Parte 09

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Han pasado unos cuántos días desde la compra del restaurante, hemos estado desde entonces, tratando de remodelar el interior de este y así organizar la fiesta de inauguración, Acacia ya había renunciado a su trabajo y ahora estaba igual de emocionada que nosotras por la decoración del lugar, mi padre seguía trabajando, así que hasta el momento solo éramos nosotras 3 contra el desastre.
Mi padre compró varios botes de pintura, azulejos nuevos que pondría un hombre más tarde, también llegarían las nuevas mesas y asientos, además colocaríamos candelabros y una nueva caja registradora.
Acacia: mierda, esto es demasiado cansado.- se acercó a mí mientras se limpiaba el sudor que resbalaba por su frente, en su mano derecha traía una brocha llena de pintura roja.- tu madre tiene un buen gusto para la decoración, sin duda este será un restaurante muy elegante.
Aitana: ella está muy emocionada.- sonreí con ilusión al ver cómo mi madre limpiaba las últimas telarañas.- se despierta desde muy temprano para preparar el desayuno y estar lo más pronto posible acá, me da gusto que ahora pueda cumplir su sueño.
Acacia: por mi parte puedo decirte que me empeñaré en exageración para que este lugar quede tal y cómo ella lo sueña, lo prometo.- levantó su mano derecha, pase mi brazo por sus hombros y pegue mi cabeza a la de ella.- bueno, sigamos con esto y no perdamos más tiempo.- la solté y se dirigió a la pared pendiente, yo me ocupaba de pintar las partes más altas, por suerte tenía una escalera para apoyarme y a la vez sostener el bote pequeño de pintura. Escuché las pequeñas campanas sobre la puerta y miré a la persona que entraba, se trataba del señor que colocaría los azulejos en la cocina, traía en sus manos el material necesario y detrás de él también llegaba uno de los ayudantes con más material.
Priscila: ¡pasen, pasen!- dejó la escoba a un costado de la caja registradora y se dirigió a los hombres que entraban sonrientes. Nos saludaron cortésmente y entraron en la cocina acompañados de mi madre.
Habíamos puesto música a un volumen considerable para poder hacer todo con más emoción, de vez en cuándo miraba que Acacia bailaba mientras deslizaba la brocha por la pared y reía. Comenzó a sonar una canción de Romeo Santos, esas canciones eran características de Acacia, me giré a verla y ella dejó la brocha en el suelo para después dar pequeños brinquitos a dónde yo me encontraba, me obligó a bajar de la escalera casi a tropezones y me tomó de la cintura para hacerme bailar a su ritmo, comencé a reír por la forma en la que cantaba y en la manera tan inesperada de bailar, me uní a su baile tratando de disfrutar junto a ella el momento, abrió nuestros brazos y me hizo pasar por debajo de ellos en una vuelta con movimiento de caderas, me picó las costillas y me era difícil salir de su abrazo, así que solo reía cómo niña pequeña. Las campanas volvieron a sonar pero ni siquiera nos habíamos dado cuenta de ello por haberle subido el volumen a la música, en una vuelta Acacia me soltó y se quedó quieta mirando hacia la puerta, yo hice lo mismo desapartando un mechón de cabello que se había situado en mis pestañas.
Aitana: oh, cierto, olvide que vendrías.- me acerque a él y tomé los documentos que había extendido hacia mí, sin embargo, sus dedos se aferraron a ellos cómo sí sus pensamientos se hubieran perdido.
Acacia: ¿ustedes se conocen?- me giré para ver a mi mejor amiga, ella nos señalaba a ambos con el dedo índice y tenía una sonrisa picarona decorando sus labios carnosos.
Aitana: sí, él le vendió este lugar a mis padres.- sonreí con tranquilidad, entonces sentí que el agarre que él había puesto en los documentos se había debilitado y me permitió tomar la carpeta.- ¿tú lo conoces?
Oliver: somos primos.- los miré a ambos sin poder creer lo que había escuchado.
Acacia: sí, él también es el dueño del club al que fuimos el miércoles ¿recuerdas?- asentí, ella se acercó y le dió un abrazo a su primo, este enseguida le correspondió.
Aitana: que cosas tan inesperadas.- reí.- pues mucho gusto otra vez, Oliver.
Oliver: lo mismo digo, Aitana.- me sonrió con amabilidad y después sacó unas llaves de su bolsillo trasero del pantalón.- mira, estas son las llaves originales, se las quería entregar personalmente a tu padre pero veo que no está.
Aitana: sí, él está trabajando, pero mi padre me dijo que vendrías a entregarme el título original, solo que lo había olvidado.
Oliver: ¿ustedes se están encargando de remodelar el lugar?- asentí cruzando mis brazos a mi espalda y mirando las paredes.- vaya, esto me recuerda a cuándo estaba en preescolar y el profesor me regañaba por mi manera de pintar, me decía que no me decidía para que lado dirigir el color.
Acacia: diablos, Oliver, ¿qué estás tratando de decir?- lo miró amenazante y él levantó sus manos en forma de defensa.
Aitana: eso sonó gracioso, pero estás insultando nuestro esfuerzo, ¿quieres intentarlo?- tomé la brocha que había apoyado en la escalera y se la entregué, este vaciló un poco pero al final la tomó.- muéstranos cómo se hace.- me cruce de brazos dando un paso hacia atrás, Acacia hizo lo mismo pero sin poder controlar su risa.
Oliver: vean cómo se hace, niñitas.- metió la punta de la brocha en el bote con pintura y después comenzó a deslizarlo en una sola dirección en la pared, miré a mi mejor amiga y ella se divertía con lo que estaba viendo, se acercó lentamente y humedecio la punta de su dedo para después pintar la mejilla de Oliver, este la miró ofendido.- no, eso no se hace, entiendo que por tu edad eres demasiado inmadura pero no debes de hacer eso.- se inclinó un poco para mancharse el dedo y después pintarle un mechón de cabello a Acacia.
Acacia: ¡no, mi cabello Oliver!- apartó el mechón manchado del resto de cabello y corrió dramáticamente al baño, él me entregó la brocha.
Aitana: ¿Qué edad tienes?- pregunté curiosa, él me miró por unos segundos y después aclaró su garganta.- sí, soy demasiado curiosa, y más porque le dijiste a mi mejor amiga que entendías su inmadurez por la edad que tiene.
Oliver: tengo 29 años, bueno casi 30.- sonrió nervioso y avergonzado.
Aitana: vaya.- sonreí.- ¿debería de hablarle con más respeto, señor?- él arrugó ambas cejas sin dejar de mirarme.- me refiero a que no debería tutear.
Oliver: yo creo que esa seria una exageración, Aitana.- burló.- puedes hablarme cómo si yo fuera uno más de tus amigos, no tengo problema con eso.- asentí, mi mejor amiga salió del baño exprimiendo el mechon que anteriormente había sido manchado, llegó a dónde nosotros y le dió un leve golpe en el hombro a Oliver, este fingió dolor.
Oliver: bueno, chicas, yo me voy.- abrazó a su prima y le dió un suave beso en el cabello.
Acacia: ¿irás a la fiesta de aniversario de mis padres?- sus ojos parecían los de un gatito, brillantes y convencedores.- no digas que tienes cosas que hacer porqué Axel puede cuidar del club, sabes que ellos te adoran y yo también, por favor.
Oliver: está bien, está bien.- puso los ojos en blanco y después burló.- dile a mis tíos que iré, ¿me puedes enviar la dirección del lugar? - ella asintió con emoción.- ahora sí me voy, tengo muchas cosas que hacer.- me miró y extendió su mano hacia mí con educación.- ¿nos vemos luego?
Aitana: claro, ve con cuidado.- él asintió con una sonrisa y después soltó mi mano. Le dijo adiós nuevamente a Acacia y después salió del lugar, lo observamos irse en su auto negro.- bueno es momento de continuar, dejaré esto en el bolso de mi madre.- ella asintió colocándose un sombrero de periódico y comenzó a pintar su lado de la pared, después hice lo mismo yo.

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