CAPÍTULO 39 - What Do You Mean?

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Los ojos de Tyler se conectan al instante con los míos, expresando completo pánico y temor. Porque mierda, nos van a pillar. Nos van a pillar y nos vamos a llevar una buena.

La puerta empieza a abrirse en lo que a mí me parece que es cámara lenta y yo ya he asumido mi expulsión, mi conversación con el director y mi vuelta a Nueva York porque si el director abre la puerta me vería sin tener ni que girar la cabeza por el lugar en el que me encuentro.

Tyler, por otro lado, está justo al lado de la puerta, por lo que no le vería y podría librarse de la expulsión, cosa que me parece bien pues fue culpa mía al querer buscar por más tiempo. El chico parece darse cuenta de la situación y de mis pensamientos al ver mi expresión y frunce el ceño en mi dirección mientras niega repetidas veces con la cabeza.

Sin importarle mucho las consecuencias que pueda tener, da un paso y estira su brazo en mi dirección para poder alcanzarme, aunque sabe perfectamente que si el director entrara por la puerta ahora, nos descubriría a ambos en vez de a mí sola. Sin embargo, antes de que la puerta se abra del todo y logre vernos, algo la detiene.

- Director, ¿puede escucharme un segundo, por favor? - dice en el instante justo una voz conocida.

Camille.

Tyler también parece darse cuenta de que es su voz porque da un paso - más bien una gigantesca zancada - hacia mí y envuelve mi mano con la suya en un solo movimiento, tirando en su dirección y haciendo con su mano libre el gesto de hacer silencio.

- Ya le he dicho que ahora estoy muy ocupado con un tema que...

- Por favor, solo será un segundo - lo interrumpe la francesa de nuevo -. Es un tema muy importante que necesito resolver ahora mismo.

Mientras Camille distrae al señor, observo como el ojiazul desliza su mirada por toda la habitación, supongo que en busca de un lugar donde escondernos ya que no nos va a dar tiempo de volver a subir al conducto.

Tyler se acerca a un armario - que supongo que sabrá que está libre ya que él estuvo mirando antes por aquí - para meternos dentro, pero yo niego con la cabeza, oponiéndome a meterme ahí dentro con él, sobre todo sin saber cuánto tiempo tendremos que estar ahí o si podremos volver a salir. Estaríamos encerrándonos en un lugar sin escapatoria, de donde no podríamos escabullirnos si decide abrirlo en algún momento.

- Señorita, ahora estoy bastante...

- Por favor, es solo...

- Lo siento, ahora mismo no es el mejor momento para hablar, tengo muchas cosas que hacer.

Vuelvo a escuchar el sonido de la puerta abrirse pero esta vez lo hace del todo y la vuelve a cerrar. Sin pensárselo dos veces, Tyler me mete dentro del armario junto con él, quedando afortunadamente - y nótese el sarcasmo - uno frente al otro y gracias a las inmensas dimensiones del mueble, prácticamente sin espacio entre nuestros cuerpos.

Maravilloso.

Nos encontramos en un armario repleto de chaquetas y corbatas que es tan diminuto y estrecho que no entiendo cómo Tyler con lo alto que es puede entrar. Nuestros pechos están completamente pegados y por lo incómoda que me siento de repente pese a que no es la primera - ni segunda - vez que estamos así de pegados, levanto mis manos para posarlas sobre su pecho y poner algo de distancia entre nosotros.

Ante mi gesto, Tyler eleva una ceja mientras una esquina de su boca se curva inevitablemente hacia arriba, divertido por la situación aunque a mí me está molestando e irritando bastante.

Te molesta porque ya te está poniendo nerviosa la escasa distancia...

- ¿De qué te ríes? - le pregunto en un susurro.

5 días [COMPLETA]Where stories live. Discover now