Parte 05

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Me coloque un vestido brillante de color azul marino que solo tenía un tirante y me llegaba a la mitad de mis muslos, dejé mi cabello suelto y baje corriendo las escaleras mientras me llenaba de perfume, ahora me tocaba un reto difícil, mi madre me había dicho que papá se encontraba en la oficina así que es momento de enfrentarlo. Abrí la puerta de golpe creyendo que él estaría solo ahí pero no fue así, frente a él se encontraba un hombre de tez blanca que llevaba puesta una camisa de botones color negra acompañada de un pantalón liso del mismo color.
Aitana: oh...buenas noches.- me puse nerviosa al notar que había interrumpido algo, a mi padre le molestaba tanto que yo hiciera eso, esta es la tercera vez que lo hago y sé que con su mirada me está crucificando, me acerque a él mientras trataba de bajar lo más que se pudiera mi vestido para que no me hiciera subir a cambiarlo- papá, Acacia y Dylan me invitaron a salir hoy, mi madre ya sabe y me dió permiso.- conocía la profundidad de sus ojos y lo que intentaba decirme a través de ellos, mi corazón se hacía pequeño mientras temblaba dentro de mi pecho.
Papá: espera un momento, Aitana, estoy arreglando un asunto.- su mirada parecía que preparaba todo un arsenal en mi contra.- espérame afuera ¿quieres?, ahorita hablaremos de eso.- aún así decidí insistir.
Aitana: pero papá, mis amigos ya llegaron y me están esperando afuera.- me acerque más haciendo un puchero, tratando de recordarle por milésima vez a Aitana bebé, le dí un beso en la mejilla y escuché cómo suspiró.- Gracias.- sonreí llena de alegría y corrí hacia la puerta sintiendo cómo mis zapatos se aferraban al piso, estando ahí me dí la vuelta para mirar al hombre que seguía sentado sin hacer un solo movimiento ante tal discusión.- oh, y lo siento por ser tan inoportuna, señor, sigan con lo suyo.- el hombre asintió sin decir una sola palabra.- ¡no me esperes, papá, te amo!- grité y cerré la puerta antes de tener que escuchar una palabra de arrepentimiento, afuera de la cocina estaba mi madre quien tenía un Nugget en la mano.
Priscila: ¿cómo te fue?- le sonreí aceptando el Nugget que ella dirigía a mi boca.- eso es un sí, ve con cuidado y diviértete por mí.
Aitana: gracias, te amo.- dejé un beso fugaz en su mejilla y corrí hacia la salida.
Afuera me esperaban mis amigos dentro del auto, Dylan me abrió la puerta para que subiera en los asientos traseros junto a Acacia, en el lado del copiloto iba un invitado extra que no conocía y que tampoco me interesaba conocer, hasta el momento.
Pasamos un rato en carretera, siempre que íbamos juntos en el auto poníamos música a un volumen muy alto y hacíamos un mini karaoke, el chico desconocido también se unió al canto cómo sí ya nos conociéramos de toda la vida, su cabello era café pero tenía mechones grises, además llevaba un piercing en la nariz y parecía ser de nuestra de edad, se llama Mauricio.
Llegamos al club, afuera estaba decorado con algunas luces neón que rodeaban la entrada de este, afuera había guardias de seguridad abriendo y cerrando el famoso listón rojo, había fila para entrar y por un momento me sentí decepcionada, Acacia se acercó a los guardias de seguridad y les dijo algo que no logré escuchar, ellos enseguida abrieron el listón y nos invitaron a pasar. Caminamos por un pasillo que tenía luces parpadeantes y nos adentramos enseguida a la pista de baile, las luces viajaban de un lado a otro al ritmo de la música, caminamos entre la gente y nos dirigimos a la barra.
Acacia: ¿qué quieres tomar?- fruncí la nariz, esa fue una respuesta demasiado clara para ella, le dijo algo al hombre que servía las bebidas y este enseguida asintió. Dylan me tomó de la mano y me arrastró a la pista de baile, recibí algunos empujones pero rápidamente me dieron el espacio necesario para poder bailar, lo que se escuchaba parecía ser un mix de varias canciones de reggaeton, comencé a bailar con mi mejor amigo, moviendo las caderas y tratando de disfrutar cada sonido escondido de la música, a nuestro lado llegó Acacia acompañada de Mauricio, quien traía dos vasos con un líquido amarillento y cubos de hielo, a pesar de que le dije a Acacia que no quería beber, ella me entregó un vaso y me guiñó un ojo, siempre lo hacía.
Ella se dió la vuelta dándome la espalda y comenzó a bailarle a Mauricio, este la tomó de las caderas uniéndose a ella en ese ritmo apasionado, baile a mi estilo, sola, Dylan solo tomaba mi mano mientras bailaba en su lugar, sin propasarse ni insinuar absolutamente nada.
Estuvimos así por largos minutos, mis pies comenzaban a doler debido al tacón alto, mis amigos estaban armando un buen equipo de baile, así que aproveche para regresar a la barra y tomar un poco de aire, el olor a tabaco comenzaba a causarme problemas en la respiración y me era difícil tomar el aire necesario.
Xx: te invito un trago.- me quité las manos de la cara y me gire a ver al hombre que se encontraba a mi lado, parecía simpático pero no lo suficiente para agradarme, negué.- prepárame 2 vodka.- le dijo al chico que ahora limpiaba la barra, este asintió y comenzó a servir.
Aitana: te dije que no.- lo miré fijamente, este sonrió coqueto y colocó su mano en mi pierna, el chico de la barra colocó los vasos frente a nosotros y enseguida aproveché para tirarle el líquido encima, algunos hielos lograron caer dentro de su camisa, este se levantó lanzando humo por las orejas y me tomó de la mandíbula con fuerza, gracias a los golpes bajos que mi padre siempre me recomendaba dar, logré salir de ahí, mis amigos estaban en el centro de la pista, y a pesar de que algunos de los que estaban en la pista lograron ver lo sucedido, ninguno se acercó o dijo algo, por lo tanto, mis amigos no pudieron darse cuenta. Caminé entre la gente y salí del club para tomar un poco de aire.

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