CAPÍTULO 36 - Propuesta indecente

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Saco mi móvil del bolsillo trasero de mi pantalón vaquero y miro la hora para comprobar que no llegamos tarde. Sin embargo, ya hace diez minutos que deberíamos haber estado en la cafetería. Sí, en la cafetería de siempre.

Kayla y yo tuvimos que pasar por una tienda primero para buscar un megáfono, así que no sabía si íbamos bien de tiempo. Aunque fueron ellos quienes nos lo encargaron, así que Tyler no se puede quejar de que llego tarde esta vez.

Mierda, Tyler, ahora tengo que verle. Resoplo mentalmente al recordar que también va a estar con nosotros hoy. Y sinceramente no estoy preparada psicológicamente para eso, sobre todo después de lo que sucedió ayer. ¿Por qué tenía que estar también en el grupo? ¿No podría el asesino haber elegido a otra persona?

En serio, ¿a quién se le ocurre? ¿Cómo puedo ser tan idiota?

No eres idiota, simplemente... te dejaste llevar por el momento.

Sí, por tercera vez. Besarnos era una cosa, pero ahora también esto... Lo complica todo. Y no solo con Tyler, sino también con Nathan.

Dios, ¿en qué me estoy metiendo? ¿En qué quedó eso de tener un curso tranquilo y sin problemas? Porque entre una cosa y la otra está siendo todo lo contrario.

Kayla abre la puerta de la cafetería, la campanita sonando por el movimiento de esta, y nada más entrar al local busca a los otros dos compañeros restantes con la mirada. Yo la sigo por detrás, sujetando el gigantesco megáfono entre mis manos mientras examino a los clientes de la cafetería, tratando de encontrar a alguno de los dos.

No obstante, no consigo registrarlos a todos porque Kayla me agarra de la mano para llevarme a una de las mesas, supongo que tras haber visto a alguno de los dos.

Desgraciadamente, en la mesa se encuentra la persona que menos ganas de ver tengo, quien después de notar nuestra presencia, levanta la vista del teléfono que sostiene entre sus manos. Su mirada no se detiene en mi amiga por más de dos segundos antes de pasar a mí. Y aunque solo sea en cuestión de tres segundos, me mira de una forma tan intensa que hace que se me seque la garganta, igual que me sucede siempre, y tenga que apartar mis ojos de los suyos casi al instante.

- Hola, ¿Camille no ha llegado todavía? - cuestiona Kayla aún de pie, mirando alrededor de la mesa sin ver ningún bolso ni rastro de la francesa.

- No, todavía no ha llegado, aunque no creo que le quede mucho - responde -. ¿Tenéis el megáfono?

- Sí, acabamos de pasar a comprarlo - dice Kayla señalando con la cabeza el objeto que todavía sostengo entre las manos.

Por eso tuvimos que pasar un rato antes por la tienda, para buscar el megáfono. Y ¿para qué necesitamos el megáfono? Fácil, para el siguiente reto.

Ayer, mientras estaba caminando hacia mi apartamento en la residencia femenina - después de lo que pasó con Tyler en su piso - me llegó un mensaje. Bueno, más bien un correo. Y cuando entré a ver de quién se trataba, no podía esperarse que fuera otra persona con el día que estaba teniendo. Así que claramente, era del asesino.

«¿Qué tal van las clases? Supongo que muy aburridas pero no os preocupéis que ya me encargo yo de entreteneros y divertiros un poco. Ya llevábamos bastante tiempo que no hablábamos y estoy seguro/a de que me echabais mucho de menos aunque seguro que no tanto como yo, así que aquí os traigo el siguiente reto, que va dirigido especialmente a la chica más conocida de toda la universidad, Camille. Y vamos a aprovechar esa "popularidad" para este reto, ¿sí?

Entonces, el reto es el siguiente: Camille tiene que leer las confesiones que tiene en su diario, es decir, revelar todos los rumores que ella ha creado del resto para hundirlos y tener más popularidad a su costa y también leer lo que tiene escrito sobre lo que piensa de cada una de las personas de la universidad que nombra.

5 días [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora