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Namjoon despierta antes de la alarma esta vez. La mezcla de emociones en su interior no le permitió conciliar el sueño correctamente. Tenía miedo de quedarse dormido.

Se estira sobre la cama y luego se levanta de un salto para ducharse rápidamente, cepilla sus dientes y peina su cabello rebelde, abre el viejo armario que rechina por la falta de aceite en las bisagras y elige lo primero que encuentra. Se detiene en seco por unos segundos y lo analiza mejor.

Mira en el interior del sitio algo más decente. Elige luego de unos minutos de búsqueda exhaustiva, una camisa de cuello alto, jeans y un abrigo fino de lana. Considera un buen atuendo para ir a la oficina del director. Está nervioso, quiere que todo salga bien. Quiere dar una buena impresión.

Toma una manzana del frutero sobre la mesa y sale con el bolso guindando de su hombro, Yoongi lo espera fuera del edificio. Vive a unas 3 cuadras de su departamento y enhorabuena, irán juntos de ahora en adelante.

Baja corriendo por las escaleras y sale del edificio jadeando por el esfuerzo. Yoongi se encuentra al otro lado de la calle fumando un cigarrillo. Al verlo, Namjoon lo saluda y se sienta junto a él como copiloto. Yoongi aspiró por última vez el humo y entró al auto para encenderlo.

No se había dado cuenta que había alguien más dentro del auto, un chico de mejillas regordetas, delgado y muy bonito yacía dormido en el asiento trasero.

— ¿Quién es él? — pregunta tímidamente.

— Mi pulga — responde Yoongi con mucha seriedad.

— E-es tu...— Namjoon lo miró y Yoongi negó con la cabeza.

—Escuché eso, idiota— se escucha al muchacho que en realidad no estaba dormido del todo.

Yoongi ríe bajito y contagia a Namjoon de la risa.

— Soy Jimin, mejor amigo de este idiota — se presenta el chico estirando la mano para formalizar el saludo.

—Un gusto, soy Namjoon.

—¿Es cierto que obtuviste una beca?

—Así es.

— Eres entonces un tipo de cerebrito, ¿verdad?

El comentario lo hizo soltar una carcajada, Yoongi lo miró divertido y nuevamente posó su vista al frente.

— No diría un cerebrito pero me he esforzado mucho para obtenerla — comentó Namjoon.

Jimin sonríe satisfecho y vuelve otra vez a su posición inicial, como por arte de magia, suaves ronquidos se escuchaban por parte del chico.

Recorrieron el camino en silencio mientras escuchaban algo de música, luego de unos minutos llegaron a los estacionamientos del campus y Jimin muy atento guió a Namjoon a las oficinas del director.

— ¡Suerte cerebrito! — gritó el chico y sacudió su mano eufórico.

Namjoon sonríe y entra a la sala de espera. Se sentía nervioso pero contento, observaba todo su alrededor con atención, hasta que la secretaria del director lo llamó a su oficina.

Muy amablemente realizó una reverencia y entró al despacho. Un hombre de unos 60 años aproximadamente se encontraba sentado revisando unos papeles sobre su escrito de madera oscura.

— Buenos días director.

— Buen día, toma asiento y entrégame tus papeles, por favor.

El chico obedeció de inmediato, tenía todos sus papeles dentro de un folder, impecables. El hombre leyó y asintió con la cabeza.

Chico Del Museo ~ NamJinWhere stories live. Discover now