CAPÍTULO 59 - Stay

7 3 7
                                    

La luz que entra por las ventanas hace que mis ojos se abran con lentitud, dando comienzo a un día nuevo. No obstante, por primera vez en muchos días no me siento tan cansada como de costumbre, por fin he tenido una buena noche de sueño.

Me giro en la cama para mirar la hora del reloj, pues aunque supongo que no serán más de las nueve y media - aunque últimamente suelo despertarme de madrugada por las espantosas pesadillas que no consigo que abandonen mis sueños -, la luz que impacta contra mi rostro es más intenso de lo que debería ser a esa hora. Cuando me percato de que es más de la una del mediodía, siento que se me van a salir los ojos de sus cuencas. ¡¿Cómo es posible que haya pasado tantas horas durmiendo, encima sin interrupciones?!

Me levanto aún algo desconcertada de mi cama, todavía con el pijama que llevaba puesto anoche y trato de alisarme un poco el pelo con los dedos antes de salir de la habitación para no parecer una completa bruja o una loca de psiquiátrico cuando llegue a la cocina. El olor a café y tostadas inunda mis fosas nasales, haciendo que mi estómago ruja como respuesta, ansioso por que le llegue algo de comida.

Me acerco de forma silenciosa hacia el chico que se encuentra detrás de la encimera hasta estar tras su espalda para luego pasar mis brazos a su alrededor para estrecharlo contra mí. Noto sus hombros tensarse un poco por el repentino susto, pero se relaja en el mismo segundo en el que se da cuenta de que soy yo.

Se gira despacio hacia mí con una pequeña sonrisa iluminando su rostro, pasando sus brazos a mi alrededor.

- Buenos días - me saluda -. Aunque mejor debería decir buenas tardes, es prácticamente hora de almorzar.

- Pues no entiendo cómo he podido pasar tanto tiempo acostada, el máximo número de horas que he conseguido dormir durante estos días creo que ha sido cinco.

- ¿Y eso? - cuestiona con el ceño fruncido.

- Llevaba varios días teniendo algunas pesadillas con lo que sucedió y despertándome en mitad de la noche - confieso, encogiéndome de hombros -. Aunque, sorprendentemente, anoche pude dormir bien.

- Quizás es por tu acompañante... - murmura con una egocéntrica sonrisa ladeada.

No puedo evitar soltar una pequeña risa mientras niego con la cabeza y doy un paso hacia atrás.

- Mira que podrías ser un poco más modesto...

- Ambos sabemos que eso es demasiado pedir.

Me acerco a la cocina y veo que tiene dos cafés preparados y unas tostadas.

- Las tostadas las hice para ti cuando preparé también las mías, pero supongo que ahora estarán demasiado frías - me explica al ver dónde se ha posado mi mirada -. No quería despertarte, parecías muy cansada. Aunque por las horas que son, supongo que tendrás más ganas de almorzar que de desayunar.

- Bueno, la verdad es que no me importa mucho qué comer, pero tengo bastante hambre, así que ¿qué te parece si nos sentamos a la mesa?

- Como ordenes.

Agarro mi plato y taza y las deposito sobre la mesa del comedor. No obstante, antes de sentarnos uno frente a otro recuerdo algo que llevo queriendo contarle desde hace ya un tiempo, lo que me hace detenerme de forma abrupta en mi lugar.

- ¿Tyler? - digo su nombre con un tono algo inseguro, llamando su atención.

- ¿Sí?

- Yo... - le doy un sorbo a mi café antes de continuar, pensando antes en mi elección de palabras -. En la fiesta de final de curso estuve buscándote para decirte una cosa, pero no he tenido tiempo de contártelo hasta ahora.

5 días [COMPLETA]Onde histórias criam vida. Descubra agora