Clara Casi Angeles

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CAPÍTULO CATORCE.
Prueba de Amor.

El viernes siguiente, por la noche, los chicos se preparaban para salir a una fiesta en un boliche. Nico que insistía en que siguieran disfrutando de su adolescencia se encargo de llevarlos.

Clara bailaba junto a Caridad, quien sin importarle la gente de su alrededor saltaba y se movía de un lado a otro, pero cuando vio a Nacho, sin dejar de bailar, con sus movimientos bruscos, se acercó a él.

Caridad iba metejoneándose con Nacho aunque él la despreciara, lo del cachetón era más que un rechazo, era aversión, casi un ensañamiento, ya que Tefi y Melody, que estaban enteradas de este interés de la Paisana, así la llamaban ellas, se burlaban de Nacho, lo que a él lo exasperaba aún más ya que la idea de que alguien pudiera vincular a Nachito Pérez Alzamendi con esa grasa que era la Paisa lo horrorizaba, sin embargo, Caridad seguía prendada de ese cachetón atrevido, y las odiosas amigas se encargaban de darle falsas esperanzas .

Por mucho que Clara intentara evitar que aquella noche se le acercara, Caridad no le hizo caso y fue en busca de Nacho, para proponerle bailar.

Clara vio a Rama pasar por su lado, como si busacara a alguien, y así era, Valeria había desaparecido del boliche, pero lo que le sorprendió, no fue que fuera tras Valeria, ya que era lo que había estado viendo desde que ella piso el Hogar, tampoco que ella lo tratara mal y lo rechazara, aunque le dolía, se había acostumbrado a ello, pero desde hace varias semanas, él había comenzado a evitarla.

Aunque ella decidirá terminar con cualquier esperanza, sabía que ambos tenías que convivir, aparte tenían cosas que los unían, como el bar y la banda, por eso de vez en cuando se encontraban, pero desde hacía varias semanas el evitaba esos encuentros, Clara había notado como se iba de los lugares a los que ella llegaba y como hacía malabares para no coincidir en ningún lugar, aunque se le complicaba Rama lo lograba.

Clara se acercó a él, quería que las cosas quedarán bien entre ellos, y no quería arruinar sus buenos recuerdos en una pelea, como Tacho y Jazmín o Thiago y Mar, que discutían sin cesar.

— ¿podemos hablar? — propuso Clara, Rama miró a todos lados intentando buscar una excusa.

Pero no le hizo falta buscar más porque de pronto se detuvo la música, se encendieron las luces, y un animador subió al escenario para anunciar una entrega de premios y algunos juegos que harían esa noche.

— ¡comenzamos con la prueba de amor! — anunció, y señaló al elegido, que fue Simón, que estaba acompañado por su nueva novia, Agustina.

El animador explicó que el juego consistiría en vendarle los ojos a Simón y ponerlo frente a cinco chicas, entre las que estaría su novia, él debería tocarles el pelo y la cara y, dando una verdadera prueba de amor, reconocer a su novia, y besarla con los ojos vendados.

Entre las cinco chicas estaban Tefi, que se ofreció sola, Mar , que no pudo negarse, y Clara que con vergüenza subió al escenario al ser escogida.

Thiago y Rama observaban todo desde la pista, y con preocupación se miraban y temían lo que podía ocurrir.

Simón recorrió el escenario, tocando el pelo y el rostro de las chicas, los nervios de Clara aumentaron al sentir el tacto de Simón sobre ella, y más nerviosa se puso al ver cómo se inclinaba, quedando a centímetros de su rostro, Simón parecía olerla, luego sigui hacia Mar, que  sintió como su corazón se aceleraba cuando él tocó su frente, su nariz y su boca, pero estaba segura de que reconocería a Agustina, pues sus rulos y su altura eran inconfundibles, totalmente diferente al de todas las demás.