Capítulo 97 (Oliver)

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Desperté por fin, lo primero que ví al abrir los ojos fue el foco en el centro del techo blanco, las paredes eran de color beige combinado con colores blancos, escuchaba el molesto sonido que hacía el oxígeno que estaba conectado a través de mi nariz, ni siquiera me atrevía a preguntarme a mi mismo que era lo que había sucedido ayer por la noche.
Un par de chicos se embriagaron de más y comenzaron a pelear entre ellos en la barra del club, miré a través de las cámaras lo que estaba sucediendo y decidí tomar cartas en el asunto, uno de los guardias ya se encontraba intentando separarlos, lo cuál era prácticamente imposible, con su ayuda los sacamos por la puerta trasera directamente al estacionamiento, ahí nuevamente comenzaron a discutir sobre tonterías que yo desconocía, además de que estaban balbuceando por la cantidad de alcohol que habían ingerido, de pronto uno de ellos sacó un cuchillo o navaja de su bolsillo, en un intento de querer apuñalar al otro chico, me apuñaló a mí y termine aquí, en este jodido hospital.
Sentí un suave movimiento en mi mano, apenas me había percatado de que estaba sosteniendo la mano de otra persona, giré lentamente mi rostro hacia ella y sentí una fuerte palpitacion en el pecho...Aitana, estaba tomando mi mano y sus ojos estaban completamente cerrados, su respiración era pesada y su cabello cubría la mitad de su rostro, acaricié su cabeza con suavidad para hacerle saber que había despertado, ella se movió incómoda y levantó su cabeza con los ojos entre abiertos.
Oliver: hola, Aitana.- sonreí con nostalgia, ella abrió por completo sus ojos y se levantó de la silla en la que se encontraba.- ¿qué tal la presentación?- ni siquiera me respondió, se abalanzó sobre mí y comenzó a llorar cómo sí fuese una niña pequeña, me dolía el vientre pero no tenía el valor de alejarla de mí y tampoco era algo que quisiera hacer.
Aitana: me asustaste mucho.- su voz sonaba temblorosa, la abrace por la cintura con fuerza y hundí mi cara en su cuello tratando de respirar su olor.- lo siento si no quieres que te abrace pero, siendo sincera, ahora mismo no me importa lo que tú quieras.
Oliver: está bien, no te estoy pidiendo que dejes de hacerlo.- suspiré adolorido e intenté contener el llanto.- ¿hace mucho que estás aquí?- movió su cabeza en negación y después dijo.
Aitana: estoy aquí desde ayer por la noche.- me separé de ella para mirarla fijamente, sus mejillas estaban húmedas y sus ojos reflejaban tristeza. Ahora me dí cuenta de que llevaba un vestido blanco bordado que le hacía ver el triple de hermosa, su cabello tenía algunas florecitas ya desordenadas y aún llevaba puesta la cadenita que yo le había regalado tiempo atrás, también la pulsera.
Oliver: te miras muy linda.- se miró a si misma y después sonrió con desgano mientras soltaba el dobladillo de su vestido.- ¿cómo te fue en tu presentación?
Aitana: me fue bien...- lanzó un suspiro y después me miró.- te busque entre el público pero no te encontré ahí.
Oliver: lo lamento, Aitana.- asintió sonriendo solamente por compromiso.- deberías de ir a descansar, has estado aquí toda la noche, me imagino que fue demasiado incómodo dormir en esa silla.
Aitana: Oliver...estoy embarazada.- mis ojos se abrieron como dos enormes esferas, ella me miró fijamente mientras se mordía el labio inferior, comencé a sentir mil emociones juntas, no sabía si reír o llorar o quizás ambas a la vez.
Oliver: ¿qué dices?- me senté en la camilla colocando mi mano sobre la herida y me acerque a ella sin importar lo mucho que me dolía, toqué su vientre y después sonreí.- ¿cuándo lo supiste?
Aitana: hace unos días, tuve algunos desmayos que preocuparon a mis padres y a Valentín, mi padre insistió en que fuera a ver al médico, me hicieron análisis de sangre y salió una alteración en una hormona que solo se produce en el embarazo, así que el doctor mandó a analizar nuevamente la sangre y salió positivo.- me levanté de la cama lastimandome las canalizaciones y la herida pero no me importaba en lo absoluto, la abrace con toda la fuerza y amor que tenía dentro de mi y comencé a llorar.
Aitana: Oliver...te vas a lastimar, siéntate.- se alejó de mí y me obligó a sentarme nuevamente en la camilla.- quiero que me aclares algo.- asentí escuchando con atención cada una de sus palabras.- ¿tu intención era dejarme embarazada?, me refiero a que...¿te veniste dentro de mi a propósito?, muchas veces te dije que no quería ser madre aún pero tú me decías que tu deseo era ser padre...- la interrumpí sintiéndome molesto y un poco sorprendido por lo que acababa de decir.
Oliver: jamás haría algo con lo que tú no estuvieras de acuerdo, Aitana, ambos fuimos muy irresponsables y no nos cuidamos cómo tuvo que haber sido.- suspiré sintiéndome un poco decepcionado.- siempre respeté tu decisión de que aún no era tiempo para ti, jamás haría algo que te perjudicará o algo en contra de tus deseos, me decepciona que pienses de esa manera.- ella tensó sus labios y comenzó a jugar con sus manos.- por supuesto que deseo ser padre y más si es con la persona que yo más amo, pero eso no significa que lo haría sin tu consentimiento, mis deseos no van por encima de los tuyos.- se frotó su frente y soltó un suspiro.- apoyaré cualquier decisión que tomes con respecto al embarazo, y aunque es hijo de ambos, es tu cuerpo.
Aitana: ¿significa que me apoyaras si decido no tenerlo?- dude unos segundos en dar mi respuesta, ella me miraba con atención, asentí.
Aunque sabía perfectamente que eso no era lo que yo quería, quería tener un hijo con ella y saber que estaba embarazada me había llenado de alegría, sin embargo, no podía decidir por ella ya que solo su cuerpo, sus emociones y su salud se verían implicadas, no quería que sufriera por algo que no desea, además, no me gustaría que mi hijo creciera pagando por nuestras malas decisiones o inmadureces.

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