Capítulo 4: El examen de admisión y un demonio muy particular

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Por fin estamos a una noche de que dé comienzo el examen de admisión a la corporación, yo, Tomioka Giyuu, en estos momentos estoy practicando la undécima postura en secreto, ya que no quiero levantar sospechas, aunque no es tan poderosa como solía ser, quizás por mi actual estado, cuando la desarrollé tenía 19 años por lo que mi cuerpo era más alto y fuerte, ahora, con solo 13 años no puedo esperar que sea igual de poderosa.

Me encuentro en la montaña, aquí en este lugar se encuentran tres grande rocas cortadas a la mitad, prueba de que Makomo, Sabito y yo logramos obtener nuestro derecho de ir al examen, los demás ya se fueron a la casa del maestro, les dije que los alcanzaría en un rato, que quería practicar un poco más, Makomo solo me dijo que tuviera cuidado al regresar y se fue, siendo seguido por Sabito, hablando de él, fue muy emotivo para mí volverlo a ver, sabía que era un genio con la espada, pero lo que vi durante este año supero mis expectativas, tal como nos prometió nos alcanzó en poco tiempo, estoy seguro que será un gran pilar. Por otro lado, Makomo también es increíble, si pudiera catalogarla, según los niveles de la corporación, ella estaría al nivel de un Tsuchinoto que es algo así como un rango intermedio y sé que alcanzara un rango aún mayor en poco tiempo, quizás se vuelva la Tsuguko de Sabito.

Estoy por finalizar mi entrenamiento, pateo el tronco de un árbol y hago que varias hojas caigan.

- Respiración del agua, onceava postura, calma.

Me mantengo quieto y espero a que las hojas estén al alcance de mi espada, cuando lo están, desenvaino mi espada y sin moverme de mi sitio lanzo tajos por todos lados. Vuelvo a envainar mi espada y reviso que todas las hojas estén cortadas por la mitad, al verificarlo me doy por satisfecho, es hora de regresar con los demás.

- ¡Vaya! Eres muy bueno.

Me giro sobre mi eje con mi mano en la espada, esto me sorprendió, creí que estaba completamente solo. Cuando observo mejor quien hizo ese comentario, puedo notar que es un niño, parece de mí misma edad, tiene el cabello negro y corto, sus ojos son de color café y de su cuello cuelga una máscara de zorro con un patrón de espiral.

- ¡Tranquilo! No era mi intención asustarte.

- ¿Quién eres? – Le pregunto aun con la espada preparada.

- No soy tu enemigo, así que podrías bajar la guardia por favor – El niño me sonríe mientras levanta sus manos.

Lo observo detenidamente, no tiene cargando ningún arma, tampoco parece ser un demonio, así que quito mi mano de la espada, pero no bajare la guardia como él me lo pidió.

- Lo siento, me sorprendiste.

- Lamento haberte asustado – El niño hace una pequeña reverencia a modo de disculpa.

- No te preocupes, aun así ¿Quién eres? ¿Qué haces en este lugar?

El niño solo me sonríe y se acerca a la roca que partí.

- No solo eres muy bueno, también eres muy fuerte – Coloca su mano sobre la roca – De hecho, los tres lo son.

Volvió a esquivar mi pregunta, esto me empieza a irritar.

- Vuelvo a preguntar ¿Quién eres?

Y como si fuera karma, este niño me ignora. Ahora entiendo porque Kocho se molestaba conmigo.

- La verdad, estábamos preocupados por ustedes, pero estoy seguro de que regresaran victoriosos.

- ¿Estábamos?

¿Por qué habla en plural? Significa que hay más personas aquí. Vuelvo a colocar mi mano sobre la espada, pero el chico ni se inmuta.

- Antes solíamos vivir aquí, como ustedes – Sonríe tristemente – Y como ustedes, queríamos mucho a Urokodaki san.

Después de la tormentaWhere stories live. Discover now