29

578 108 14
                                    

Nuevos sentimientos que tenía albergado en su interior por fin salen a la luz, Seokjin está feliz. Su corazón no puede con tanto amor, siente que en cualquier momento va a explotar.

De algún modo se siente ganador, Namjoon lo mira como siempre deseó que lo hiciera, toma su mano como si fuera lo más importante del mundo, de su mundo. Disfrutan de lo que les queda del fin de semana en la playa junto a sus amigos, que se encuentran tan felices como ellos mismos.

Namjoon cree que no se ha equivocado con ellos, son los mejores, son especiales. Están en sobre la arena, bajo el calor de una pequeña fogata, el ambiente se siente cálido, más que por el fuego, es por todo lo que tiene dentro de él. Se siente como en su hogar.

Durante esa mañana disfrutaron juntos del paseo en yate, se divertían como pequeños niños mientras bailaban y sentían el aire frío golpeando en sus rostros, pudieron regresar justo a tiempo para mirar el atardecer. El sol se escondía lentamente coloreando el cielo de diversos tonos, parecía que el cielo era fuego, como el que sentía Seokjin dentro de él.

Esa noche, al igual que la anterior, compartieron besos, miradas y la cama con Jimin, quien no se despegó de Seokjin jamás, pues se aferraba a él tanto como si se fuera a escapar en cualquier momento. A Namjoon no le molesta, sabe que al regresar podrá disfrutar de la intimidad con su novio lo que queda de las vacaciones.

Todos duermen, sólo las olas del mar a lo lejos se escuchan rompiendo en la orilla, Jimin duerme y Namjoon ronca como un oso. Seokjin ve maravilloso al chico durmiendo al otro lado de la cama, quiere tenerlo para siempre así, cerquita de él, quiere entregarle el mundo entero, quisiera que él se viera con sus ojos, que dejara de pensar que no es lo suficientemente bueno para él. Lo quiere todo con Namjoon. Es apenas el inicio de todo, sabe que en la ciudad será complicado, está consciente de que su hermano no permanecerá tranquilo ante la noticia, pero quisiera mantener el optimismo.

Nadie puede mandar en su corazón ahora.

Se queda despierto un poco más, sus ojos se quieren cerrar del cansancio pero más le puede el amor, se siente un poco ridículo, apenas llevan una noche como pareja oficial, pero quiere mirarlo más, sólo un poco más. Descubrir nuevas marcas en su piel, capturar en su mente y corazón cada facción, cada gesto, cada mínimo detalle. Namjoon poco a poco despierta, a pesar de que sigue oscura la habitación, puede notar los grandes ojos de Seokjin mirándolo con ternura.

¿Cómo es que no me di cuenta antes?, Namjoon pensó por un instante, no hubiera dejado pasar el tiempo, le hubiera pedido ser su novio mucho antes, se mantienen en silencio y se toman de las manos sobre su amigo que yace profundamente dormido.

¿Será muy pronto para decirte que te amo?, piensa Seokjin, sin dejar de acariciar con sus dedos, la cálida mano de Namjoon. No quiere sonar apresurado, pero quiere que éste momento, se repita por toda su vida. Sin importar cuántos obstáculos se interpongan en el camino, se siente posesivo, pero quiere que Namjoon sea sólo suyo y de nadie más.

Namjoon no dice nada, pues volvió a quedarse dormido, Seokjin suspiró profundamente y cerró sus ojos también, deseando que en el mañana, tener más tiempo para amarlo. Un poquito más.

Última noche en la playa, las olas rompían en sus pies descalzos

Ups! Ten obraz nie jest zgodny z naszymi wytycznymi. Aby kontynuować, spróbuj go usunąć lub użyć innego.

Última noche en la playa, las olas rompían en sus pies descalzos. Después de haber disfrutado todos juntos, Namjoon deseaba tener a Seokjin sólo para él.

El chico siente la brisa fresca sobre su rostro, se siente libre y sin preocupaciones, Namjoon lo mira con ternura y lo abraza por la espalda, Seokjin sonríe, su novio es cálido, lo apega un poco más hacia él y coloca su cabeza en su hombro. Son sólo ellos, el mar y la preciosa luna que los mira y brilla mucho más.

Se separan luego, las palabras sobran, se toman de las manos y caminan a lo largo de la orilla, Seokjin siente ya un poco de frío, frío que es disipado por los brazos fuertes de Namjoon, quien se apega a él lo más que puede, fundiéndolo en un suave abrazo.

El chico puede notar un poco de nerviosismo, acaricia su mano y como por arte de magia, Namjoon ha dejado de temblar. Ese es el poder que tiene Seokjin sobre él. Tiene miedo, miedo de depender tanto de su novio que hasta le cueste respirar si no está junto a él.

- ¿Por qué estás tan tembloroso?

- Tengo un poco de frío - mintió el moreno, sin hacer contacto visual con él.

- ¿Quieres que volvamos a la casa? Los chicos han de preguntar por nosotros.

- No, aún no. Tengo algo que darte - dijo Namjoon extendiéndole una pequeña caja color rosa. Seokjin lo miró y sus ojos se llenaron de lágrimas, la diminuta caja era simple y sencilla pero para el chico es lo más hermoso que alguien pudo haberle dado.

- Ábrelo.

Seokjin obedeció y con manos temblorosas abrió la cajita y en ella, un precioso anillo delgado y brillante. Sutil y delicado.

- ¿Nam, qué es ésto?

- Es un anillo de promesa. Quiero que al ver este anillo en tu dedo, recuerdes que prometo respetarte, cuidarte y protegerte, quiero que sepas que yo estaré para tí, aunque estemos separados, yo te pertenezco y no importan los problemas que vengan, sé que tienes miedo tanto como yo, pero quiero que sepas que aunque parezca un poco apresurado, te amo y no pienso dejarte, porque siento que tú fuiste creado para mí - dijo Namjoon con la voz quebrada sacando otro aro de su bolsillo, colocó el anillo en su dedo corazón y Seokjin hizo igual.

- No sé qué hice para merecerte, Jinnie, no sé qué hice en mi otra vida para que me vieras a mí, esto es más que un sueño hecho realidad. Somos jóvenes todavía y con muchos sentimientos y deseos, somos tan efímeros en esta vida, sólo me queda disfrutarte en el presente, ahora y sin importar lo que pase más adelante, quiero que sepas que me tendrás ahí para tí. Porque eres lo que siempre anhelé, sé que no te merezco, sé que no tengo nada que ofrecerte porque lo tienes todo. Pero lo único que puedo hacer es amarte, respetarte y protegerte mientras tú me lo permitas.

- Nam, yo...

El chico no dijo nada más, se lanzó a sus brazos y besó todo su rostro mientras lágrimas de felicidad rodaban por sus mejillas, lo besó tanto que sus labios estaban a punto de acalambrarse. Se aferraron el uno al otro como si sus vidas se fueran a acabar en ese mismo instante. Lo miró a los ojos y lo volvió a besar, era perfecto, reían entre besos, no quería soltarlo.

- No tienes idea Nam, que soy yo quien se siente dichoso de estar contigo.

Namjoon acariciaba con su dedo su mejilla, secando al paso las pequeñas lágrimas que salían de sus ojos, besó su nariz, aquella acción tan llena de ternura, llenó de calidez el corazón de Seokjin.

- Hobi tiene razón.

- ¿En qué?

- En que tendrás que esforzarte mucho para cuando me pidas matrimonio.

Namjoon soltó una carcajada y besó la mejilla de su novio, se tomaron de las manos y continuaron caminando por la fría arena. Llenos de amor, llenos de ternura y felicidad.

- Ya vamos a casa, estoy seguro que Jimin no dormirá hasta que lleguemos.

Y terminó aquella noche tan hermosa como jamás la hubieran imaginado. Estaba dicho, puede ser que Seokjin se haya enamorado primero de Namjoon, pero éste se enamoró más fuerte.

Y es perfecto.

Chico Del Museo ~ NamJinOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz