Clara Casi Angeles

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CAPÍTULO VEITISEIS.
Con vos.

Harto de todas las intromisiones de Cielo, Bartolomé le da de tomar veneno para así poder librarse de ella de una vez por todas. Cuando Nico se da cuenta de que la circense no reacciona la lleva desesperado hacia el hospital.

Clara como si sintiera lo que le estaba pasando a Cielo noto una punzada en el pecho.

— ¿estas bien? — pregunta con  preocupación Rama al verla palidecer.

— si — afirma confundida, sacándole importancia a lo que había sentido — debe ser el cansancio.

— solo llevamos un día de novios y ya te canse — bromea el rubio.

— vos no me cansarias nunca — niega Clara acercándose a él.

La escena romántica fue interrumpida por Mogli y Cristóbal que recién habían sido informados de lo sucedido por Nico.

— mini diosa — llama el zahori a la de ojos celestes — diosa estar mal — intentó explicar Mogli con su imperfecto castellano pero Clara no entendió a dónde quería llegar.

— Cielo está internada — dijo Cristóbal explicándole lo que había sucedido.

Clara no dudo ni un segundo, salió corriendo hacia él hospital para estar junto a Cielo.

— ¿qué haces vos acá? — dijo Bartolomé al verla llegar. Le dijo casi es una orden que se fuera pero Clara se negó insistiendo en que quería estar ahí, Bartolomé enfureció al ver la poca autoridad que tenía en ella, y todo era culpa de la chica que luchaba ahora por su vida.

— déjala — dijó Nicolás apoyando sus manos en los hombros de Clara — le va a hacer bien verla cuando Cielo despierte, porqué va a despertar — le asegura mirándola, intentando convencerla de que no le iba a pasar nada a Cielo.

— quiero entrar — pidió Clara.

— ¡no! — se exalto Bartolomé ante la idea de que las dos hermanas estuvieran juntas, Nico lo miró — no que no puede, el doctor nos dijo que nos quedáramos acá — explica con un tono de voz más bajo intentando parecer tranquilo, pero ver a Clara ahí no se lo ponía fácil.

Nico le prometió a Clara que la ayudaría a entrar, sabía que su presencia le haría bien a Cielo, así que aunque estuviera prohibida la entrada de cualquier persona a la habitación se las ingenio para entretener a todos los que se encontraban en la sala de espera dejando vía libre para que Clara pudiera escabullirse y poder ver a Cielo.

Clara sintió angustia cuando vio a Cielo sin reaccionar y con todo el cuerpo lleno de cables. No supo que hacer, no supo de qué manera ella podría ayudarla, lo que la entristeció

Los milagros ocurren cada día
Si tenemos la fuerza de soñarlos.

Si intentamos y volvemos a intentarlo aparecen y transforman lo deseado.

Aprendemos a ser fuertes.

— estoy acá — susurro con la voz entrecortada acercándose a ella. Parecía estar dormida, tomó su mano sintiendo el frío de su cuerpo, frío que recorrió al suyo estremeciendola.

Las heridas nos duelen en el alma.

Con la fuerza del amor nos liberamos.

Llega el viento y se lleva las tormentas.

El sonido de la puerta abriese la sobresalto al creer que sería uno de los médicos o Bartolomé que entraban para sacarla pero en su lugar quien se dejó ver tras la puerta era Luz que había conocido hace unos días atrás a Cielo. Y Cristóbal y Lleca le habían informado de la situación. Ella quería estar junto a Cielo por lo que como Clara se escapó hasta llegar ahí.