Clara Casi Angeles

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CAPÍTULO UNO.
Un Paso.

La misteriosa desaparición de Cielo fue un golpe muy duro para todos, también resultó un cambio muy grande para Clara, y aunque con el correr de los días fueron sobreponiéndose e intentaron continuar con sus vidas, un velo de tristeza y ausencia se había instalado sobre todos. Nada era lo mismo sin Cielo.

Felicitas, fue quien encontró a Nico malherido y llamó a la ambulancia, él despertó horas más tarde en una clínica, rodeado de los rostros preocupados de Thiago, Mar, Clara Tacho, Jazmín y Rama, quienes al terminar el primer gran recital de Teen Angels, se enteraron de todo lo ocurrido, y corrieron a la clínica donde estaba Nicolás, Clara al ver al hombre con el que se tendría que estar casando su hermana, negó, no le hicieron falta palabras ni explicaciones, al ver los ojos llenos de lágrimas de Nico lo entendió y necesitó días para aceptar que una vez más le habían arrebatado a su hermana.

Bartolomé había quedado en coma, en estado casi vegetativo, el neurólogo le informó a Thiago que su padre tenía una mínima actividad cerebral, tratando de entender las razones de ese estado, se preguntaba qué era esa marca roja en la frente, nadie pudo aclararlo.

En cambio Nicolás sí explicó por qué tenía una herida de bala en su hombro: el hombre que estaba en coma le había disparado, pero no logró decir qué había pasado con Cielo, ni siquiera él lo entendía.

Pero la ausencia de Cielo no era la única tragedia que debían afrontar también estaba el secuestro de Cristóbal y Malvina, a Nico le llevó unos cuantos días reconstruir los hechos, pero al fin llegó a saber que Marcos había sufrido un accidente al tratar de sacar del país a su hijo en un avión, que posiblemente había caído en medio de la selva, y aún no habían podido localizarlo.

La noticia golpeó aún más a todos, pero Nicolás no se resignó a aceptar que Cristóbal y Malvina habían muerto en ese accidente, a Cielo no podía rescatarla, no sabía cómo ni dónde, pero en cambio a ellos sí.

En la más profunda desolación, Nico decidió separarse de todos para ir a buscarlos, a los chicos más grandes los envió al campamento de verano del Rockland Highschool, en un predio del colegio ubicado en un maravilloso lugar, sobre la playa, en el que comenzarían a estudiar el año siguiente, por supuesto protestaron, sobre todo Tacho, Thiago y Rama, quienes querían acompañar a Nico en su búsqueda, pero él se negó rotundamente, a los más chiquitos, Monito, Alelí, Lleca y Luz, los dejó en la mansión, al cuidado de la dulce Felicitas, junto a Clara, que se habia negado a ir al campamento de verano, y Nico entendiendo su dolor después de insistirle que fuera acabo cediendo, Clara quería quedarse y asegurarse de que todas las obras que Nico había encargado en la mansión Inchausti, fueran tal cual Cielo lo habría deseado.

Cielo tenía un sueño y Nico y Clara se comprometieron a cumplirle ese sueño, y no la defraudarían.

Nico partió rumbo al norte, hacia la selva, pero no solo, ya que Lleca se las arregló para escaparse de Feli, determinado a seguirlo.

Nico se comunicaba diariamente con Felicitas, quien le hacia un reporte de cómo estaban las cosas en la mansión, los chiquitos seguían bien, aunque tristes, extrañándolo a él y a Cielo, Felicitas estaba bastante preocupada por Alelí, que manifestaba que en varias ocasiones había visto a Cielo; la pequeña sostenía charlas imaginarias con el aire, como si hablara con ella, Felicitas entendía que esas alucinaciones respondían a la profunda angustia que esa larga ausencia le provocaba, por otra parte, también le preocupaba Clara que de golpe tenía una tranquila normalidad, nada que ver con los primeros días en los que pasó horas encerrada en el altillo.

Las obras en la mansión avanzaban a paso firme, y el lugar ya tenía más cara de Hogar Mágico que de la antigua Fundación BB, Nico también recibía informes de dos científicos a los que les había encargado estudiar la actividad electromagnética del reloj, con la esperanza de poder detectar alguna variación que indicara el regreso de Cielo, pero siempre le decían lo mismo: no había modificaciones.