siempre vigilante Zhongli Qian apartó a Shi Congxin y le transmitió: "No molestes al Maestro de Secta ahora mismo. Yao Jiaping sigue vivo, ¿verdad?"

¡No quiere que reciba el favor del Señor!, pensó Shi Congxin. Pero aún así actuó con temor mientras transmitía de regreso: "Gracias por su consejo. No ha muerto, cof, cof, cof".

Zhongli Qian se giró hacia Shi Congxin. Sus ojos estaban vendados, pero Shi Congxin tenía la sensación de que todos sus pensamientos estaban expuestos frente a él. Debía ser su imaginación, era sólo la luz de la luna que brillaba a través de la ventana e iluminaba el rostro de Zhongli Qian lo que le provocaba una sensación tan extraña.

El Venerable Demonio también quiere saberWhere stories live. Discover now