Capítulo 55: El rey de los demonios (Parte II)

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Estaba agotado, tal vez yo no estoy en el campo de batalla, pero aun así yo, Ubuyashiki Kiriya, estoy cansado. Desde que esta batalla comenzó, no he dejado de dar indicaciones y de pensar en distintos planes, siempre considerando la seguridad de mis valientes niños.

Muchos de ellos han muerto, el más reciente ha sido Masachika Kumeno, esto debe ser un gran golpe para Sanemi, pero por el momento lo está sobrellevando.

- Kanata ¿Cuánto falta para que amanezca?

- Una hora y media, Oyakata sama.

Esto no está bien, aún falta mucho para que el sol aparezca por el horizonte, y el estado de Gyomei, Sanemi, Kyojuro y Sabito no son las mejores, además de que Tanjiro y Nezuko parecen estar fuera de combate por el momento.

El que en peor situación se encuentra es Giyuu, lo último que pude ver de él fue las precarias condiciones en las que se encontraba, sus heridas eran tan graves que en cualquier momento podría morir.

Aunque su hermana haya intentado detenerle la hemorragia, lo primordial es evacuarla de ese lugar, al escuchar las palabras de Muzan me dieron a entender que ella es clave para alcanzar la inmortalidad que tanto desea.

- ...sama.

Pero el cuervo que estaba más cerca de ella ha sido asesinado, los otros cuervos que tenemos como apoyo no se han podido acercar debido al largo alcance de Muzan.

- ...yaka ... ma.

¿Qué debería hacer? Mandar a mis niños de bajo rango a que la escolten fuera de ahí, ¡No! No puedo hacer eso, si les doy esa terrible orden ellos literalmente se convertirán en carne de cañón y Muzan podría hacerse de sus fuerzas.

- ¡Oya... sama!

Si tan solo fuera más inteligente, si tan solo fuera capaz de prevenir las cosas como lo hacía mi padre, si tan solo fuera...

- ¡OYAKATA SAMA!

Después de escuchar el grito de Kuina llamándome, sentí como ella me daba una fuerte cachetada en mi mejilla izquierda. El golpe fue tal que me tiró levemente al suelo.

Ahora que estaba semi recostado en el piso, coloqué mi mano sobre mi mejilla mientras miraba como Kuina se acercaba hacia mí y me tomaba por mi ropa.

- ¡Despabile Oyakata sama! ¡¿Cuáles son sus siguientes ordenes?! ¡¿Qué es lo que debemos transmitir a aquellos que están arriesgando sus vidas?!

- ¿Kuina?

- ¡No puede quedarse callado en estos momentos! ¡Debe guiarnos y pensar en el siguiente movimiento!

- ¿Nee san?

- ¡Recuerde lo que nos dijo nuestra madre!

Madre...

"Guía a nuestros niños con valentía y sabiduría, explícales que hacer en esta batalla. La voluntad de tu padre y de nuestros ancestros ahora están contigo."

Es verdad madre, no puedo dejar de guiarlos en esta crucial batalla, tengo que seguir pensando en los siguientes movimientos que haremos.

- Muchas gracias, Kuina.

- Si.

- Ustedes también, Hinaki, Nichika y Kanata. Estoy feliz de tenerlas a mi lado en estos momentos.

Mis hermanas solo asintieron.

- Bien, nuestra prioridad es alejar a Tsutako san lo más lejos de Muzan. ¡Háganselo saber a los demás pilares!

Después de la tormentaWhere stories live. Discover now