5 días [COMPLETA]

CAPÍTULO 25 - Flatline

Después de dejar a Kayla en el apartamento, me dirijo a la cafetería de Cavaloug para comer con Nathan antes de ir al entrenamiento de baloncesto de hoy. Esta será la última vez que almuerce con él en la universidad en todo el año ya que no tendremos más clases hasta enero.

Llevo todo el día de un lado para otro sin parar y pese a que estoy completamente agotada, esta tarde iré a practicar al pabellón con el resto del equipo, puesto que mañana tenemos el siguiente partido. Debemos dar lo mejor de nosotros en este entrenamiento y yo debo estar más centrada que nunca, aunque no será una tarea muy fácil, pues también quedan muy pocos días para tener que escribir el nombre de nuestro siguiente sospechoso en el email y es un estrés mental increíble.

Solo espero que hoy Tyler no esté tan insoportable como de costumbre porque no tengo la paciencia suficiente para aguantarlo, y mucho menos a sus estúpidos comentarios que hace solo para fastidiarme, porque sé perfectamente que lo hace solo y exclusivamente para molestar. Aunque también tiene mucho que ver con su personalidad, puesto que su arrogancia y egocentrismo pueden conmigo. En serio, es insufrible.

Además, por si fuera poco estrés, todavía no tenemos ni idea de qué nombre poner en el correo. Hay demasiadas posibilidades y muy pocas ideas, así que a no ser que nos caiga una idea maravillosa del cielo, no sé qué vamos a hacer. Por lo tanto, como se puede ver, estoy bastante agobiada y tengo demasiadas cosas en mi cabeza al mismo tiempo; demasiadas responsabilidades y cosas que hacer y muy poco tiempo para dedicarles.

Ojalá todo pudiera volver a ser igual de fácil que como cuando era pequeña. Solo tenía que preocuparme por estudiar, sacar buenas notas, algún que otro drama con mis amigos, lidiar con la soledad de que mis padres nunca estuvieran en casa - aunque afortunadamente tenía a Nana y Cinnamon -, seguir los estúpidos estándares sociales y de belleza que tanto me atormentaban y lo que más me inquietaba era si el chico que me gustaba me había mirado dos veces en la misma clase o no.

Suelto una pequeña risa nasal y niego con la cabeza ante el recuerdo.

Qué tiempos aquellos en los que esas eran mis mayores preocupaciones...

Si hubiera sabido que todo cambiaría tan rápido, que en un abrir y cerrar de ojos todo sería distinto, que en un solo año toda esta tranquilidad se iría a la mierda y estas "preocupaciones" serían lo último en lo que pensaría.

Ahora a esas "preocupaciones" debemos añadirle que alguien que no sabemos quién es quiera matarnos y encima pretenda que descubramos quién es, estudiar para la universidad, asistir a los entrenamientos, lidiar con mi odioso capitán tanto dentro como fuera de la pista - capitán que a parte consigue ponerte extremadamente nerviosa solo con mirarte -, mantener mi relación con Nathan... Nada, ningún problema.

- Oye Alison, tengo una propuesta que hacerte - dice Nathan de repente, captando mi atención al instante.

- Dime, claro, ¿qué es? - cuestiono volviendo a la realidad y centrándome en él.

- Te quería preguntar si te gustaría venir conmigo a la feria de Navidad que hacen todos los años para celebrar estas fechas. La hacen en una zona junto al muelle, aprovechando que en Los Ángeles no nieva, y lo decoran todo hasta dejarlo precioso. Si te apetece podemos ir y comernos algunas galletas en algún pequeño puesto que haya, montarnos juntos en la gran noria que ponen todos los años o en cualquier otra atracción, dar un paseo por el muelle... Me gustaría llevarte allí y estoy seguro de que te encantaría. ¿Qué te parece?

- Sí, claro, por supuesto - le respondo casi al instante, muy emocionada por la idea.

Le doy un corto y suave beso en los labios y, aprovechando que conseguí salir de mis cavilaciones, miro la hora que es en mi teléfono; la verdad es que no me gustaría volver a llegar tarde al entrenamiento teniendo en cuenta lo que pasó la última vez. Al ver que no queda mucho tiempo para que este empiece, me despido de Nathan y agarro mis cosas para ir al pabellón.