Capítulo 31: Matrimonio feliz

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Zhongli Qian estaba preparado para ser torturado en todos los sentidos por la Secta Xuan Yuan, para ser obligado a hacer cosas que violaban su moral, y tal vez incluso perder su vida y su alma. Ya había decidido que, sin importar lo que Wenren È le hiciera, elegiría un camino que no violaría su Dao.

En su segundo día en la Secta Xuan Yuan, sin embargo, fue llevado al Pabellón del Fuego Infernal, sin haber visto a Wenren È una vez en ese tiempo. Shu Yanyan lo entregó a un hombre pálido y de aspecto enfermizo, a quien ella llamó Maestro del Altar Shi. Aparentemente era el nuevo maestro del Pabellón del Fuego Infernal.

"¿Necesita que lo lleven a mi casa?", dijo el Maestro del Altar Shi, tosiendo con fuerza. "Cof, cof, el Pabellón del Fuego Infernal está debajo del Pico Fantasma, y estoy demasiado asustado para ir allí yo mismo. ¿Quieres que lo lleve allí? No hay manera".

"Eres el maestro del Pabellón del Fuego Infernal. ¿Ni siquiera puedes manejar tu propio patrimonio, pero trataste de competir por el puesto de Maestro de Secta con los otros Maestros de Altar? ¿Qué estabas pensando?" Shu Yanyan tenía experiencia en leer gente, pero ahora se dio cuenta de que todavía no había descubierto a este subordinado previamente desconocido de Qiu Congxue.

"Cof, cof, es porque tengo miedo de volver allí que seguí el plan del Maestro del Altar Yuan para sabotear a los Maestros del Altar Miao y Ruan". La cara del Maestro del Altar Shi se puso más pálida. "Con mi poder y estatus, ¿cómo podría convertirme en el Venerable Demonio? Solo tenía un pequeño deseo de convertirme en un Maestro del Altar, ¡no pensé que resultaría ser un desastre! ¡Cof, cof, cof!".

Tosió algunos pequeños insectos gu que fueron puestos dentro por el Maestro del Altar Miao como castigo.

"Incluso mataste a los insectos del Maestro del Altar Miao con tu enfermedad, entonces, ¿cómo puedes tener miedo del Pabellón del Fuego Infernal?" Shu Yanyan dijo, retrocediendo unos pasos. Se alegró en silencio de que Wenren È hubiera aparecido antes de poder disfrutar de los Maestros del Altar Ruan y Shi. Ella podría haber terminado contrayendo algún tipo de enfermedad.

El maestro del altar Shi le dio una mirada hosca: "Protector Shu, escuché que te llevabas bien con la Maestra del Altar Qiu. En ese caso, debes saber qué tipo de subordinados mantuvo en el Pabellón del Fuego Infernal".

"¿Quién dice que me llevé bien con Qiu Congxue? Ella era una cultivadora fantasma, así que, por supuesto, todos sus subordinados son cultivadores fantasmas, aparte de ti..." En ese momento, Shu Yanyan entendió el problema del Maestro del Altar Shi.

El Maestro del Altar Shi estaba en la etapa de Límite del Vacío, pero incluso podía enfermar a los cultivadores de la etapa Mahayana, por lo que no debía ser subestimado. Ningún Maestro del Altar se sentiría seguro con él como subordinado. Pero en el Pabellón del Fuego Infernal, todos eran cadáveres o fantasmas, y el que tenía el cuerpo mejor conservado era un zombi de sequía de mil años, entonces, ¿a quién podría enfermar el Maestro del Altar Shi? ¿Cómo podría alinear a sus subordinados?

"Cuando el Venerable tomó el control de la Secta Xuan Yuan, me visitó solo una vez, y el Protector Yin se enfermó debido a eso. Después de eso, me envió al Pabellón del Fuego Infernal, por la unidad de la secta..." El Maestro del Altar Shi se secó algunas lágrimas falsas. "Después de convertirme en Maestro del Altar, pasé por muchos problemas para obligar a un par de cultivadores fantasmas heridos en la etapa de Unidad Corporal y bajo obediencia, ahora, por las órdenes del Venerable, tuve que enviar a algunos a cultivarse dualmente con el Maestro del Altar Ruan. Protector Shu, ¿mi trabajo suena fácil?"

Shu Yanyan no habló. El Maestro del Altar Shi miró a Zhongli Qian y dijo: "Joven Maestro Zhongli, eres un hombre honrado, y sabes cómo dicen: Si no haces actos torcidos durante el día, no temerás que los fantasmas llamen por la noche. Este cuenta contigo para protegerlo en el Pabellón del Fuego Infernal, ¿de acuerdo?"

El Venerable Demonio también quiere saberOù les histoires vivent. Découvrez maintenant