Parte 36

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Habíamos estado todo el día comiendo, contando chistes y dibujando en cuadernos que Acacia había traído de su casa, competíamos por el mejor y el último lugar tenía que decir algo vergonzoso, era fácil porque estábamos en confianza.
La noche había caído, la oscuridad de la naturaleza comenzaba a darme medio, se escuchan cuervos y los árboles golpearse entre sí por la culpa del viento, la casa de campaña se movía con brusquedad, decidimos apagar la fogata para evitar algún incendio ya que por culpa del viento eso podría pasar, la casa de campaña se movía salvajemente y creía que en cualquier momento saldríamos volando a la cascada.
Me arrepentía de haber aceptado lo que Dylan había propuesto, aunque claramente no se me preguntó si estaba de acuerdo, sin embargo, pude haberlo evitado, mis padres me habían enviado un mensaje de buenas noches y trate de responderles lo más normal posible para evitar preocuparlos.
Acacia: carajo, ese sonido que hace el viento al chocar con los árboles es aterrador.- asentí cubriendome casi todo el cuerpo con la manta, hacía frío y mi cuerpo temblaba a causa de este.- creo que fue una mala idea aceptar esto.
Aitana: ¿de verdad?- pregunté sarcástica pero ella ni siquiera pareció prestar atención, tenía mucho miedo también.- ven, te abrazaré.- ella asintió acurrucandose en mi hombro, ambas nos hacíamos compañía y de alguna forma nos sentíamos "protegidas", a pesar de que en la casa de campaña había espacio para dos personas más, Dylan prefirió quedarse en la suya para no incomodarnos.
Comenzaron a escucharse las hojas secas que caían al suelo, parecía que alguien caminaba alrededor y las aplastaba con sutileza, Acacia se pegó más a mí y ambas veíamos la sombra que rodeaba la casa, mi corazón comenzó a golpear mi pecho avisándome de que algo no estaba bien, que corríamos peligro. La sombra desapareció y entonces Acacia me miró alarmada.
Aitana: tenemos que despertar a Dylan e irnos de aquí.- ella asintió tragando saliva con dificultad, ambas gateamos hacia el cierre de la casa y deslice el broche para poder abrirla, el viento golpeó con brusquedad mi cara, al menos hasta donde alcanzaba a ver todo estaba tranquilo, la fogata seguía despidiendo humo pero estaba apagada, ambas salimos con cuidado de las casas de campaña y nos dirigimos a la de Dylan, el cierre estaba abierto y solo estaba su celular con el flash prendido tendido sobre las sábanas, esa fue una señal de alerta.
Acacia: esto no está bien, Aitana, se han llevado a Dylan.- comencé a entrar en pánico, mis piernas temblaban y sentía que era cuestión de segundos para ser arrastradas hacia algun agujero. Escuchamos nuevamente cómo algunas ramas eran aplastadas, ambas miramos a nuestro alrededor con desesperación pero no había nadie, comenzaron a lanzarnos pequeñas piedritas y eso nos hizo correr, yo tomaba su mano con fuerza para que no me fuera a soltar mientras corría, las puertas del auto de Dylan estaban abiertas, me subí en el asiento del copiloto y Aitana del conductor, agradecía que la estupidez de Dylan haya ocasionado que dejará las llaves en el portavasos, Aitana lo encendió y miró con desesperación el tablero de este, después puso su mano en la palanca de cambios y lanzó un suspiro mirando hacia enfrente. Solo vaciló unos segundos y después el auto comenzó a avanzar a una velocidad cardíaca.
Acacia: ¡Pero que mierda es esto!- miró confundida el laberinto que estaba en el tablero de cambios, la miré asustada al ver que íbamos de reversa a una velocidad muy alta, la carretera de terracería por la que anteriormente habíamos subido era demasiado estrecha por lo que chocar era algo asegurado, Acacia comenzó a mover el volante con movimientos acelerados y este nos dió un giro impresionante.
Aitana: ¡Acacia frena!- grité paranoica, ella le movió nuevamente a la palanca y ahora avanzabamos hacia adelante pero con mucha velocidad, Acacia nuevamente movió el volante perdiendo el control del auto y chocando con un par de árboles que se cruzaban entre sí, golpeé mi cabeza con la guantera y mi muñeca quedó atorada entre la puerta aplastada y el asiento donde yo me encontraba, luche para levantarme y poder checar que Acacia estuviera bien, ella comenzó a llorar tan fuerte que me hacía entrar más en pánico, empuje con fuerza mi puerta tratando de quedar libre, batalle un poco pero al final logré que esta se abriera un poco dejando libre mi mano, era un dolor terrible que viajaba desde mis dedos hasta mi hombro, aguanté el llanto y baje como pude de ahí, me dolía un poco la cintura y me sentía mareada por el golpe en la cabeza, rodeé el auto con dificultad hasta que llegue al otro extremo abriendo la puerta de Acacia.
Aitana: ¿puedes moverte?- ella comenzó a llorar con desesperación mientras se apartaba del volante.
Acacia: me duele el cuello.- lloraba tan fuerte que me hacía sentir su dolor, mi vista se opaco por la luz de una linterna, Dylan llegó a nosotros con tropezones y se puso de rodillas para revisarnos.
Dylan: mierda, ¿cómo pasó esto?- lo miré aterrada, él no tenía ninguna herida y por ese lado me sentía aliviada, están muy heridas, llamaré a una ambulancia.- se puso de pie mientras encendía su celular y comenzaba a marcar el número de emergencias.

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