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Aquella tarde el sol no tenía intenciones de salir.  Grandes nubes grisáceas adornaban el cielo, cubriendo su bello color celeste y Namjoon se prepara para ir a BUKU en Itaewon.

— No lo olvides Nam, a las 9PM es la función. No llegues tarde, por favor — suplicaba Jin con ojitos brillantes mientras rodeaba su cuello para besar sus labios.

— No lo voy a olvidar, cariño. Solo tengo que grabar y no tomará mucho tiempo, prometo comprar tus palomitas con extra mantequilla.

— Eso espero. Sino, no habrá noche de travesura hoy.

— ¿Qué dices? Bueno creo que ya mejor me voy, se me hace tarde — hablaba con rapidez Namjoon haciendo reír a su novio que lo miraba con pleitesía y besó por última vez su boca para dejarlo ir.

Namjoon sale de la habitación de Jin rumbo a hacer su trabajo y éste esperaba a Jimin para jugar videojuegos.

La tarde se volvió fría y aunque le pareció un poco extraño, una sensación distinta se posó en su pecho, no estaba del todo tranquilo, Jin prefirió no prestar mucha atención a sus pensamientos y prefirió concentrarse en vaciar todo lo que podía de su nevera para cuando llegara su amigo.

Jimin llegó luego de unos minutos con una amplia sonrisa dibujada en su rostro y totalmente emocionado para la tarde de juegos.

— ¿Y Nam? — preguntó al llegar, al notar que solo se encontraba su amigo en casa.

— ¿Y yo estoy pintado? — contestó con notoria molestia arrugando la frente haciendo reír a Jimin que saltó a abrazarlo con fuerza. — Me romperás la espalda, Jimin.

— Eres el mejor amigo más celoso de todo el mundo, ¿Lo sabías?

— Lo sé y pues el señor Kim se fue a grabar al club. Tenemos una cita en la noche.

— Eso es genial, Jinnie. ¿Tienes comida? No he almorzado, me muero de hambre.

— Vaya que para ser pequeño eres muy hambriento hijo mío.

Ambos rieron y se dirigieron a la cocina para calentar los alimentos mientras conversaban de cómo estuvo la clase de danza de Jimin. Después que comió con mucho agrado, subieron a la habitación y se dedicaron a jugar durante todo lo que restaba de la tarde. Entre partidas ganadas y perdidas, los dos chicos disfrutaban de su compañía.

Justo cuando Jimin tuvo ganas de beber agua y se dirigió nuevamente a la gran cocina, su sorpresa fue enorme al no encontrarse solo en aquella habitación. Taehyung se encontraba comiendo directamente del bote de un helado que reposaba en el congelador.

— ¿Taehyung? T-tú...

— ¡Vaya que estás sorprendido! Hola Mimi. Hace mucho que no nos vemos.

— ¿Qué haces aquí?

— Vivo aquí, por si lo olvidaste. Y pues... Estaba muy aburrido en Japón. Creo que las cosas se están poniendo divertidas por aquí y quería verlo con mis propios ojos.

El sarcasmo con el que hablaba el chico frente a él, le pareció a Jimin tan molesto que formó un puño y soltó un bufido sonoro y salió de aquella habitación para correr escaleras arriba y comunicar sobre el recién llegado a su amigo.

— ¡Jin! — gritó Jimin al chico que estaba muy concentrado en su partida frente al televisor, con la mirada fija en su juego, ni siquiera escuchaba lo que su amigo le decía hasta que gritó por segunda vez con más fuerza.

— ¡Taehyung volvió!

Seokjin detuvo el juego y soltó el control para mirar fijamente a Jimin que estaba igual de sorprendido que él, se levantó y se acercó a su amigo que estaba parado sin moverse de la entrada de su dormitorio, aquella sensación en su ser durante todo el día, al parecer tuvo una razón de ser.

Chico Del Museo ~ NamJinOù les histoires vivent. Découvrez maintenant