Extra #2: Entre montañas

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Suiza, dos años antes.

Con el frío calando sus huesos caminaba por las enormes calles de la ciudad rodeada de montañas nevadas. Llevaba puesto un saco largo que cubría gran parte de su cuerpo y una bufanda color crema que le había regalado su hermano antes de partir. Había tomado la decisión correcta, no conocía a nadie en aquel sitio pero no era algo que le molestaba en absoluto. Disfrutaba de la soledad y de los hermosos paisajes que le brindaba aquel país que lo acogió.

Llega a una cafetería y entra intentando escapar del helado clima de aquel día, a pesar de que en su país natal las temperaturas pueden llegar a ser muy bajas, a veces siente que podría morir por el frío. Ve a su alrededor y el establecimiento no se encuentra tan lleno, se acerca al mostrador y lo único que desea es un chocolate caliente y humeante y un bollo para saciar su antojo.

Cuando va a sentarse puede divisar en el fondo una figura masculina que le parece familiar. Se acerca sigilosamente hasta llegar al chico sentado cómodamente jugando al parecer un videojuego, ajeno a lo que sucede en el exterior.
El joven sentado nota la presencia de un cuerpo cerca suyo y por fin levanta la cabeza y ve al chico parado frente a él con las mejillas y nariz rojas por el frío, llevaba el cabello de tal forma que sus pequeños rizos cubrían sus ojos por completo pero su sonrisa se podría distinguir a kilómetros de distancia. Pues aquellos labios finos eran inconfundibles.

— ¿Taehyung? — cuestionó el chico con sorpresa, levantándose de su silla y extendiéndole la otra que se encontraba vacía para que se sentara.

— Hola Jungkook. ¿Qué haces en Suiza?

El chico sonrió por la pregunta y volvió a acomodarse en su lugar, pero esta vez prestándole atención al mayor frente a él. No era en absoluto el chico que conoció hace tiempo atrás, aquel muchacho de mirada vacía y sombría no estaba más, ahora frente a él se encontraba un hermoso chico de cabellos negros y mirada amistosa.

— Estoy estudiando en el conservatorio de Ginebra. ¿Cómo estás tú? Luces distinto — respondió Jungkook con mucho entusiasmo al ver al chico sonreír con los ojos, ya no usaba esos atuendos extravagantes, más bien parecía un viejito en pantalones de tela y zapatos de suela curiosamente aplastados en la zona del tobillo.

— Estoy bien, vine a... encontrarme conmigo mismo.

— Y al parecer conmigo, también — molestó el menor haciendo reír al otro.

Hablar con Jungkook era tan fácil, el chico estaba lleno de energía y parloteaba sin parar como si nunca hubiera conversado en su vida y a Taehyung no le molestó en absoluto.

— ¿Dónde estás viviendo?

— En Berna.

— ¡Yo igual! Deberíamos salir alguna vez. Conozco un sitio bellísimo con hermosa música.

— Está bien.

Antes de seguir conversando intercambiaron números de teléfono y bebieron del contenido de sus vasos antes que se enfríen.

— ¿Cómo has estado Tae? — preguntó con un poco de preocupación el menor al recordar los duros momentos que vivieron y brevemente pasaron por su mente las imágenes de cuando lo salvó de morir.

— Estoy mejor, en realidad ahora estoy mucho mejor. Dejé la medicación y sigo yendo a terapia. Ya no han venido a mí aquellos sentimientos, aunque extraño mucho a mi padre y a Jinnie... Incluso a Namjoon.

Chico Del Museo ~ NamJinWhere stories live. Discover now