CAPÍTULO 31 - Nervous

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Me agacho rápidamente hasta llegar al suelo y así poder buscar mi camisa porque dudo que pueda poner una buena excusa de por qué estamos aquí juntos si nos encuentran semidesnudos.

Desafortunadamente - aunque tampoco me extraña con mi gran suerte -, encontrar la prenda me resulta una tarea más complicada de lo que me esperaba. No encuentro la maldita camisa por ningún lado y, por la escasa luz de la feria que logra colarse por las ventanas, me resulta una tarea aún más complicada. ¿Dónde la ha tirado este animal?

- Tyler, ¿estás ahí? - pregunta de repente la voz de Connor.

Oh no, él no. Cualquiera menos él.

Estoy segura de que desde el momento en el que se entere de que estaba aquí metida con Tyler - a solas, con la puerta cerrada y si la abre ahora mismo también sin camisa - se lo contará a todo el mundo y habrán muchos malentendidos.

Le hago señas con las manos a Tyler de que no encuentro la camisa para que consiga un poco de tiempo y así pueda encontrarla. Él, que ya tiene su camisa puesta, suspira profundamente y se acerca a la puerta para impedir el paso del chico si este decide abrirla.

- Sí, Connor, estoy aquí dentro - responde lo más calmado posible, tratando de controlar su muy acelerada respiración lo máximo posible, pues su pecho aún sigue subiendo y bajando con fuerza.

- ¿Está también Alison ahí dentro? - cuestiona el chico a continuación, y esa pregunta solo hace que mis pulsaciones se aceleren en ese mismo instante y que una mayor presión se instale en mi pecho -. Me han mandado a buscaros a ti y a ella, pero no la he visto por ningún lado. ¿Está ahí contigo?

Tyler dirige su vista a mí un breve segundo, buscando la respuesta en mi mirada. Me lo pienso durante unos instantes y asiento con la cabeza.

- Sí, también estoy aquí - respondo en voz bastante alta para que pueda escucharme mientras sigo gateando por el suelo, buscando la dichosa camisa.

- Bien, pues tenemos que irnos ya porque...

De repente escucho el sonido de la manivela moverse para abrir la puerta y Tyler, en un rápido acto reflejo, la aguanta para que esta no se pueda abrir. Connor la mueve de nuevo, pero esta no cede por el pie que el ojiazul tiene puesto estratégicamente.

- Tyler, creo que la puerta está cerrada.

- Oh vaya, deja que mire a ver si puedo abrirla - y mientras el chico dice esto, me hace un gesto con la cabeza y la mirada para que me apure, porque si no, nos va a descubrir.

Afortunadamente, justo al momento veo la prenda tirada en el suelo, junto a una estantería. Me la coloco rápidamente y tras alisarme el pelo un poco con los dedos para intentar lucir mínimamente decente, Tyler abre la puerta.

Nada más abrirla, Connor nos mira a ambos con el ceño fruncido durante unos segundos que me resultan eternos, casi como años. Nos mira durante tanto tiempo que la angustia y los nervios porque nos haya podido descubrir, porque note algo extraño entre Tyler y yo, hace que el pecho me empiece a incomodar por la inquietud.

Es esa extraña e incómoda sensación que recorre tu cuerpo cuando sabes que has hecho algo que no debías y te acaban de pillar o están a punto de hacerlo. Como cuando tenías el teléfono en el instituto escondido en los bolsillos cuando ibas al baño para ver un mensaje y cuando volvías a clase tu profesor te pedía que los vaciaras.

Justo esa sensación en la que el tiempo parece no pasar y no eres consciente de lo que está sucediendo a tu alrededor porque estás demasiado centrado en no dar signos que puedan hacer que la otra persona sospeche de ti. Cuando tus oídos parecen taponarse por la presión y tu cuerpo no reacciona a los estímulos que recibe del exterior y no sabe qué hacer. Y entonces, entras en un completo y total colapso.

5 días [COMPLETA]Where stories live. Discover now