Capítulo 40: El demonio de la arrogancia

1.6K 129 264
                                    

No me puedo equivocar, este sonido es el de él, yo Agatsuma Zenitsu, no tengo pensado perdonarle.

Estaba corriendo junto a Inosuke, algo que no es de todo mi agrado porque esta pelea debe ser solamente mía, él no tiene nada que hacer aquí.

- Inosuke, cuando nos encontremos al demonio, déjamelo a mí, tu sigue directo al pueblo de Tomioka san.

- ¡Ha!

Inosuke se detuvo de golpe y como estaba por delante mío yo también tuve que detenerme, no sé la razón por la que se detuvo, pero él se giró y me sostuvo de los hombros para darme un cabezazo.

- ¡Auch! ¡¿Pero qué te pasa cerdo asqueroso?! – Le recriminé.

- Lo mismo te pregunto ¿Qué te ocurre Monitsu?

Él se cruzó de brazos esperando mi respuesta mientras que yo me sobaba la frente por el cabezazo que me dio.

- Mira, tengo asuntos pendientes con ese demonio, no quiero que interfieras.

- ¡Me niego!

- ¿Qué?

- Es un demonio fuerte, puedo sentirlo.

Este tipo.

- Mira Inosuke, en el pueblo de Tomioka san hay más demonios aún más fuertes que este, adelántate y pelea con ellos.

- ¡Me niego!

- ¡¿Y ahora por qué?!

En serio, me está sacando de mis casillas.

- Por qué los amigos no se abandonan.

- ¿Qué?

¿Inosuke, me ve como un amigo?

- ¿Por qué dices eso Inosuke?

- El haori de agua me dijo eso, los amigos jamás se abandonan.

¿Tomioka le dijo eso? Recuerdo que él también me dijo algo parecido.

"Bien, pero no estás solo, si necesitas ayuda tienes amigos a tu lado. No lo olvides."

Tomioka tiene razón, no debo ser arrogante para hacer a un lado a mis amigos, casi cometo el mismo error que "él".

Suspiré.

- Bien Inosuke, hagámoslo juntos.

- ¡Por supuesto!

Pero antes de poder dar un paso al frente, tuvimos que esquivar un árbol que se estaba cayendo en nuestra dirección. Este árbol fue cortado por una espada, no hay duda de eso, ya que el corte era demasiado fino.

- Vaya, vaya. Miren a quien me vine a encontrar.

Finalmente "él" se ha presentado.

- Kaigaku...

Su aspecto ha cambiado completamente a lo que recordaba; su piel se tornó pálida ganando unas marcas en forma de rayas onduladas en su cara, sus orejas se volvieron puntiagudas y su esclerótica es de color negro, conservando el color de sus ojos humanos teniendo estos ahora el kanji distintivo que lo acredita como la luna creciente seis.

- Ha pasado tiempo Zenitsu.

Inosuke se colca a mi lado después de saltar el tronco del árbol caído.

- Veo que sigues necesitando ayuda para todo, no has cambiado Zenitsu. En cambio, yo...

- ¿Por qué lo hiciste? – Lo interrumpí.

Después de la tormentaWhere stories live. Discover now