Capítulo 79

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Oliver insistió en llevarme a casa, él sabía lo molesta que estaba por la escena de hace rato, me quedé mirando a través de la ventana cómo los árboles y autos pasaban, algunos más rápido que otros.
El auto se detuvo en un lugar sin mucha iluminación, me giré para mirarlo y él apagó el motor del auto para después mirarme.
Aitana: ¿por qué nos detenemos aquí?- se frotó el puente de la nariz.- necesito ir a casa, estoy cansada.
Oliver: hemos tenido demasiadas peleas últimamente, lo cuál no es normal, por supuesto que las parejas pelean de vez en cuando pero no casi todos los días.- suspiró.- sé que últimamente estás llena de trabajo, con cosas de la academia y aparte con el desempleo de tu padre...- lo interrumpí.
Aitana: eso no tiene nada que ver con lo que está pasando entre nosotros, Oliver, las cosas de mi casa no las desquitó contigo y las de mi trabajo o escuela las dejo ahí en ese mismo lugar, sabes el porque estoy así, te dije hace rato que tus escenas de celos me estaban haciendo sentir incómoda.- dejó de mirarme y se recargó en su asiento.- me haces sentir mal, incluso llegó a pensar que no confías en mí fidelidad y tampoco en el amor que siento por ti, incluso me pediste matrimonio, y estoy segura de que eso solamente lo dijiste para mantenerme segura a tu lado.
Oliver: Aitana, lamento que mis celos te hagan sentir de esta manera, a veces me es imposible controlarlos.- suspiró.- quizás la diferencia de edad me hace pensar muchas cosas.
Aitana: ¿entonces tu problema empieza desde la diferencia de edad?- burle irónica y él no respondió.- carajo, Oliver, ¿de verdad me amas?
Oliver: ¿qué pregunta es esa?, por supuesto que te amo, cada día más y como un completo loco.- suspiró.- y por eso me preocupo.
Aitana: ¿pero de qué te preocupas? ¿de que vaya a coger con otro hombre?- un silencio se apoderó del pequeño espacio entre nosotros, hizo su asiento hasta atrás y se inclinó para hacer lo mismo con mi asiento, además de eso, recostó el respaldo de este.
Se brincó de un lugar a otro, ahora lo tenía encima de mí, con sus piernas entre las mías y sosteniendo mis rodillas junto a sus costillas.
Aitana: ¿qué haces?- sus labios atraparon los míos en un beso candente, su lengua acosaba a la mía que se sentía rígida por la sorpresa.- Oliver.- dije entre el beso, sus dientes mordieron mi labio inferior y lo succionaron a la vez, mientras hacia eso sentí su mano entrar por mis jeans y tocar por debajo de mi ropa interior, sentí suaves movimientos circulares que me hicieron estremecer y solté un gemido, sentí sus besos bajar por mi cuello y quedarse por unos segundos en mi clavícula, luego volvió a subir, comenzaba a sentir el calor apoderarse de mi cuerpo, mi espalda se sentía caliente sobre el asiento y mis manos se aferraban a la mano de Oliver dentro de mi pantalón. Metió dos de sus dedos en mi con lentitud y comenzó a penetrarme lentamente convirtiendo eso en una tortura para mi cuerpo, me mordí el labio inferior tratando de controlar mis gemidos pero me era inevitable, los movimientos eran tan lentos que era molesto para mí.
Aitana: Oliver...por favor...- le implore que lo hiciera más rápido pero ignoró mi petición.
Oliver: no quiero que vuelvas a decir eso ¿está claro?- no podía hablar por los gemidos ahogados, miré hacia arriba pero él me obligó a mirarlo de nuevo tomándome del cuello con brusquedad pero sin lastimarme.- respóndeme, Aitana, dí que eres mía.
Aitana: soy tuya, Oliver.- mi voz sonó entrecortada, una sonrisa victoriosa se formó en sus carnosos labios, sacó sus dedos de mi cuerpo y se encargó de quitarme la ropa de la cintura para abajo, después él se bajó el pantalón y su calzón, acaricié suavemente su miembro y él me retiró las manos colocándolas a cada lado de mi cabeza. Sentí cómo comenzó a frotarse en mi entrepierna causandome escalofríos, entró en mi de un solo golpe haciéndome soltar un gemido fuerte, me cubrió la boca con su mano y la otra la metió por debajo de mi sostén. Sus gemidos me volvían loca y me causaban más excitación, podía escuchar el choque de nuestra piel, era satisfactorio, mi excitación fue interrumpida por el sonido de mi celular en el portavasos.
Aitana: espera, déjame contestar.- me levanté un poco y él aprovechó para cambiar de posición, ahora yo estaba encima de él. Tomé mi celular y deslicé el botón verde.- hola, papá.- aclaré mi voz tratando de no sonar agitada.
Papá: llamaba para saber si ya estás de regreso, es tarde y me preocupa que estés sola en la calle.- miré a Oliver, movía sus caderas y sonreía con picardía.
Aitana: no, papá, Oliver al final aceptó ir conmigo y nos alcanzó en el restaurante.- esto último casi lo dije inaudible por el gemido que me quiso traicionar.- estoy de camino a casa.- Oliver me atrajo a su cuerpo, quedé recostada sobre su pecho, él me abrazó por la cintura y comenzó a penetrarme con rapidez.
Papá: de acuerdo, entonces te esperaremos aquí, tu madre preparó tarta de manzana, puedes invitar a Oliver.- mordí mi labio inferior con fuerza y comencé a golpear el pecho de Oliver.- ¿todo bien, Aitana?
Aitana: eh... sí papá, dejé un espacio en mi estómago, creo que ya sospechaba que cenaría algo más esta noche.- reí nerviosa.- entonces nos vemos en un ratito.
Papá: de acuerdo, cariño, con cuidado.- no respondí nada y colgué con urgencia dejando caer mi celular a mi costado, Oliver me mordió el lóbulo de la oreja y después me miró fijamente mientras sus penetraciones se intensificaban.
Oliver: te amo, Aitana, cómo nunca antes había amado a alguien.- me sonrió, era increíble la manera en la que me estaba cogiendo y a la vez me estaba mirando con tanta dulzura.- y como seguramente nunca amaré a nadie más, a menos de que sea nuestra hija.- sonrió y me besó lentamente.
Aitana: Oliver...- me abrazó nuevamente con fuerza empujando sus caderas, mis piernas empezaron a temblar al igual que el resto de mi cuerpo y me separé de su boca para gemir con libertad. Unas penetraciones más y besos apasionados lograron que Oliver también llegará a su climax, sus manos me apretaron las nalgas con fuerza y sentí la debilidad en sus caderas. Me dejé caer sobre su pecho con mi respiración acelerada y él recorrió los mechones húmedos de mi cabello que se habían quedado sobre mi frente.
Oliver: me gustaría llevarte a mi casa.- negué abrazándome a su cuerpo cómo sí yo fuera un koala.
Aitana: mis padres me están esperando para comer tarta de manzana.- suspiré.- mi padre me dijo que podías quedarte a cenar.
Oliver: de acuerdo, solo por esta vez dejaré pasar este tema tan importante ¿de acuerdo?- acarició mis muslos con su dedo índice y dejó un beso en mis labios.- esperemos a que tus mejillas dejen de estar tan sonrojadas y nos pondremos en marcha.
Aitana: de acuerdo.- relajé mi cuerpo sobre el de él, no sabía si le era incómodo pero tal parecía que no.- en dos meses tendré una presentación en la academia, ¿quieres ir?
Oliver: ¿y esa pregunta?- sonrió.- por supuesto que quiero asistir, nada me haría más feliz que verte haciendo lo que tanto te gusta, estaré en primera fila, si tú me lo permites.
Aitana: por supuesto que sí, me hará muy feliz saber que mi familia estará ahí.- me miró.- tú eres parte de mi familia.

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