Parte 42

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Abrí los ojos con pesadez, a pesar de que las persianas estaban cerradas podía sentir algunos rayos de sol chocar en mis párpados, me sentía un poco mareada a pesar de que estaba acostada, tenía todo el cuerpo cubierto con una sábana y la luz apagada.
Oliver: buenos días, bella durmiente.- giré mi cabeza hacia la derecha, Oliver se levantaba del sofá y se dirigía a dónde yo me encontraba, le sonreí con pesadez.- tus padres vinieron a verte pero al parecer el analgésico que te pusieron te hizo dormir durante toda la noche.
Aitana: me siento un poco estúpida.- me burlé y cubrí mis ojos.- ¿qué haces aquí tan temprano?
Oliver: es medio día, Aitana, primero pase por la habitación de Acacia para entregarle el ticket de pago, ya fue dada de alta y está reposando en casa, quería venir a verte pero mis tíos no la dejaron seguir caminando.- me sentí aliviada por esa noticia, al fin algo bueno.- después tomé la decisión de visitarte y traerte algo.- metió la mano dentro de su chaqueta negra y sacó un paquete con galletas integrales.- tu padre me había dicho que durante la noche te había traído un paquete de galletas y una banana pero lo descubrieron cuándo intentaba meterlas a la habitación, así que te compré estas, sé que la comida de aquí no te gusta.
Aitana: muchas gracias, Oliver.- asintió colocando las galletas debajo de mi almohada.- me siento mucho mejor hoy, ¿crees que me darán de alta también a mí?
Oliver: le pregunté a una de las enfermeras a cargo y me dijo que veía muy poco probable que salieras hoy puesto que sigues teniendo mareos, pero dijo que probablemente mañana por la tarde el médico autorice tu alta.
Aitana: no quiero estar aquí, ya necesito estar en mi casa, comiendo con mi familia, estoy harta de este olor a hospital.- suspiré frustrada y él sonrió.- por cierto, mis padres me dijeron que tú habías pagado toda la cuenta hospitalaria...¿por qué lo hiciste?
Oliver: en ese momento no tenía información de tus padres, era necesario pagar la hospitalización y Dylan no lo haría, así que pagué yo, pero antes de que me digas que me pagarás cada peso, no tienes que preocuparte por eso ¿de acuerdo?- lo miré, no podía creer lo lindo que me parecía y lo bien que me hacía sentir ahora mismo con su presencia.- ahora solo quiero que te recuperes y estés fuera de peligro.
Aitana: cuándo salga...¿podemos ser amigos?- él me sonrió y asintió mientras acariciaba mi férula.
Oliver: creí que ya éramos amigos, Aitana, eso me ofende ¿sabes?- reí, no sentía tanto dolor ahora mismo pero era un poco molesto.- la pijama que me regalaste me quedo muy bien, eh, tienes muy buenos gustos.
Aitana: lo sé, mis gustos son muy peculiares.- asintió, otra vez nuestras miradas se conectaron por unos segundos, sentí escalofríos en todo el cuerpo y mi corazón lo estaba disfrutando.- ¿sabes si Dylan ha venido?
Oliver: no lo he visto.- suspiró.- pero no creo que eso sea importante ahora, debes de darle un escarmiento, esto que hizo pudo haberles causado la muerte.
Aitana: pero es mi mejor amigo...
Oliver: ¿y eso qué?, no quieras esperar a que te deje en estado de coma para darte cuenta de que esos no son amigos.- ¿se estaba molestando? su voz era más ronca.
Aitana: ¿me ayudas a ir al baño?- parece que mi pregunta lo hizo salir de su enojo, sus facciones cambiaron rotundamente.- por favor.- se levantó de la silla y se colocó a lado de la camilla extendiendo sus manos hacia mí, las tomé con cuidado impulsandome para poder enderezarme, ya me dolía la espalda de tanto estar acostada, sentí un mareo que hizo girar mis ojos cómo una rueda.
Oliver: mierda, ¿estás bien?- rodeó mi rostro con sus manos, asentí sin abrir mis ojos, solo me quedé ahí apoyada en la cama con las pocas fuerzas que tenía en mi cuerpo.- ¿quieres que llame a una enfermera?
Aitana: no, el médico me dijo que los mareos serían normales por varias razones.- suspiré y abrí mis ojos, su rostro estaba bastante cerca del mío.- una de ellas era por tanto estar acostada, también podría ser el medicamento y aparte el golpe que me dí.
Oliver: ¿y sí estás embarazada?- abrí mis ojos cómo 2 grande esferas y trague saliva con dificultad.- podría pasar, Aitana.
Aitana: no estoy embarazada, Oliver.- reí.- si lo estuviera el bebé ya habría muerto por la intensidad del accidente, incluso en los estudios que me hicieron me lo habrían dicho.
Oliver: bien...- esto parecía decepcionarle un poco, quizás la manera en la que dije las cosas no era la correcta.- entonces, te llevaré al baño.- asentí, coloque mis manos sobre sus hombros para apoyarme y bajar los pies al suelo, él me rodeó la cintura sin emplear tanta fuerza para no lastimarme y dimos los primeros pasos.

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