Parte 48

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Aún faltaba un poco de tiempo para mí hora de salida, había decidido trabajar tiempo extra para así juntar más rápido la cantidad que le debía a Oliver, seguía molesta con él, no respondía sus mensajes la mayoría de veces e ignoraba sus llamadas, quizás estoy siendo un tanto extremista pero sentía celos y eso no lo podía evitar.
Acacia me había preguntado un par de veces por él hoy pero solo me encogí de hombros haciéndole ver qué no tenía comunicación con su primo, Dylan quedó en venir por nosotras para dar una caminata nocturna después del trabajo y arreglar nuestras diferencias, ambas aceptamos, no queríamos estar más tiempo molestos, somos mejores amigos.
Madre: mi pequeña.- me abrazó por la espalda dejando un beso en mi mejilla y después me miró sonriente.- Dylan está afuera, le regañe por haber causado ese accidente, él se disculpó conmigo y dijo que estaba muy arrepentido, incluso me regaló un dulce de coco.
Aitana: es un regalo de arrepentimiento.- asintió quitándole la envoltura al dulce.- bueno, me iré ahora entonces, ¿papá pasará por ti?
Madre: seguro que sí, hace un rato me llamó y me dijo que compraríamos sushi para la cena ¿no es eso increíble?- hice un gesto con la nariz y ella sonrió.- pedimos pollo crunch para ti.
Aitana: de acuerdo, llegaré temprano.- asintió recibiendo mi beso de despedida y después de quitarme el delantal salí del restaurante. Acacia se encontraba a lado del auto de Dylan quitando la liga de su cabello y él sonrió en cuánto me miró.- Vaya, veo que ya arreglaste tu auto, creí que ya no serviría.
Dylan: estás hablando con el hijo de uno de los mejores mecánicos que hay en la ciudad, nena, aunque eso me costó unos cuántos regaños y castigos temporales, pero por ahora, ¿nos vamos? .- yo subí en los asientos traseros mientras que Acacia decidió ir en el asiento del copiloto, las noches comenzaban a sentirse frescas, incluso las hojas de los árboles comenzaban a teñirse de amarillas y otras cuantas ya decoraban las aceras, eso me encantaba, había mañanas en las que las nubes nos daban los buenos días y noches en las que la lluvia mecía nuestros sueños, fascinante.
Llegamos al parque que se encontraba cerca de la casa de Acacia, era muy bonito y también uno de nuestros favoritos, bajamos del auto y después de cerrarlo nos dirigimos hacia los columpios. Nos tomamos uno para cada quién y nos comenzamos a mecer mirando hacia los árboles.
Dylan: sinceramente, no sé cómo empezar.- suspiró.- ha sido muy difícil para mí no tener contacto con ustedes, son mis mejores amigas y estar peleado con ustedes me parte el alma.
Acacia: sólo quiero que sepas que pudiste habernos matado por una estúpida broma, acepté ir a ese día de campo porque creí que estaríamos a salvó contigo, se supone que eres nuestro mejor amigo y también te preocupa nuestro bienestar, ese día nos hiciste ver todo lo contrario, incluso puse en riesgo la vida de mi chiquita.- me tendió la mano por detrás de la cadena del columpio y yo la tomé.
Aitana: y aún así, ambas hablamos sobre lo sucedido y queremos darte una oportunidad más, nuestra amistad no puede terminar así en un abrir y cerrar de ojos.- él se bajó de su columpio y se colocó frente a nosotras.- pero ya no más bromas que pongan en peligro nuestra vida o nuestra estabilidad emocional.
Dylan: por supuesto, desde entonces me prometí que las cuidaría mejor y que ya no les haría pasar ningún disgusto.- ambas sonreímos al igual que él.
Acacia: ¿qué les parece si vamos a tomar un café?- era extraño que ella tuviera esa idea ya que siempre optaba por ir a un club.- no quiero alcoholizarme hoy, quiero disfrutar la noche fresca junto a ustedes, hay una cafetería cerca de aquí, yo creo a unos veinte minutos, mi familia y yo amamos ir a ese lugar cuándo el invierno está en su punto, venden pan dulce increíblemente rico y preparan bebidas calientes muy deliciosas, vamos ¿sí?
Dylan: no me parece una idea tan descabellada, creo que has tenido peores.- Acacia le hizo un gesto de disgusto y él burló. Yo asentí.
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Fue un poco más en carretera de lo que Acacia había dicho, pero no fue tanto, disfrutamos el transcurso y cantamos un poco dentro del auto.
La cafetería en la que nos encontrábamos era bella tanto por fuera cómo por dentro, las paredes tenían una mezcla de colores suaves, había cuadros de pasteles, panecillos y todo lo derivado, en la vitrina nos mostraban los diferentes tipos de postres que tenían, algunos muy dulces y otros parecían ser solo pan, Acacia y yo elegimos un café latte mientras que Dylan pidió un café americano, de postre pedimos la tarta de manzana que Acacia tanto mencionó durante el trayecto, después elegimos una mesa que se encontraba en el rincón de la cafetería, me daba miedo sentarme cerca de la ventana y ellos lo sabían, por lo tanto no se opusieron ante mi elección.
Tomé el cubierto y corté un poco de la tarta para probarla, tenía un ligero sabor a canela y también tenía unos trocitos de nuez incluídos, era deliciosa.
Acacia: ¿y que les parece?- nosotros éramos los jueces en este momento, ella nos miraba con nerviosismo.
Aitana: me encanta.- cubrí mi boca para que no se saliera lo que anteriormente había masticado, ella sonrió victoriosa y después miró a Dylan, este levantó el pulgar en señal de aprobación.
Acacia: sabía que les gustaría, después quiero que Axel me acompañe a probar estos postres.- el nombre de ese chico salía expulsado con brillitos de su boca.- creo que ya no es un secreto para ustedes lo que yo siento por él, y no es de hoy, es casi desde que conoció a mi primo, sin embargo, Oliver le ha puesto la regla de que nada de meterse con las mujeres que él aprecia, es tonto ¿no?- yo asentí y Dylan sólo se encogió de hombros.- digo, él no puede mandar en el corazón de las personas, el corazón quiere lo que quiere y nadie puede evitarlo.
Dylan: bueno, a mí tampoco me gustaría que un amigo se mezclara con ustedes, ¿saben?- ambas lo miramos.- supongamos que en algún momento mi amigo lastima a Aitana o ella a él, aunque yo no tenga nada que ver entre ustedes cómo pareja, estaría metido en un dilema, no sé si me entiendan.
Acacia: bueno, eso mismo le explicaba a Aitana cuándo me contó lo de Oliver.- le dí un golpe por debajo de la mesa y ella me miró asustada.
Dylan: ¿qué pasa con él?- dejé de mirar a Acacia para luego mirar a Dylan.
Acacia: ah, es que cuándo estábamos en el hospital Oliver visitó a Aitana y ella conoció a la ex novia de mi primo, entonces le conté que me aleje de Camila porque lastimó a Oliver.- Dylan asintió no muy convencido e hizo una mueca tratando de encontrar la falla en nuestra conversación.- bueno, sigamos disfrutando de nuestra tarta de manzana.

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