Clara Casi Angeles

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CAPÍTULO CUARENTA Y SIETE.
Música y Amigos.

Una noche cuando los chicos terminaron de actuar en el bar, se les acercó un hombre unos treinta años, muy simpático, que les entregó su tarjeta y se presentó como "el Chango"

— soy representante artístico, si tienen ganas de ir en serio con esto, llámenme, esta banda puede ser un fuego.

Los chicos lo pensaron y lo hablaron, ahora que tenían la oportunidad de cumplir sus sueños sabían que no lo iban a dejar pasar, así que todos estuvieron de acuerdo en aceptar.

A la mañana siguiente, los chicos junto con Nico y Cielo, que parecían dos nenes con juguete nuevo, se reunieron con el Chango.

Estaban todos alrededor de un estéreo, en el que se escuchaba Voy por más, el demo que habían grabado, y que Chango habia prometido llevar a radios y disqueras, estaba sonando en una FM, no en cualquiera, en la mejor.

— ¿y? ¿qué les dije? — dijo Chango orgulloso de sí mismo.

De pronto Nico lo abrazó, y comenzó, verborrágico a decirle que debería cuidar a sus chicos que estaban comenzando algo nuevo, que habían sido chicos explotados, que no iba a permitir que les sacara ni cincuenta centavos de derechos de autor, que cuando salieran de gira, él y Cielo iban a ir con ellos, y que supiera y que recordara que esos chicos no estaban solos.

— ¡mi amor! — exclamó Cielo — con decir gracias, alcanza.

— gracias, Chango — dijo entonces Nico lo volvió a abrazar, emocionado.

Dias después algunos de los chicos estaban intentando sofrenar a Rama, que tenía tanta emoción que no podía contarles con claridad la noticia.

— hay que conseguir ya el vestuario y además el sonido, porque lo pone el lugar, pero nosotros creo que tendríamos que llevar nuestro propio sonido, porque nunca se sabe, y nosotros tenemos que sonar bien.

— Rama, ¿de qué hablas? ¡no te entendemos nada!

— ¡hablo de que el Chango nos consiguió un show! La FM, la que pasa nuestro demo, ¡nos quiere tener en el show de fin de año!

— ¿cómo tenernos? — preguntó Mar.

— que cantemos — explicó Clara con la misma emoción.

— Teen Angels en vivo, ¡frente a miles de espectadores! El Chango dice que nuestro demo está matando, lo único malo es que el show es el mismo día que el casamiento de Nico y Cielo, pero bueno, ¿dónde está Tacho? ¡se tiene que aprender las coreografías ya! — y se fue corriendo, hablando solo, sin poder contener su excitación.

Clara miró Mar y Thiago que aún no se animaban a creer lo que les había contado Rama, y que reían por la reacción de este.

— mejor voy a tranquilizarlo — dijo Clara para correr hacia donde se había ido Rama.

Los chicos se sentían felices y empezaban a cumplir sus sueños con la banda.

Todo parecía seguir su camino, el río estaba encauzado, le hicieron una pequeña despedida a Mogli que decidió irse para buscar más aventuras que pudiera vivir, pero les prometió venir para el casamiento de Nico y Cielo, al igual que Berta, que decía que ahora tenía muchos hijos de su hijo.

Los chicos estaban abocados a los preparativos para el show, aquella noche harían un ensayo con público en el bar Teen Angels, Nico y Cielo encargaron a Felicitas, que ya era parte de la Fundación, que cuidara a los más chiquitos.

Dos ojos se van
se van de viaje...

No tienen conciencia de lo que vendrá...

No saben de amor
ni de libertad...