Clara Casi Angeles

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CAPÍTULO CINCO.
El libro.

La puerta que daba directa a la calle se abrió, Rama la estaba cruzando asegurándose de que nadie lo viera llegar a esas horas tan tarde. Cuando vio a Clara se sobresaltó y se puso nerviosa ante la mirada extrañada de la chica.

— yo..., vengo del bar — excusa antes de cualquier pregunta.

— yo vengo del bar, esta bien si no me queres decir, pero no me mientas.

— lo siento — lamenta tomando el lugar al lado de Clara — pasa que.., estoy ayudando a la mina que  van a llevar al Escorial... vos ya sabes que ese no es lugar para nadie, la quiero ayudar

Clara le propuso ayudarlo. Juntos fueron hasta el penal donde ahora se encontraba encerrada Valeria y Clara intentó hablar con ella, convencerla de que a aceptara la propuesta de Rama de ir al Hogar Mágico pero Valeria se negaba a recibir cualquier tipo de ayuda.

— ya te dije que no iba a ir, puedes traerme al presidente que no voy a ir gato.

— vas a estar bien, es un buen lugar, es mejor que el Escorial.

— no me mientan — da un golpe a las rejas que les separaban — yo se que ustedes viven en la fundación BB, todos saben que en aquel lugar les obligan a trabajar y les maltratan, a mi nunca me van a meter allá, ya se lo dije a él — señala a Rama — yo no voy a ir ahí, tenganlo claro

— se acabó el tiempo — avisa el hombre de seguridad, sacando a los dos chicos de aquel lugar.

— perdón — se lamenta Clara por no haber podido convencerla.

— esta bien, por lo menos lo intentaste, ya vamos a ver que hacemos para convencerla, pero gracias.

— hace tempo que no estamos así — dice Clara recordando aquellos momentos.

— si, bueno, todo ha sido tan complicado...

— me gusta.

— a mi también — dice Rama mirando a la chica que tenía delante con una sonrisa. Estaba volviendo a ver a la Clara de la que se había enamorado. Ya no era la misma que había dejado antes del verano. Tampoco era la de la fundación BB. Era una nueva Clara pero con la luz de la misma a la que conoció por primera vez pero con algo diferente.

— sos tan linda

— Rama vos y yo...

La llegada de las dos chiquitas interrumpió aquella conversación que ninguno de los dos sabía bien a donde iba a llegar. Pero también sabía que era necesaria después de su ruptura puesto que en su momento no la tuvieron.

— ¿ya no estáis enojados? — pregunta Alelí rodeando a su hermano — Luz decía que ya no estabais juntos pero yo sabía que si, que solo os habíais peleado — explica mirando a la pequeña que rodeaba a su hermana, los dos mayores se miraron.

— es es eso, ya estamos bien — les confirma Rama, mirando a la de ojos celestes que asentía — ¿porque no vais con los chicos a jugar — propone señalando a Monito y Cristóbal, las dos chicas se miraron y salieron corriendo hacía sus amigos — perdón, ya se que vos querías decirles pero...

— esta bien — lo interrumpe quitándole importancia.

Tal vez no se atrevían a decirlo porqué tenían aquella esperanza de pensar que podrían volver a estar juntos, o tal vez no se atrevían a aceptar que ya todo había terminado.

— por qué no le pedimos ayuda a Nico, tal vez él pueda convencer a Valeria — propuso Clara.

Nico accedió al pedido de Rama y Clara, y tomo el teléfono y comenzó a hacer las gestiones para que Valeria fuera trasladada al Hogar Mágico en lugar de al Escorial, unos días más tarde , la joven llegaría con un pequeño bolso y mucho resquemor a la mansión, donde Rama, con una sonrisa de par en par, le daba la bienvenida, algo que Clara noto con una puntada en el hestomago.