CAPÍTULO 52 - test drive

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El sonido del brusco y fuerte cierre de la puerta retumba por todo el coche cuando Kayla y yo nos subimos a este, haciendo que mis ojos se cierren automáticamente por el estruendo. Tyler me lanza una mirada de muerte al instante, sus ojos irradiando fuego ardiente, y soy totalmente consciente de que si las miradas mataran, yo ya estaría enterrada bajo tierra.

Y con razón.

- Perdón - me disculpo haciendo una pequeña mueca con la boca por el estruendo y el golpe; meterte con el coche de Tyler es un completo acto suicida del que solo unos pocos consiguen sobrevivir.

La mirada asesina del chico no aminora pese a mi disculpa; parece estar planteándose seriamente echarme de su coche. O matarme directamente. Le doy una pequeña sonrisa buscando indulgencia y tras suspirar molesto, implorando paciencia, devuelve su mirada al frente.

- ¿Has visto algo? - cuestiona Kayla, asomando su cabeza desde atrás por el espacio que hay entre nuestros asientos -. ¿Ha salido ya?

Niega con la cabeza, su mirada clavada al frente, observando la entrada de la residencia.

- Llevo aquí afuera desde hace más de media hora y aún no ha salido, cosa que me extraña mucho teniendo en cuenta las horas que son.

Acto seguido, miro la hora en mi teléfono, que marca las ocho menos cuarto. La verdad es que se nos hizo un poco tarde.

Sabemos que su horario laboral termina sobre las siete y media, así que aún teniendo en cuenta el tiempo que debería tardar en recoger sus efectos personales y salir del edificio, debería haber estado fuera desde hace un rato.

- Por cierto, ¿qué tal te fue tu último examen? - me pregunta. No puedo evitar sonreír un poco al ver que se acordó, pero la sonrisa no dura demasiado -. ¿Y por qué tardasteis tanto en venir? Sé que la puntualidad no es tu fuerte, enana, pero de vez en cuando hay que hacer un pequeño esfuerzo para...

Abro la boca indignada.

- ¡Solo fue una vez! Además, yo terminé la prueba hace un buen rato, pero por la tardanza debes pedirle explicaciones a ella - señalo a Kayla, que suelta una pequeña risa nerviosa.

Tyler gira su cabeza un segundo hacia atrás con una pequeña sonrisa en su rostro.

- Bueno, no importa, a ella la perdono.

Abro la boca de nuevo, aún más indignada que antes, y le doy un fuerte golpe en el brazo que solo consigue hacerlo reír. Será cabrón.

Cruzo los brazos sobre mi pecho y me recuesto hacia la esquina de la puerta, con la cabeza pegada a la ventana. Ruedo los ojos al escuchar a ambos reírse, son los dos igual de infantiles. Dejo la mirada puesta en el exterior durante un par de minutos en los que no veo a ninguna chica entrar ni salir de la residencia, aunque es algo normal a esta hora. Sin embargo, de repente me parece ver a un chico bajar las pequeñas escaleras en la entrada en dirección a los coches estacionados frente a esta, por lo que me giro a Kayla y Tyler para avisarlos.

- Ey, ey, ¿no es ese? - pregunto alterada, señalando al exterior con mi dedo índice.

Veo a Tyler achinar un poco los ojos para enfocar mejor y un segundo después, los abre tanto que parece que van a salirse de sus cuencas. Sin esperar un instante más, arranca el coche y coloca sus manos sobre el volante y la caja de cambios para hacer una maniobra que nos saca del aparcamiento en un solo segundo.

Pisa el acelerador y sale del recinto para seguir al Peugeot gris que se adentra en la carretera, a una distancia prudente para no ser reconocidos ni tampoco perderlo de vista.

¿Parece que somos unos detectives privados que están siguiendo a un criminal? Pues la realidad no se aleja mucho de eso, al menos hasta demostrar lo contrario.

5 días [COMPLETA]Where stories live. Discover now