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Despierta ansioso. Hace un poco de frío, y a pesar todo está contento. Sale corriendo de su cama hacia el baño, aún le cuesta acostumbrarse a la nueva habitación. Es más pequeña, el eco de las voces del cuarto junto al suyo se pueden escuchar claramente. Menos mal, el estudiante que duerme ahí, no es tan bullicioso.

El agua caliente cae sobre su cuerpo haciéndole sentir más cálido, le ayuda a recuperar su temperatura normal, pero el frío choca al salir de la ducha y le hace sentir escalofríos.

Deja un camino de gotitas de agua a lo largo de la habitación, y se detiene frente a su nuevo armario, que ya no rechina, eso le hace sonreír.

Camisetas, pantalones y chaquetas. Aún no ha tenido tiempo suficiente para ordenar su ropa. Abre la gran maleta para buscar entre las prendas, algo que ponerse.

Es sábado y la amenaza del café con Seokjin por fin se cumplió después de dos semanas.

Apenas ha visto a Taehyung en la universidad, de vez en cuando le escribe para tener sus encuentros sexuales, los cuales están cargados de pasión y lujuria. Pero una vez han llegado al clímax. Todo continúa igual. La soledad vuelve a su habitación y también a su corazón.

Elige por fin algo decente que ponerse, se asoma por la pequeña ventana y se da cuenta que el cielo gris pretende mantenerse así por mucho tiempo más.

Namjoon repasa en su mente cómo va a saludar a Seokjin, qué es lo que dirá cuando lo vea, no quiere ser torpe. Es muy diferente hablar con alguien cara a cara que por una pantalla de celular, de alguna manera los nervios le están jugando sucio esta mañana.

Ha terminado de secar su cabello y con una camiseta sucia seca el camino de agua que dejó, antes de que mojen sus calcetines. Ordena su cama y acomoda sus almohadas sobre ella. Le da un vistazo a su dormitorio y sí, todo está en su sitio.

Sale del campus por fin, con sus manos dentro del saco que lleva puesto, respira profundo y camina a paso lento y constante hasta la parada de buses que lo llevará en dirección a la cafetería.

Luego de unos minutos de viaje, ha llegado, puede ver a pocas personas dentro del lugar, decide no entrar aún y se debate en si fumar o no mientras espera.

Sus pies se tambalean de atrás hacia adelante mientras se lleva el cigarrillo a la boca para aspirar el humo y soltarlo. Terminó de fumar y entra por fin al lugar. Se sienta en un espacio vacío y una amable mujer se acerca para tomar su pedido.

- Aún no, espero a alguien. Muchas gracias.

Mira en su reloj y marca las 9 de la mañana, espera pacientemente la llegada del chico que aún no aparece por esa puerta. Namjoon mantiene su mirada fija en la ventana por si lo ve.

9:20 y no hay señales. La espera se está volviendo abrumadora. Ante la mirada cálida que le da la mesera, él sonríe nervioso y continúa esperando, pese a que el estómago está empezando a reclamar por alimento.

Suspira pesado y está a punto de darse por vencido. Se dirige al baño por un momento y Seokjin en ese instante llegó al sitio, estaba un poco agitado, entró al lugar y miró a todos lados. La decepción se dibujó en su rostro al no hallar a Namjoon.

"Mierda, se cansó de esperar y se fue", dijo entre dientes con mucha frustración, nadie es lo suficientemente paciente para esperar por 45 minutos a alguien.

-¿Acaso busca a un joven moreno alto, bien parecido?- pregunta amablemente la mesera, que había estado presenciando todo desde el otro lado del mostrador.

- Sí, ¿hace cuánto se fue?

- No me he ido, Jin.

Su voz grave y calmada, lo hizo estremecer, se giró y ahí se encontraba, parado frente a él con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón y con una sonrisa en el rostro. Pareciera que era lo único que quería ver Seokjin, le devolvió la sonrisa y una mirada de culpa se posó en sus lindos ojos cafés.

Chico Del Museo ~ NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora