Chico Del Museo ~ NamJin

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Seokjin y Hoseok ya han llegado a la universidad. Caminan tranquilos cada uno en su mundo revisando sus redes sociales.

En los pasillos del campus pueden escuchar los murmullos de los chicos a su alrededor.

"Taehyung es una puta"

"Seguro el becado sólo quiere su dinero"

"¿Qué le habrá visto?"

"Es un don nadie"

"Vamos a ver si Taehyung no se aburre de él"

Hoseok miraba a su amigo con preocupación, a pesar de todo, Taehyung es su hermano, y aunque él mismo ha sembrado que los estudiantes hablen así, a Seokjin le duele.

El chico tenía ganas de golpear en el rostro a cada uno que hablaba mal de Namjoon, no era la primera vez que Taehyung usaba a los chicos así, sin importar si era hombre o mujer, los envolvía con su belleza, los convencía con palabras sutiles y lograba acostarse con todo aquel que quisiera, eso no le importaba a su hermano, le molestaba el hecho de que Namjoon sea uno de ellos. Era uno más del montón. Un nombre más en la larga lista de Taehyung.

Una vez más la tristeza invadió su ser, se sentía agotado y sin ganas de nada. Estaba derrotado. Llegaron por fin a su clase, se sentaron cada uno en sus respectivos escritorios, Hoseok mantenía una divertida conversación con un par de compañeras, era un chico muy popular por su forma de ser, era el alma de la fiesta, en cualquier lugar que él iba, se iluminaba con su presencia, era muy divertido y era fácil quererlo.

Seokjin por otro lado se encuentra callado y con su cabeza puesta en el escritorio, con pocas ganas de recibir los conocimientos del maestro, no dejaba de mirar aquella foto.

Un estúpido y patético, es como se siente en este momento, al ponerse de tal forma por un chico que apenas conoce. De alguna manera se siente traicionado, pero ¿cómo puede traicionarte alguien que nunca ha sido tuyo?

Se siente ridículo, siendo un adulto y aún pensar que la vida es como en las películas, en dónde te enamoras a primera vista de alguien y aquella persona te corresponde de igual manera, choca una vez más con la realidad de las cosas. La vida real no es así, en la vida te romperás el corazón, a veces no hay finales felices y muchas otras vives un amor unilateral. Ese es el que más duele.

Quiere arrancarse la cabeza de pensar tanto, sus piernas se mueven chocando entre sí, está lleno de frustración, pide permiso para ir al baño y camina sin ganas por los largos pasillos hasta llegar al lugar para mojar un poco su rostro.

Se mira en el espejo y sólo puede observar un estúpido chico ilusionado, lleno de miedo por lo que no es capaz de hacer, se siente con la necesidad de gritarle la verdad a Namjoon acerca de su hermano, pero, ¿quién es él para hacerlo?

Él no tiene ningún derecho a arrebatarle la felicidad al chico, si es que podría llamarse así. Una vez más ha pensado en los demás antes que en sí mismo. Se siente idiota, quisiera tener un poco más de malicia en su corazón pero no puede. Prefiere ver feliz al chico que le gusta con alguien más, aunque eso le cueste largas horas de dolor y llanto. Qué estúpido.

Se encierra en uno de los cubículos, haciendo un poco de tiempo hasta que su clase acabe, prefiere estar metido en el baño antes que escuchar las grandes charlas motivacionales de su maestro.

Comienza a tararear una canción, alguien ha entrado al baño pero poca importancia le da. Está distraído mirando al techo del lugar al que está por despegársele la pintura por falta de mantenimiento y no se da cuenta que una pequeña cucaracha caminaba hacia su pie.

- ¡AAAAAAAAHHHHHHH!

No lo pensó dos veces, el chico salió corriendo del cubículo gritando y saltando del miedo y se choca con la espalda del joven que estaba lavándose las manos.

Ante la sorpresa de ambos, Seokjin se escondió detrás del chico aferrado a su espalda, gritaba como una niña, el chico tan sólo se dejó abrazar, miró el motivo por el que Seokjin gritaba sonrió y mató a la cucaracha de un tirón.

- Ya se murió, Jin, tranquilo.

- Gracias, por Diooooooooos, esas cosas son horr...¿Namjoon?

- Hola Jin.

El chico por poco se desmaya de la impresión, casi se muere de la vergüenza, había estado todo ese tiempo gritando y aferrado a Namjoon que el miedo no lo había dejado ver con claridad. Los colores se le subieron al rostro y se separó del chico rápidamente.

- Dios, que vergüenza, yo... Lo siento.

- Tranquilo, todos tenemos miedo a algo.

"Tragame tierra", pensaba, había quedado como un completo lunático por tener miedo a una simple cucaracha, pero parecía que Namjoon no se sentía incómodo en absoluto, pues lo miraba con mucha ternura.

- ¿Te sientes mejor?

- Si, gracias. Gracias por matarla.

- No hay de qué, ¿Quieres salir de aquí?

Seokjin asintió y salieron juntos del baño. Namjoon lo acompañó hasta su aula y se despidieron, tenía una clase en ese momento que no podía darse el lujo de perder. Mientras regresaba a su clase, sonrió como un tonto, Seokjin era tierno, parecía un chico muy fuerte pero en el fondo era mucho más blando de lo que imaginó.

Se sentó en su escritorio y mientras acomodaba unos apuntes en su carpeta, recordó que Hoseok le había dado el número de Seokjin y decidió escribirle.

Namjoon al leer el mensaje sonrió bajito y guardó su teléfono para continuar con sus actividades. Tiene un ensayo que presentar para el día siguiente y no quiere distraerse con nada, pero vuelve a sonreír al recordar lo que acababa de suceder. Sus brazos delgados aferrados a él como si su vida dependiera de ello, ver el miedo en su rostro y la tranquilidad luego de que el insecto haya muerto. Se sintió como un héroe aunque sonara estúpido, una sensación de protección se posó en su pecho.

Después de su clase, fue a su trabajo como todas las tardes, en los momentos que no había clientela, hacía sus tareas, leía un par de hojas más de su libro y hablaba con Seokjin. Es muy fácil hablar con él, es divertido, todo se da de manera muy natural y genuina.

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