CAPÍTULO 24 - Medicine

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- Conque no es estadounidense, eh - dice Connor mientras observa el mensaje.

- Sí, Connor, todos sabemos leer - enfatiza Camille en un tono hastiado y de muy mal humor, aunque no entiendo la razón; antes de subir a la azotea no estaba así.

- Tranquila, rubia, todos sabemos también que no estás de buen humor - masculla el chico levantando sus cejas rubias y espesas y rodando los ojos.

- ¿Cómo estarías tú si llevaras más de media hora en una azotea con este frío? - protesta ella señalando su atuendo, que consiste solamente en una falda negra, un bonito top y unas botas altas.

- Pues no te quejes, ¿para qué coño vienes así vestida si estamos a principios de diciembre y solo vamos a estar nosotros cinco?

La chica cierra la boca al instante y rueda los ojos mientras sigue abrazando sus brazos y frotándolos para que le llegue un poco de calor. Entonces, la veo acercarse un poco a Tyler, que está parado junto al muro mientras observa las hermosas vistas de la ciudad, algo alejando de nosotros.

Aunque estén un poco lejos y no pueda escucharlos, veo como Camille le dice algo al chico con una sonrisa coqueta mientras señala sus brazos descubiertos, supongo que pidiéndole que le dé su chaqueta. Tyler, sin embargo, la mira de arriba a abajo sin expresar ninguna emoción y, sin decirle absolutamente nada, devuelve su vista al frente y continúa admirando las preciosas vistas. Desilusionada, avergonzada y algo enfadada por no haber conseguido su objetivo, Camille se separa de él y se aleja hasta la otra punta de la azotea.

En serio, ¿qué pasa entre estos dos?

- ¿Crees que te puedes levantar o te duele demasiado? - le pregunto Kayla tras mirar en su dirección y levantarme del suelo para irnos por fin de la azotea; está empezando a hacer bastante frío y no me apetece estar más tiempo aquí, me recuerda todo el rato a lo que le podría haber pasado a Kayla.

- Sí, estoy bien, no pasa nada - asegura restándole importancia.

- Pero el tobillo...

- Tranquila, yo puedo sola - insiste.

Decido hacerle caso y dejarla hacer lo que quiera, aunque sé perfectamente que no podrá ni ponerse de pie; ese tobillo no tiene buena pinta.

Y justo como predije, tras apoyar su tobillo en el suelo y cuando hace un ademán de levantarse, un gemido de dolor se escapa de su boca y vuelve a sentarse en este de nuevo. Desplaza rápidamente sus manos a su tobillo y lo sujeta con fuerza mientras sus facciones se endurecen por el dolor.

- Vale, vale, no estoy bien - admite a continuación, todavía quejándose por el dolor.

- Déjame ver ese tobillo - dice Tyler unos segundos después, apareciendo por detrás de mí y acercándose a mi amiga para observar la zona afectada con minuciosidad e intentando no hacerle daño -. No soy médico, pero me he hecho unos cuantos esguinces jugando al baloncesto y sé que este no tiene buena pinta; deberías ir a un hospital para que te lo revisen - sugiere.

- ¿A un hospital? - pregunta sobresaltada -. No gracias, no necesito ir a que me vea nadie ni volver a estar en ese maldito edificio que solo huele a alcohol desinfectante.

- Kayla, necesitas que te vea un médico - intervengo apoyando a Tyler. Sin embargo, ella sigue negando rotundamente con la cabeza.

- ¡No quiero ir! - se queja haciendo un puchero -. Quiero irme ya a casa, tengo sueño, frío y me duele mucho la cabeza. Y también la barriga - protesta de nuevo.

- Ya, Kayla, es normal después de tomarte todo ese alcohol de golpe, pero tienes que ir al...

- ¡Que no Alisonnn! - suspira -. Que no voy a ir.

5 días [COMPLETA]Where stories live. Discover now