CAPÍTULO 34 - Sorry

14 4 26
                                    

A la mañana siguiente, voy a clases y, al entrar, encuentro a Nathan sentado en nuestros asientos habituales. Él me hace un gesto con la mano para que me acerque a él y me siente a su lado - como si ayer no hubiese pasado absolutamente nada o tuviera pequeños lapsus mentales -, pero lo ignoro completamente y me siento en otro asiento separado de él - prácticamente en la otra punta de la clase - y me pongo a hablar con Emma y Lisa.

Nathan no se acerca a preguntarme qué me pasa ni nada en ningún momento, ni siquiera se preocupa por si estoy enfadada con él o algo, por lo que pasamos el resto de la clase separados, cada uno pendiente de lo suyo. Si él ni siquiera se molesta en disculparse ni nada, ¿por qué tendría que preocuparme yo?

- ¿Qué te pasó con Nathan? - me pregunta Emma tras desviar varias veces su mirada entre mi novio y yo cuando me siento con ellas en vez de con él -. ¿Habéis roto?

- No - le respondo parando de sacar mis cosas de mi mochila por la impresión de la repentina pregunta -. ¿Por qué lo preguntas?

- Es que parecéis enfadados... - dice entonces Lisa.

Las miro con el ceño fruncido y alterno la mirada de una a la otra, que me miran como si estuviera ocultando algo o como si me hubiera pasado la cosa más épica o importante del siglo.

- No me mires así, es que hoy no te sentaste con él y es bastante extraño - se defiende Emma -. El noventa por ciento de las veces...

- Noventa y nueve - la interrumpe Lisa.

- ... te sientas con él - termina de decir la pelinegra.

- Bueno, no hemos roto, solo... Hemos tenido una pequeña pelea.

- ¿Y qué pasó?

- ¿Fue muy grave? - preguntan las dos casi al mismo tiempo.

- Pues...

Aunque sean las dos buenas amigas mías, también sé que son dos de las personas más chismosas que conozco y conoceré en mi vida - y eso que yo también lo soy, y mucho -. Cada vez que les cuentas algo, aunque sea un secreto, debes contar con que media universidad también lo conozca. Digamos que no son las mejores personas para confiar ni para guardar tus secretos.

Abro la boca para contestarles, pero no sé qué decirles. No les voy a contar todo lo que está pasando entre él y yo, pero tampoco quiero mentirles y que luego se creen falsos rumores sobre lo que está pasando entre Nathan y yo.

Emma y Lisa siguen mirándome fijamente, expectantes y entusiasmadas porque les cuente algo que consiga saciar su inmensa curiosidad que no hace nada más que crecer. Afortunadamente, en ese mismo momento entra el profesor Salini en el aula y nos pide que guardemos silencio porque ya va a comenzar la clase.

Menos mal que todavía tengo suerte para algunas cosas.

❀❀❀

La clase transcurre bastante tranquila. Por primera vez en bastante tiempo atiendo a las explicaciones del profesor porque no estoy pendiente a lo que me está diciendo Nathan o porque no tengo tanto sueño que la voz de los profesores suena tan monótona y relajada que funciona como un sedante.

Nathan no se ha acercado en toda la clase para decirme absolutamente nada, ni siquiera me ha preguntado por qué no me senté con él, pero sinceramente lo prefiero de esta forma. De todas formas, así puedo estar más tiempo sin hablar con él.

Cuando las primeras horas de clase terminan, salgo al pasillo para coger algunos libros de mi taquilla que necesito para la siguiente clase. Entonces, lo veo acercarse a mí hasta quedarse parado delante mío. No puedo evitar rodar los ojos.

5 días [COMPLETA]Where stories live. Discover now