Christian Grey... Cambie todo por flores y corazones.

Maratón 3/4 Capitulo 34

POV Ana

Hoy es la cena, no se quien es el empresario, Christian no me hablo de el, tampoco quiere que tome notas, no entiendo para que quiere que este presente, al menos estaré con el y eso me hace feliz, en todo el día no lo he visto, me he sentido tentada a enviarle mensajes pero no quiero parecer desesperada o algo así, ayer durante la comida quise decirle lo que siento por el, creo que estoy a un paso de enamorarme, pero siento miedo de su reacción y no ser correspondida.
Aunque después de las cosas que ha hecho en este viaje me hacen ver otro lado de Christian, un lado más romántico, más entregado, el paseo en el planeador fue espectacular, me encantó, el simple hecho de que haga algo así me emociona.

Son las 2 así que voy a comprar un vestido para hoy, tengo gusto así que no necesito asesora, en la tienda veo muchos vestidos pero ninguno que llame mi atención, voy a otra tienda y busco... Busco... Hasta qué encuentro uno que llama mi atención, color rojo, con detalles color plata, espalda descubierta y tirantes hasta la cintura es simplemente hermoso, me lo pruebo y me queda perfecto. Lo compro, el precio no me impresiona mucho pues con mi trabajo en Grey House gano bien, demasiado bien diría yo. Elijo zapatos que combinen, son color plata de tiras con perlitas color rojas, son lindos.

Me voy a la habitación, me doy un baño, no se por que razón quise depilarme, pero quiero estar perfecta.
Son las 5:30 así que mejor empiezo a prepararme, seco mi cabello, lo cepillo y queda muy bien, me peino en una cola de caballo algo baja, con mi flequillo cubriendo mi frente, maquillo mis ojos con un ahumado que resalta el azul de mis ojos, rímel, mis labios de un color rojo no muy llamativo, me veo bien, coloco mi vestido y zapatos y listo me veo fabulosa no puedo negarlo, elegí muy bien.

Ya son las 6:45, Taylor esta por llegar, doy mis últimos toques, dentro de una cartera pequeña de mano color roja con brillitos puse mi teléfono, y llaves. Ahora si estoy lista............ Tocan la puerta, por dios, ya es hora, siento nervios. Abro y ahí esta Taylor muy formal como siempre.

-Ana, esta lista- me dice Taylor, por fin

-Lista Taylor- le sonrío y salgo cerrando mi habitación. En el camino siento nervios, no se por que extraño la cadenita de Christian, no iba con este atuendo así que decidí dejarla pero la extraño.

-Llegamos Ana- dice Taylor al estacionarse frente a un restaurante muy lujoso. Entramos y Taylor me dirige a un reservado, toca la puerta y enseguida la abre un camarero.

-Buenas noches señorita.- dice el camarero abriéndome espacio para que pase, camino por un pasillo lleno de velas y pétalos de rosa, es todo muy hermoso, inmediatamente pienso en porque esta arreglado así para un empresario pero mi subconsciente baja sus gafas de media luna y me lanza una mirada que me hace darme cuenta que es todo por mi. Al llegar al final del pasillo esta el, tan elegante con un traje negro, camisa blanca y pajarita negra, su pelo peinado hacia un lado, simplemente bello. Todo un dios griego oh Christian si supieras.

-Buenas noches Anastasia,- dice acercándose a mi, tomándome de la mano y besando mis nudillos.- déjame decirte que estas totalmente hermosa.-

-Hola Christian, tu luces perfectamente guapo.- digo nerviosa no se por que lo estoy.

-Quiero que sepas que organice esta cena solo para los 2, necesitamos hablar Ana.-

-Si ya veo.-

-Nos sentamos?- dice en tono serio. Me pregunto de que querrá hablar.
Yo solo asiento, el me retira una silla y yo me siento con tranquilidad.

-Que tal tu día Ana?-

-Fabuloso Christian, y el tuyo?-

-No fue nada entretenido pero esta mejorando- dice sin apartar su vista de mi. Me sonrojo escandalosamente.
- Ordenamos?- pregunta.

-Me parece bien- digo sonriente. La cena transcurre muy bien, muy tranquila, hablamos de muchas cosas. Hasta qué decido preguntarle algo que me da vueltas en la cabeza.

-Christian porque me presentaste como tu novia ayer?-

-Ana, como querías que lo hiciera? como mi asistente?-

-Eso es lo que soy Christian!- digo alzando una ceja.

-Lo se y es algo que no me agrada totalmente.- dice frunciendo los labios.- Ya que tocas ese tema, recuerdo el principal objetivo de esta velada, Anastasia, desde que te vi has hecho cambiar muchas cosas en mi, hay algo en ti que me atrae mucho, no puedo alejarme de ti, ya no soporto ir a mi oficina y que estés ahí y sólo verte, Nesecito más, quiero poder besarte a la hora que desee, poder decirte las cosas que deseo.- no puedo evitar verlo, no puedo creer lo que me esta diciendo.

-Anastasia la primera vez que intente ser franco contigo te fuistes y no te vi por cuatro largos días, los más horribles para mi. Hoy quiero intentarlo por segunda vez pero quiero que me prometas que no te iras.- dice poniéndose de pie e invitándome a levantarme con el.

-Lo prometo- y se que lo cumpliré pues no creo que haya algo que me haga dejar a Christian de nuevo.

-Ana yo nunca he hecho algo así, pero deseo hacerlo contigo. Quieres ser mi novia?- dice tomando mi cintura y acercándome a el.

-Si Christian si quiero- digo con una sonrisa que casi parte mi rostro. Me da un suave beso en los labios.

-Tengo algo para ti- dice llevando una mano al bolsillo interior de su americana.- Espero te guste tanto como a mi.-
Es una cajita roja larga, la abro y dentro hay un brazalete con 3 dijes, el primero es una flor con brillitos muy linda, el segundo un planeador en miniatura y el tercero es un corazón.

-Oh Christian es hermoso!.
El me besa y yo le correspondo sin problema, es un beso suave como si temiese romperme, un beso profundo lleno de pasión, casi hasta podría jurar que siento amor en ese beso, al menos de mi parte pero no se de parte de el. Nos separamos jadeantes, el me ve directo a los ojos, yo no aparto mi vista, es azul contra gris, es como si nos dijéramos cosas con la mirada y se que ambos pensamos en lo mismo. Yo se lo que quiero y lo quiero con el. Muerdo mi labio y su mirada se oscurece. El se pega aún más a mi y siento su erección saltar de su pantalón.

-No te muerdas el labio, esto es lo que me provocas.- me dice en un susurro pegado a mi oreja, lo que me estremece y envía una señal deliciosa a mi entrepierna.

-Esa es la idea- le digo mordiendo mi labio nuevamente.

-Eso es lo que quieres?- pregunta besando mi oreja.

-Si lo quiero.!- Respondo tímidamente, el tiende su mano y nos dirigimos afuera del restaurante donde esta Taylor. Quien nos lleva al hotel. Creo que mi noche será mejor de lo que pensé.