Capítulo 76

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Me habían dado de alta por fin, afortunadamente no necesite de ningún tipo de férula o collarín, aunque si me dolía el cuerpo y tenía algunos mareos espontáneos.
Iba en la camioneta de mi padre, él parecía estar un poco cabizbajo y mi madre acariciaba su hombro con frecuencia sin decir ni una sola palabra, eso me ponía nerviosa, sé que algo le sucedía pero hasta el momento no había querido decirme nada.
Aitana: papá, ¿no te molesta que tenga comunicación con mi hermano, o sí?- él salió de sus pensamientos y después negó regalandome una sonrisa.- sé que algo sucede entre ustedes o algo me están ocultando, sea lo que sea, por favor díganme, quizás juntos podemos buscar una solución.
Papá: ya llegamos a casa.- me sonrió mientras se desabrochaba el cinturón, bajé casi al mismo tiempo que ellos. Me abracé con el suéter y mi madre me tomó de los hombros, quizás tenía miedo a que yo cayera, mi padre estaba situado a mi derecha buscando la llave correcta para abrir la puerta, la manecilla de esta comenzó a moverse sin antes meter aquella llave, se abrió de par en par, había globos pegados en el techo con cordones de colores y una pancarta que decía "Bienvenida a casa", solo estuve un par de días en el hospital pero este gesto fue increíble, Acacia y Oliver salieron de la cocina soltando serpentinas a mi alrededor y se reían en el proceso.
Acacia: no nos vuelvas a asustar de esta manera ¿me escuchaste?- hizo un puchero y me abrazó con fuerza haciéndome sentir adolorida, solo me quejé y reí a la vez, no quería que me soltará. Mi madre se colocó detrás de mí y me susurró "ahora venimos", solo asentí.
Oliver: es mi turno.- Acacia lo miró con una sonrisa malévola y se aferró más a mi cuerpo.- oh vamos, Acacia, no me hagas cargarte y quitarte de ahí.- ella lo miró de mala gana y después me soltó moviendo sus labios cómo sí estuviese soltando insultos.- hola, mi chica favorita.- movió algunos de mis mechones inoportunos y me dió un beso suave en la comisura de mis labios, luego me abrazó dándome caricias en la espalda.
Acacia: ¿por qué Axel está tan ocupado?- se cruzó de brazos a lado de nosotros.- esta miel me da mucha envidia, quiero tener a mi chico para hacerles competencia de cursilerías.
Aitana: ven acá.- la tomé de la mano y la metí entre nosotros para hacer un abrazo grupal.- gracias por haber estado conmigo, otra vez.
Acacia: ya te dije que no vuelvas a meternos esos sustos, no sabes lo preocupada que estaba por ti y las veces en las que tuve que aguantar a este hombre dando vueltas en la sala del hospital, aunque claramente sabía que estabas fuera de peligro.- suspiró.- ahora espero que por fin se decidan a estar juntos y que, de ser posible, se casen pronto.
Oliver: anteriormente te dije que quiero hacer las cosas correctamente, y primero tengo que hablar con sus padres sobre lo que siento, lo que les prometo y lo que trataré de lograr.- se separó de ambas, sus ojos estaban puestos en mi, sentía revoltijos en el estómago.- deberías de hablarles a tus padres para servir la tarta y comer juntos.
Aitana: de acuerdo, vendré enseguida.- le sonreí cómo una estúpida y después me aleje de ellos para salir de casa. Mi padre estaba apoyado en el cofre de su camioneta y mi madre le acariciaba la espalda, él solo negaba con la cabeza.
Aitana: no me digan que nada pasa, mejor denme una explicación sobre lo que sucede, ¿están enfermos?- me acerque con preocupación y mire la cara de ambos, esta vez no hicieron lo posible por disimular su agonía.
Mamá: tu padre perdió el trabajo, pequeña.- mi papá se frotó los ojos limpiando los restos de sus lágrimas.- antes de que salieras del hospital le informaron que serían sus últimos días en ese trabajo, es por eso que ayer te visitó con más frecuencia.
Aitana: ¿fue mi culpa?- mi padre me miró y después negó.- vamos a solucionarlo, cómo siempre, puedes trabajar en el restaurante con nosotras, además de que estaré recibiendo pagos semanales en la academia por dar clases, no tienes porque sentirte así, papá.- lo envolví en mis brazos y él me correspondió sin pensarlo.- somos una familia y juntos saldremos adelante, no todo está perdido.- mi madre nos abrazó también y sentí cómo una lágrima de mi padre cayó en mi cuello.
Madre: así es, amor mío, no solo estaremos juntos en las buenas, también lo estaremos en las malas y saldremos victoriosos.- me besó la frente y después le pidió un beso en los labios a mi padre.
Aitana: los chicos nos están esperando para comer un trozo de tarta, ¿vamos?- ellos asintieron, mi padre camino junto a mí mientras limpiaba cada rastro húmedo de sus mejillas, entramos a casa y después nos dirigimos a la cocina.
Acacia y Oliver ya había servido los trozos de tarta en platos largos y además habían preparado chocolate caliente, invitaron a mis padres a sentarse, Oliver alejó una silla de la mesa y me hizo una señal con la mano para que me sentara, eso hice, a mi lado se sentó él.
Papá: antes de todo.- miró a mi madre y después a mi.- quiero perdirte una disculpa, Oliver, por la manera en la que te he tratado, la diferencia de edad entre ustedes es bastante y tengo miedo de que mi hija salga lastimada, aún teniendo ese miedo, fui yo quien la lastimó, sin embargo, me dí cuenta de que eres la razón de la felicidad de mi hija, he visto cómo sonríe cuando está contigo y cómo su mirada brilla cuándo te ve, su tono de voz se vuelve dulce cuándo habla de ti, parece que le saldrán rosas por la boca.- mi madre, al igual que Acacia, se pusieron a reír.- voy a darte la oportunidad que me pediste de conocer a mi hija, aunque creo que ya la conoces, en fin, ustedes saben a lo que me refiero.
Oliver: sinceramente, no esperaba que usted me dijera esto, sin embargo, tenía intenciones de hablar con ustedes sobre esto, quizás no hoy pero si en los próximos días.- me miró con una sonrisa que irradiaba tranquilidad.- pero saber que tengo su autorización para comenzar a conquistar a Aitana, me da mucha tranquilidad, no voy a defraudarlos y le haré muy feliz.- me tomó de la mano por encima de la mesa, Acacia sonreía con ternura al igual que mi madre.- ella se convirtió en mi todo y voy a luchar para darle todo lo que se merece.

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