5 días [COMPLETA]

CAPÍTULO 47 - bury a friend

Ya hace un par de días que volví de mi viaje a Nueva York y aunque he tenido que ponerme bastante las pilas con todo el temario dado para poder ir a la par con el resto de mis compañeros de clase, no me ha causado un gran dilema como esperaba.

Desgraciadamente, no pudimos descubrir quién era la persona que se adentró en los documentos de mi padre y, como parece indicar todo, nos robó nuestros clientes. No obstante, mis empleados de máxima confianza de Nueva York siguen investigando la extraña incursión que siento que se mantendrá un misterio por bastante tiempo.

De todas formas, llevo varios días en los que realmente siento que soy una alumna de veinte años de segundo curso, estudiando su carrera como el resto de jóvenes. Estoy ansiosa porque ya han comenzado algunos exámenes finales, estresada por tener que pasar gran parte del día estudiando, acostumbrada a no tener más de medio segundo para relajarme y respirar... Pero sin tener eso en cuenta, llevo un par de días sin ninguna "sorpresita".

Bueno, creo que mejor debería rectificar mis palabras, porque debería haber dicho llevaba. Porque sí, ya me parecía a mí también demasiado extraño que pasara tanto tiempo sin saber nada de nuestro máximo admirador, quien se pasa día y noche pensando en nosotros y en cómo jodernos la vida.

Como era de esperar, recibimos un nuevo correo en el que nos informa del nuevo reto, lo que significa que tras completarlo, dispondremos de solo cinco días para resolver el misterio, y no estoy segura de que estemos preparados para ello aún. Me niego a volver a ocultar otro cadáver más, sobre todo si esta vez sé que pertenecerá a Kayla, a Tyler o incluso a mí misma. Por eso, debemos ponernos con esto lo antes posible, de manera que esta misma tarde decidimos vernos para realizar el nuevo reto, que aún es un misterio, y conseguir esa pista.

Miro de nuevo las indicaciones que hay en mi teléfono con el ceño fruncido y vuelvo a levantar la cabeza, confundida por el lugar en el que nos encontramos. Dudo que estemos en el lugar correcto, pero tras revisarlo de nuevo, veo que las indicaciones son correctas.

- ¿Estás segura de que estamos en el lugar adecuado? - cuestiona Tyler, deteniendo el vehículo para centrar su vista en el teléfono que sostengo sobre mis manos.

- Eso dice - le muestro el móvil, aún algo insegura.

Con el ceño fruncido, asiente con la cabeza, igual de confundido que yo.

- Si el asesino ya se cansó de todo esto y quiere matarnos de una vez, nos hemos servido en bandeja de oro - dice Kayla al salir del coche y mirar a su alrededor.

Nos encontramos en un terreno prácticamente desértico y desolado, como si fuera un descampado. Las únicas plantas capaces de subsistir y crecer por la sequedad de esta zona en las afueras de Los Ángeles son unos pequeños hierbajos de color amarillento o pequeños arbustos acostumbrados a la falta de agua y atendimiento, el resto es tierra del mismo color.

Desde aquí se pueden ver las luces de la ciudad, que no está a mucha distancia, y como el sol empieza a esconderse para dar paso a la noche. No obstante, aún nos quedará más de media hora de luz antes de encender las linternas del móvil; espero haber hecho lo que necesitemos antes.

Salimos del coche y miro a mi alrededor en busca de alguna pista, algo que nos indique por qué el asesino nos envió un correo esta mañana diciéndonos que hoy por la tarde nos dirigiéramos a esta dirección, pero no se puede observar ni un solo ser vivo andar por la tierra.

¿Qué carajos se supone que estamos haciendo aquí? Si la razón de encontrarnos en este lugar ahora es que el asesino quiera matarnos de verdad como dijo Kayla, no tendría ningún impedimento. Estamos completamente solos, abandonados.

Agarro mi teléfono para revisar la hora que es y veo que son las siete en punto de la tarde. Justo entonces, escucho el sonido de una notificación que se repite a la vez en los tres dispositivos. Entro en el email y me acerco a Tyler y Kayla para leer su contenido en voz alta.