Capítulo 57: El rey de los demonios (Parte V)

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Esta batalla cada vez se está intensificando más, yo Makomo, trataba de seguir el ritmo de mis compañeros, pero al ser la única que no tiene una marca de cazador, lo único que puedo hacer es servir como apoyo.

Todos estábamos atacando sin parar y sin darle un respiro a Muzan, no podemos dejar de hacerlo ya que este demonio es ridículamente poderoso, aunque hay algo que nos da cierta ventaja.

Tengo que admitir que, aunque sus ataques sean rápidos y peligrosos, me doy cuenta de que sus ataques son los de un novato, es como si solo atacara por puro instinto.

Es posible que Muzan nunca haya estado en la necesidad de aprender a pelear en toda su vida, creo que Muzan dejaba que sus demonios hicieran todo el trabajo sucio y él solo se dedicó a pasar desapercibido.

Si lo comparo con la cuarta luna superior, los ataques de Hantengu o, mejor dicho, Zohakuten, eran más pulidos. Incluso las estocadas de Aizetsu eran más precisas y se notaba la técnica que tenía con la lanza.

Pero Muzan... sus ataques son muy directos, incluso me atrevería a decir que son algo improvisados, aunque eso no le quita la letalidad de los mismo, un solo corte podría a llegar a ser fatal.

Sin embargo, lo más notorio que he detectado y parecer ser que Muzan no se ha dado cuenta, es que...

- ¡Cuidado Makomo!

La advertencia de Kanae hizo que volteara hacia mi derecha y me di cuenta de que uno de los látigos de Muzan se dirigían hacia mí. Bloqueé ese ataque con mi espada, pero por la fuerza con la que venía, me terminó por aventar hacia atrás.

Mientras volaba, me di cuenta de un pequeño rasguño en mi hombro izquierdo, quizás no pude bloquearlo del todo y la punta filosa del hueso logró cortarme.

Antes de siquiera poder reponerme en el aire, sentí como alguien me sujetaba y al voltear hacia atrás, me relajé un poco al saber quién me había atrapado.

- ¿Te encuentras bien?

Yo solo asentí ante la pregunta de Sabito y los dos aterrizamos suavemente. Antes de que Sabito me dijera algo más, los gritos de Shinazugawa nos hicieron mirar hacia el frente.

- ¡¿Qué ocurre malnacido, no qué muy poderoso?!

- Si que eres escandaloso – Le responde Muzan.

- ¡¿Y eso qué?! ¡Seguiré cortando, seguiré atacando hasta haberte derrotado!

Shinazugawa claramente atacaba con todas sus fuerzas, y no era el único.

- Respiración de la serpiente. Primera postura: Corte de serpiente retorcida.

Iguro estaba atacando a Muzan por su flanco derecho, el demonio logró contenerlo, pero dejo su otro flanco desprotegido, o eso parecía.

- Respiración del viento... ¡Arg!

Uno de los látigos de Muzan logró alcanzar a Shinazugawa y ahora mi compañero tiene un corte horizontal por todo su pecho. Shinazugawa se semi arrodilló y no se percató del segundo ataque por parte de Muzan.

- Respiración del sonido. Primera postura: Rugido.

El pilar del sonido, Uzui, había aparecido de la nada y terminó por cortar ese látigo que se dirigía hacia la cabeza de Shinazugawa.

- Deberías ser más extravagante y no permanecer en el suelo.

- ¡Calla!

Después de ese pequeño intercambio de palabras, Uzui se dirigió hacia Muzan para atacarlo, pero Shinazugawa seguía arrodillado, es como si no pudiera moverse más, además de que se ve que está teniendo dificultades para respirar.

Después de la tormentaWhere stories live. Discover now