Capítulo 112

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En las bancas de la iglesia yacían cada uno de los invitados llevando prendas elegantes y bastante lindas, mi madre y Acacia se encontraban en la primer banca frente al sacerdote, los familiares de Oliver se encontraban al otro extremo a divididos en las bancas, estaban decoradas con flores blancas y listones suaves que tocaban el suelo, comencé a caminar entre la hilera de bancas, había una alfombra blanca que me guiaba al lugar en el que me espera el amor de mi vida, nuestras miradas se cruzaron y no pude evitar sonreírle, él hizo lo mismo, limpiaba continuamente la parte baja de sus ojos y miraba a Axel, este se encontraba a su lado.
Mi padre me acompañaba al altar, podía escuchar sus suspiros y lo volteaba a ver, él me sonreía con sus ojos húmedos y sus labios apretados, las campanas de la iglesia sonaron hasta que llegue al podio junto a Oliver, mi padre besó mis nudillos y después colocó mi mano sobre la de mi futuro esposo.
Papá: te entrego a mi gran amor, cuídala, respetala y amala cómo a nadie.- Oliver asintió con una sonrisa, mi padre se alejó silenciosamente hasta que llegó a lado de mi madre.
Aitana: hola.- dije casi en susurro evitando que mi voz hiciera eco en la iglesia, él me sonrió y acaricio mi mejilla con su dedo índice.
Oliver: hola, mi amor.- solté un suspiro al escucharlo, él me llevo a mi lugar y después se situó recto en el suyo, ambos colocamos nuestros antebrazos sobre un cojincillo de color blanco, el sacerdote se colocó frente a nosotros con una botella de apariencia antigua y comenzó a dar la bendición, nosotros cerramos los ojos recibiendo lo que el sacerdote decía.
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Acacia y Axel se encargaron de ponernos el lazo, mis padres llevaron los anillos de compromiso y los padres de Acacia nos entregaron las dichosas monedas, el padre nos pidió que nos pusiéramos los anillos después de dar el "sí, aceptó", Oliver se giró para quedar frente a mí y tomó mi mano izquierda mientras acomodaba el anillo en el inicio de este.
Oliver: te acepto a ti, Aitana Pierce, para amarte, respetarte y venerarte por el resto de nuestras vidas, prometo estar contigo en cada momento bueno y también en cada momento malo que nos toque cómo prueba, también prometo...- hizo una pausa y sonrió mientras terminaba de deslizar el anillo.- prometo hacerte el desayuno cada mañana antes de que tú despiertes y llevar a nuestra pequeña a la escuela cuándo llegue el momento, te prometo levantar mi ropa del sofá para evitar que tengas que regañarme y prometo hacerte feliz cada día un poco más.- sonreí e incluso los invitados soltaron risitas que hicieron eco dentro de la iglesia, ahora me tocaba a mí, tomé su mano con delicadeza y metí el anillo en su dedo anular, después lo miré fijamente y dije.
Aitana: yo Aitana Pierce, te acepto a ti, Oliver Ferrer, para amarte, respetarte y venerarte durante todos los días de nuestra vida, prometo ser una esposa buena para ti, prometo estar contigo en las buenas, en las malas y en las peores, también te prometo luchar a tu lado para que nuestro matrimonio y familia perdure hasta que seamos viejitos y miremos a nuestros nietos correr en el jardín de nuestra pequeña casa, te amaré cada día un poco más.- él me sonrió con lágrimas en sus ojos y después se limpió con la manga de su saco, el sacerdote lanzó agua bendita después de decir unas palabras y luego nos dió el permiso de poder sellar nuestro pacto de amor con un beso

Ambos dimos el tan esperado "sí", la ceremonia había concluido de una forma maravillosa, ahora llevaba el anillo en mi dedo anular y él el suyo, nuestras manos estaban entrelazadas mientras caminabamos al final de la iglesia y nos quedamos de pie en el umbral de la puerta doble, los invitados hicieron un círculo en dónde comenzaron a lanzar pétalos de rosas artificiales y confetis, esto se llenó de aplausos y gritos de alegría que podían sentirse en el alma.
Oliver cargó a Nadine cuándo mi madre se acercó con ella en brazos, recibimos un sin fin de abrazos de las personas que habíamos invitado, no habían sido tantas pero si las que considerabamos importantes para este momento.
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Ambos estábamos sentados en un espacio en dónde las flores rodeaban una banca llena de bracitos de uña de gato, los demás invitados disfrutaban de la fiesta y los pocos niños que había jugaban en un brincolín pequeño, frente a nosotros había un estanque pequeño con agua extremadamente limpia en dónde algunos pajarillos decidían ducharse, Oliver tenía en sus brazos a Nadine y con su mano libre acariciaba mis nudillos.
Oliver: últimamente he tomado la decisión de retroceder el tiempo, exactamente a cuándo nos conocimos, jamás me hubiese imaginado que alguien tan maravillosa cómo tú, me aceptaría cómo su compañero de vida.- sonrió acompañado de un suspiro y después me miró ladrando un poco su cabeza.
Aitana: fui demasiado insistente, a veces me avergüenza recordarlo, pero si no hubiese sido así, probablemente ahora no estaríamos juntos.- soltó una risita y me dió un beso en la mejilla.
Oliver: por supuesto que sí, me llamaste la atención desde que entraste a la oficina de tu padre para avisarle que te irías a un club, estabas nerviosa, podía notarlo, más por el vestido corto que llevabas puesto.- sonrió al recordarlo y miró fijamente a los pajarillos que estaban en el estanque.- me habría enamorado de ti aunque tú no hubieses "insistido" cómo dices, pero tenía mucho miedo de que al final no me aceptarás por la diferencia de edad que hay entre nosotros, me sentía demasiado mayor para ti y sabía que, de alguna forma, te haría sentir presionada por mis planes aseñorados.
Aitana: me asusté cuando todo tomó un rumbo diferente al que yo pensaba, por supuesto, si me preguntas meses atrás sobre cuáles eran mis planes yo te habría dicho que casarme no estaba en mi lista, pero luego te ví en esa cama de hospital y carajo, no quería perderte ni siquiera por un segundo, ahora sé qué habría cometido un error si te hubiese rechazado.
Oliver: voy a luchar cada día para lograr ser el hombre que tú y mi pequeña Nadine merecen, me esforzaré para que nada les falte, trabajaré duro pero también les dedicaré tiempo a ustedes porque eso es lo más importante para mí.
Aitana: y yo lucharé cada día para lograr ser la mujer y la mamá que mis dos grandes amores se merecen, así que, trabajemos en equipo y seamos una familia maravillosa en dónde el amor salga hasta por las ventanas.- él asintió con una risita y me dió un beso en los labios que interrumpí al instante.- gracias por amarme cómo lo haces, Oliver.
Oliver: te amo con el alma, Aitana, no nos soltemos nunca.- sonreí antes de unir mis labios con los de él en un beso lleno de ternura, amor, promesas y un sin fin de emociones lindas. Nadine dormía en sus brazos con mucha tranquilidad y la música adornaba el momento romántico que ahora mismo estábamos teniendo, me sentía afortunada y no podía esperar a disfrutar mi vida con mi pequeña familia.
Me dí cuenta de que la edad solo era un símbolo del que no muchas veces se debe preocupar, por supuesto, algunas diferencias son extremadamente peligrosas para la vida propia, pero la que había entre él y yo era sana e incluso me parecía demasiado corta, lo amaba cómo si tuviese mi edad y sé que él me amaba de la misma manera, ambos tenemos sueños diferentes pero podemos unirlos con facilidad sin afectarnos entre nosotros, él me ayuda y yo le ayudo, así deseo que sea hasta que la muerte decida separarnos. 

🥀

Próximamente: "Una venganza equivocada"

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