CAPÍTULO 11 - Kiss Me More

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Desde que Kayla se enteró de que era una de las elegidas para participar en la exposición, es decir, la "competición" en la que decidirán qué alumno o alumna expondrá su obra en la galería de arte, ha estado bastante centrada en su trabajo. Se pasa día y noche pensando qué hacer - ya que ninguna idea le parece estar a la altura - y luego, cuando cree que es la idea correcta, hace el boceto y, como siempre, acaba tirándolo a la basura y estresándose porque dice que no tiene inspiración.

Ya está empezando a estresarme hasta a mí, pero puedo llegar a comprender su estrés. Cuando quieres que algo te salga perfecto y encima no tienes inspiración... es muy complicado hacerlo; sobre todo porque tú no eliges cuándo te llega la inspiración y cuándo no. En esos casos solo te queda esperar a que te llegue por arte de magia o buscarla tú mismo por algún lado, pero resulta muy complicado la gran mayoría de veces.

- En serio, Alison, ya no sé qué voy a hacer - suspira frustrada, dejando el lápiz sobre la mesa de la cocina, donde le ha dado por hacer sus obras, con desgana y llevándose las manos a la cabeza -. Me queda una semana para entregar la obra y todavía no tengo ni pensado qué voy a pintar. ¿Qué se supone que debo hacer ahora?

Paro la película que estoy viendo en este momento - no sin antes suspirar sonoramente porque sé que me toca lidiar con la Kayla estresada - y giro mi cabeza para contestarle a mi amiga.

- Quizás el problema es que no estás inspirada.

- Gracias por tu gran consejo, no lo habría averiguado de no ser por ti, Sherlock - suelta en un tono burlón e irónico.

- Pues no sé qué puedes hacer para inspirarte, Kayla - continúo hablando -. Además, tampoco he visto muchas de tus obras o sé muy bien cómo es tu estilo, solo he podido ver algunos trabajos tuyos de clase y la pintura que tienes en la pared de la enredadera y las flores.

Mi mirada se dirige inevitablemente a la parte de la pared en la que se encuentra el precioso dibujo de las enredaderas, que crecen por la pared formando ondas y otras figuras aleatorias con hermosas flores de colores saliendo de sus ramas, y entonces vuelvo a hablar, esta vez girando mi cuerpo al completo en su dirección.

- Por cierto, que nunca te lo he preguntado, ¿por qué decidiste hacer una enredadera en vez de otro dibujo? Es preciosa, pero su forma es un poco extraña, ¿no?

- No es extraña, es especial. Nunca me han gustado las cosas que son siempre iguales, monótonas y que siguen siempre el mismo patrón, así que decidí pintar una enredadera porque siempre tienen distinta forma y son, bueno, pues especiales, distintas al resto.

- ¿Y por qué no haces algo así también para la obra de la galería? - propongo -. Es decir, algo que sea también especial, distinto al resto y que tenga su propia esencia, como tú y tu arte. Ya sabes, para marcar tu propio estilo.

- Oye, pues no sería tan mala idea - admite sopesando mi propuesta -. De hecho, es una muy buena idea. ¡Muchas gracias, Alison! - exclama abrazándome con fuerza.

- No es nada - le contesto abrazándola igual.

Kayla pasa el resto de la tarde pensando en distintas ideas para su obra - que afortunadamente le gustan - y cuando por fin se decide por una, empieza a hacer el boceto. Se le ve muy conforme y concentrada con lo que está haciendo, pero sobre todo muy ilusionada con su idea y con cómo le está quedando. Estoy muy contenta porque por fin esté disfrutando el proceso de pintar la obra, ya que es lo más importante y además, si lo haces con ganas, normalmente te salen mucho mejor las cosas.

Yo, por otro lado, paso el resto de la tarde en el apartamento viendo películas y comiendo palomitas. Hoy me tomé una tarde chill porque últimamente, entre todos los entrenamientos que tengo y las tareas, no tengo prácticamente tiempo para descansar. Aunque hoy la verdad es que estoy bastante tranquila. Demasiado, diría yo.

5 días [COMPLETA]Where stories live. Discover now