7

804 150 20
                                    


Jimin y Namjoon al salir de la oficina del director, caminaban por los largos pasillos del edificio, se separaron de Yoongi, y a diferencia de él, Jimin era muy parlanchín, curioso y muy espontáneo. Su forma de ser tan sincera lo hizo sentir cómodo de inmediato, recuerda que era así de niño.

El chico le hacía conversación de cualquier cosa, le realizó una serie de preguntas que lo hacían reír, su forma de ser era tan sencilla y ahora comprende por qué Yoongi y él son mejores amigos.

Entran juntos a su primera clase, no sin antes tomar foto de sus horarios respectivos, Namjoon busca con la mirada un asiento en el que no moleste a nadie, al ser alto no quiere tener problemas con alguien por eso.

Jimin sabe todo lo que necesitas conocer de la universidad, los chicos populares, los deportistas, los amables, los malos y los hijitos de papá. Sabe con exactitud quiénes dan las mejores fiestas, los que venden "eso" y todos. Es un chico muy conocido en el campus.

Namjoon está nervioso, juega con sus dedos sobre la mesa de su escritorio y mueve las piernas sin parar, está ansioso. Hasta que un portazo lo hizo salir de su trance. Un grupo de chicos entró gritando y riéndose sin importarle mucho los estudiantes que ya se encontraban en el lugar. Hablaban fuerte y sin filtros sobre una fiesta que hubo la semana pasada y una posible fiesta el siguiente sábado.

Jimin rueda los ojos por tal acción poco educada del grupo de estudiantes, los miraba con desagrado y Namjoon los observaba en silencio y con atención.

— Namjoon, prométeme que jamás te juntarás con ellos — pidió Jimin.

— ¿Por qué?

— Son la basura del campus.

Namjoon no preguntó más, aquella revelación lo dejó con muchas ganas de querer saber los detalles pero prefirió no hablar y volteó su mirada hacia la ventana, donde un pequeño pajarito tomaba unas ramas para formar su nido.

— Voy al baño — dijo Jimin, mientras se levantaba de su silla y salía del aula.

Namjoon asintió y continuó mirando la gran hazaña del ave hasta que sintió alguien sentarse a su lado.

— Volviste rá-...

Sus ojos se abrieron grandemente, se quedó helado sin poder formular palabra alguna. El chico sentado a su lado lo miraba tan profundamente mientras acariciaba su brazo con sus largos dedos.

— Hola, guapo — saludó el chico sin dejar de sonreír coqueto.

Namjoon tragó en seco, el tacto del chico lo paralizó, se sonrojó de inmediato, no se dio cuenta que nuevamente hacían guerra de miradas hasta que se aclaró la garganta y puso su vista al frente.

— H-hola — saludó tímidamente.

— Así que tú eres el chico nuevo que recibió una beca — comentó el chico sin dejar de tocar el brazo de Namjoon. — Qué pequeño es el mundo. ¿No crees?

— E-eh... Sí, lo soy... ¿Y tú eres?

— Kim Taehyung, qué grosero he sido. Discúlpame por favor.

Su voz era grave pero serena, hablaba despacio pero con mucha elegancia, Namjoon asume que viene de una familia adinerada por su forma de vestir.

— Soy Namjoon.

— Que nombre tan sexy, Namjoon — contestó mientras escribía algo en un papel — te veías muy bien en la cafetería aquella tarde.

Namjoon estaba muy nervioso por la forma tan directa de ser del chico, ahora que lo vió de cerca, era mucho más hermoso de lo que imaginó, tenía un pequeño lunar casi invisible en la punta de la nariz, mejillas rosadas, ojos grandes y oscuros, cabello ondulado y muy brillante, era delgado, sus manos eran largas y suaves, delicado como una flor. Su presencia era impresionante. Robó las miradas de todos en el lugar y parecía que él sabía lo que provocaba.

— Piérdete — dijo Jimin, quién estaba parado frente a él con una clara muestra de molestia en su rostro.

— Sólo saludaba al nuevo — responde Taehyung suavemente fingiendo ofenderse por el trato y con una sonrisa burlona — ya me voy.

El chico se levanta no sin antes estirarle su mano al nuevo para despedirse correctamente, Namjoon corresponde por educación pero al juntar sus manos, un pequeño papel doblado dejó Taehyung, le guiñó el ojo y se acercó al grupo de jóvenes que conversaban en voz alta.

Namjoon cierra la mano y guarda el pequeño papel en su bolsillo del pantalón. Jimin miraba en dirección a los chicos con mucha rabia.

— ¿Te dijo algo? — Preguntó Jimin.

— Sólo me saludó — respondió Namjoon.

— Trata de evitar a Taehyung, a toda costa, es una víbora — susurró Jimin ante la mirada de sorpresa de Namjoon.

El chico asiente, no quería entrar en detalles, se sintió un poco abrumado con aquella interacción. Luego de unos minutos por fin la maestra había llegado para impartir su clase, el día de desarrolló con normalidad después de eso.

Ya por la tarde, Yoongi dejó luego a Namjoon en la tienda de libros y CDs para dirigirse a su estudio, en el transcurso de la semana iba a ayudarle a mover sus cosas al complejo de dormitorios de la universidad.

La monotonía del trabajo volvió y Namjoon extrañaba eso, limpiaba los estantes de CDs, los ordenaba por género y orden alfabético, acomodaba los libros en sus respectivos lugares, entraban y salían los estudiantes de secundaria para comprar sus cómics favoritos y así continuó su día laboral antes de que caiga la noche.

Pudo hablar con el dueño, él muy contento por el logro obtenido, le permitió trabajar en el turno de la tarde, así el no perdía su empleo y se mostró muy comprensivo con la nueva responsabilidad de Namjoon. Cree que el chico tiene mucho que dar.

Namjoon terminó su jornada laboral, luego de cerrar y devolver las llaves a Jay, caminó hacia la parada de bus, el trajín de su primer día de clases sumado al trabajo, lo tenían agotado y con un ligero dolor de espalda, esperó paciente hasta que llegara el bus y luego de unos 15 minutos, por fin llegó.

Se sentó en el primer puesto que vió desocupado, estaba agotado, sus ojos se cerraban y se durmió unos 20 minutos en el camino, luego de eso se sintió un poco más lúcido y después de otros 20 minutos contemplando las calles de la ciudad y el caminar rápido de la gente, llegó a su destino.

Compró en la tienda de la esquina un ramen instantáneo para cenar y se dirigió a paso lento hacia el edificio en dónde vivía. Se sentía tan cansado que no quería subir las escaleras, aprovechando que un par de vecinos entraban en el ascensor, se metió junto a ellos. Saludó con amabilidad y aplastó el botón del 5to piso.

Llegó por fin, y las puertas del ascensor se abrieron lentamente, se despidió de sus vecinos y entró a su departamento, quedó en hablar con el dueño durante esa semana para hablarle sobre su cambio de departamento.

Entró y tiró su bolso en algún lugar del piso de la pequeña sala, el ramen en la mesa y lo único que quería era ducharse. Las gotas de agua caliente mojaban su cuerpo sudoroso y limpiaban toda la suciedad del día.

Salió secando su cabello, se colocó una pijama y preparó su cena. Comió, limpió su mesa, se lavó los dientes y ya estaba listo para descansar pero recordó que Taehyung le había entregado un papel. Volvió otra vez a levantarse, fue hasta el cesto de ropa sucia y sacó el papel diminuto del bolsillo. Estaba nervioso, se sentía como en secundaria, lo abrió y era una pequeña nota en el que Taehyung lo invitaba a una fiesta del campus.

Sorprendido por la invitación, lo pensó un par de veces al recordar las palabras de Jimin pero más le pudo su curiosidad por conocer por cuenta propia al chico, y quedó en asistir a esa fiesta el viernes por la noche.

¿Qué podría pasar en una fiesta de la universidad?


Corregido: 20230507

Chico Del Museo ~ NamJinWhere stories live. Discover now