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Namjoon está feliz. Se siente como en el paraíso. La biblioteca de la universidad tiene todos y cada uno de los textos que él siempre anheló leer y ahora goza de la libertad de poderlo hacer.

Arte, Literatura, Historia, todo. Se encuentra maravillado, muy alegre como un pequeño niño en la heladería, intentando elegir un libro.

Por fin escoge uno, se sienta en silencio en una de las mesa y pone toda su atención en la lectura. Cuando lee, el tiempo no pasa para Namjoon, se enriquese con los conocimientos que le brinda el autor y agradece a la vida por tan talento.

Luego de un largo rato, se estira sobre la silla porque estuvo mucho tiempo sentando en una misma posición, mira con agrado hacia la ventana, la soledad a veces se siente bien, pues le permite meditar y analizar a profundidad muchas cosas.

Decide que es tiempo de comer algo, mira la hora y se da cuenta que tiene algo de tiempo hasta su próxima clase, va lentamente caminando por los largos pasillos del campus, mientras pequeños grupos de estudiantes conversaban entre sí, observa al equipo de fútbol practicando, cruzó el gimnasio hasta llegar a la cafetería de la universidad.

Pide un sándwich y un té helado y decide salir para sentarse bajo un gran árbol. Mientras camina se da cuenta que aquel chico bonito está comiendo sólo también, lo piensa mucho antes de tomar la decisión de acercarse a saludar.

- ¿Puedo sentarme? - pregunta Namjoon.

Seokjin levanta la mirada para dirigirse al dueño de la voz y se vió muy sorprendido. No esperaba verlo hoy y menos con una preciosa sonrisa.

- H-hola, si...claro, adelante.

- ¿Ya no vas a escapar? No muerdo, tranquilo - comentó Namjoon mientras se acomodaba junto a él muchacho.

Seokjin sonríe nervioso y niega con la cabeza. No puede evitar ponerse rojo, la presencia de Namjoon lo paraliza, quisiera fingir que no le causa nada en su interior, pero un montón cosquillas como pequeñas mariposas revolotean dentro de su estómago.

Al principio comían en silencio, Namjoon lo miraba muy incómodo moviendo el sorbete de su bebida y se animó a iniciar una conversación.

- ¿Te gusta el arte?

- Si, mucho, encuentro mucha paz cuando voy a los museos y galerías.

- Yo igual, es como terapia gratuita.

Ambos rieron por el comentario y sólo unos minutos después, los chicos comenzaron a conversar de temas relacionados con el arte, se dieron cuenta que tenían muchas cosas en común, aunque Namjoon aún quisiera saber la razón por la que Seokjin se comportó de ese modo en esas dos ocasiones anteriores, pero aún no tiene la suficiente confianza para preguntar.

- ¿T-te gustan los videojuegos? - Pregunta Seokjin con mucha timidez.

- ¡Claro! A veces compito con los chicos de secundaria cuando van a mi trabajo.

- ¿En dónde trabajas?

- En una tienda de cómics y CDs. ¿Y tú?

- Mi padre es diseñador de modas y modelo para su marca.

- ¡Wow! Con razón te me hacías conocido de alguna parte. ¿No eres tú el del comercial de cerveza? ¡Oh sí! Sí eres. Eres tú. ¡Qué increíble! Estoy hablando con una celebridad.

- No es para tanto...

- Por supuesto que lo es, eres muy gua-... bueno, se nota que tienes mucho talento en el modelaje.

- ¿En serio lo crees? ¿Te gustaría ver unas fotos de mi última sesión?

- ¡Claro! Me encantaría.

Chico Del Museo ~ NamJinWhere stories live. Discover now