Capítulo 83

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Estaba sentada en la banca del parte esperando a que Valentín llegará, el viento resoplaba con fuerza y sentía escalofríos en todo mi cuerpo, en la academia me había ido muy bien, estábamos ajustando detalles para el día de la presentación, faltaba un mes y yo me sentía extremadamente nerviosa, además de que, unos días antes se casaría mi mejor amiga, ambas habíamos hablado en el trabajo sobre lo que le faltaba, al parecer ya había ordenado su vestido para que llegará con antelación y no hubiese problemas a la mera hora, Axel pasó a dejarla por la mañana y se veía igual o incluso más nervioso que ella, aún me parecía increíble cómo se decidieron tan rápido, o no sé sí ellos habrían tenido una relación mucho antes de que lo hicieran oficial.
Un auto pequeño de color gris se estacionó al otro extremo de la calle, las luces traseras y delanteras se apagaron y después me dejó observar a Valentín, bajó del auto vistiendo con una gabardina de color café oscuro y una camisa de cuello de color negra, me saludó y corrió para encontrarse conmigo, estando juntos me dió un beso cálido en la mejilla.
Valentín: sé que estás cansada, así que no quiero entretenerte mucho.- sonrió titiritando de frío.- ven, subamos a mi auto y después vayamos a dejarte a tu casa.
Aitana: de acuerdo, pero tendrás que contarme sobre tu nuevo auto.- lo señalé amenazante y él sonrió para luego meter mi mano en su bolsillo, ambos cruzamos la calle y nos separamos para subirnos uno en cada lado del vehículo. Por dentro estaba demasiado cálido, ni siquiera diría que afuera no estaba invernando, Valentín encendió el auto y se puso en marcha.
Valentín: conseguí un trabajo de medio tiempo, bueno, se podría decir que es un trabajo nocturno.- le preste atención sin intenciones de interrumpirlo.- el dueño paga muy bien y logré comprarme este mini auto mientras que junto más dinero, por lo pronto, era urgente tener mi propio medio de transporte.
Aitana: pues te felicito, eh, estoy muy orgullosa de mi hermano.- le dí un suave golpe en el hombro y fingió dolor.- ¿y en dónde trabajas?
Valentín: quiero que abras la guantera.- no entendía el porque ese cambio tan brusco de conversación, él pareció notar mi confusión.- dios, deja de ser tan curiosa y has lo que te pido.- lo miré extraño y después hice lo que mi pidió, había una caja de color blanca con un moño de color azul cielo.- abrela.- le deshice el moño con sumo cuidado y después destapé aquella caja, dentro había unos cuántos dulces y trozos de papel decorativo, llegué al final de este y había un sobre de color amarillo con una estampa del símbolo de Batman.
Valentín: deja de ser tan cuidadosa y rompelo, carajo.- él parecía estar muy ansioso, solté una carcajada y después abrí el sobre, dentro había un par de boletos de avión con destino a París, Francia. Abrí mi boca tan grande que incluso me dolieron las comisuras de esta misma, miré a mi hermano quien me regalaba miradas fugaces y una sonrisa deslumbrante.- es uno para ti y otro para tu pareja, Oliver, irán a la ciudad del amor.
Aitana: ¿pero cómo...- ni siquiera pude terminar de decir las cosas, mi asombro era demasiado y no podía dejar de ver aquellos boletos.
Valentín: quería tener un detalle así contigo, además, sé lo mucho que amas a Oliver y no me costó trabajo tomar esa decisión, quiero que tengan un momento de relajación, así que ve a dónde él y dile que aliste sus maletas, y no aceptaré que de tus labios salga la palabra "no"- me señaló con su dedo índice sin quitar su concentración de la carretera. Me mordí el labio inferior sintiéndome un poco nerviosa, no me esperaba algo cómo esto y ni siquiera sabía cómo reaccionar, por supuesto, estaba agradecida por ese enorme detalle, pero no me cansaba de pensar en muchas formas de agradecerle sin necesidad de utilizar solo palabras.
Aitana: no sé que decir.- él me tomó la mano con delicadeza y después suspiró.- debería de ser yo quien te consienta y te dé regalos, no tú.
Valentín: eso ya no existe, Tana, si yo tengo un trabajo fijo en dónde me están pagando bien, también tengo derecho a consentir a mi hermana mayor, así que no digas tonterías, quiero que me traigas un recuerdo de allá, ¿prometido?- dejé los boletos dentro de la caja y enredé mi dedo meñique con el suyo para finalmente tocar nuestros pulgares.
Aitana: entonces, ¿me dirás en qué trabajas?- termine de meter las cosas en la caja y lo miré con atención, él soltó un suspiro.
Valentín: hace unos días yo te llamé, era muy noche y tú no me respondiste los mensajes, me preocupe y tomé la decisión de realizar la llamada.- aclaró su garganta y continuó.- sonó un par de veces y después escuché la voz silenciosa de un hombre, inmediatamente me tense pero mantuve la calma, al final se trató de Oliver, me dijo que estabas durmiendo en su oficina.- soltó una risita y después se quedó callado.
Aitana: ajá, ¿y eso que tiene que ver con tu nuevo trabajo?- soltó una risita y después habló.
Valentín: que estoy trabajando con él, en su club, soy la persona que se encarga de cuidar cuándo él se encuentra fuera, también estos últimos días me he encargado de los distribuidores y de vigilar al personal del club, es emocionante, y más porque tu novio es muy generoso a la hora de pagar.- me quedé estática ante lo que acababa de escuchar y él pareció notarlo enseguida.- no te preocupes, trabajar ahí no es peligroso, antes de conseguir el auto él me enviaba a un contacto de confianza para que me llevará a casa, además, es muy amable con todos los trabajadores, nos compra la cena y no nos exige más de lo que podemos dar, estoy muy contento ahí.
Aitana: él no me comentó nada al respecto.- suspiré.
Valentín: quizás no quería que te preocuparas, ahora somos amigos, quizás no tan buenos cómo él y Axel pero logramos formar un lazo muy divertido, dijo que no se interpondría en mis estudios y que si en algún momento yo necesitaba faltar para hacer alguna tarea, lo aceptaría sin ningún problema.

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