Christian Grey... Cambie todo por flores y corazones.

Capitulo 44

POV Ana

La cena esta bastante animada. Me encanta, aunque se que Christian esta muy tenso y es por la presencia de esa señora, nesecito saber que pasa.
Nesecito ir al tocador, y no se porque Christian quiere ir conmigo, eso es extraño en algún sentido pero me gusta de alguna manera que no me deje sola.
Llego a los baños portátiles y vaya que hay muchos, entro a uno de ellos y vaya que son amplios, es un baño común pero muy espacioso. Hago lo que tengo que hacer, cuando salgo esta esa señora de pie frente a la puerta del retrete, y me ve de pies a cabeza, yo la ignoro y me dirijo al lava manos. Hasta qué empieza a hablar.

-Asi que tu eres la famosa Ana.- dice en tono molesto pero riéndose.

-No se que tan famosa seré, peo si soy Ana- le digo en el mismo tono.

-Sabes, me he preguntado desde que te vi por primera vez esta noche, en que situación estas con Christian?- dice colocando un dedo en su barbilla.

-Y porque una señora como usted siente tanta curiosidad por la relación que cabe destacar no le incumbe, tenga yo con Christian?- digo volteando y quedando frente a frente.

-Pues si me incumbe, soy una muy buena amiga suya, se lo que necesita, y créeme tu no eres lo que necesita.-

-Y porque usted Señora esta tan segura de eso?- digo resaltando la palabra señora. No me intimida esta anciana y se lo haré saber.

-Querida Christian no te ha contado de lo que es el? No te ha dicho de su oscuro mundo? Un mundo donde las tontitas como tu no caben, tu no te has visto en un espejo? Christian merece alguien que le de lo que necesita.- mierda, quien demonios se cree esta señora.

-Mire señora 3 cosas:- le digo levantando mis 3 dedos y en tono amenazante y tranquilo.- 1. Se todo lo que tengo que saber de Christian y nada de lo que usted pueda decirme me sorprendería. 2. No me impronta que tan "oscuro" se el pasado de Christian, y créame de darme por enterada me importaría una mierda.
3. Me veo en un espejo todos los días, se lo que soy y como luzco y tengo muy buen concepto de ello, y si tengo lugar en el mundo de Christian, de hecho podría decirle que SOY TODO SU MUNDO, a diferencia de usted, una señora mucho mayor que todos acá, pensando que es joven y tiene el derecho de hablar como se le de la gana, creo que quien debería verse en un espejo es usted. Así que le advierto, no me importa que tipo de amistad tenga con Christian y que tanto sepa de el, pero conmigo no se meta.- tomo mi cartera y salgo del baño viendo como ella queda en shock por mis palabras. Maldita vieja estúpida, me arruino la noche. Que enojo siento.

Me dirijo a las mesas y veo venir a Christian, Nesecitos irme de acá así que le digo, quiero Estar sola pero el no me deja, y tendré que enfrentarlo hoy mismo en su apartamento.

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En el Escala

Entramos al apartamento y se que Christian esta molesto por mi silencio pero es mejor así, necesito algo fuerte.

-Algo de tomar Anastasia?- dice muy serio. Que bien, soy Anastasia cuando esta molesto, que bien!

-Si Christian- le digo sentandome en el sillón. Quito mis zapatos y entrecruzo mis piernas. Llega y me tiende una copa de vino blanco. Quiero estar calmada para no discutir pero se que no podré soportarlo.

-Me dirás que demonios te ocurrió en el tocador?- me quedo en silencio por unos segundos pero decido hablar.

-Christian podrías decirme que pasa entre tu y esa señora?-

-Fue ella? Lo sabía. Mierda!- dice molesto muy molesto!
Anastasia, es una historia muy larga y no se si quieras escucharla.

-Quiero Christian, quiero saber porque demonios esa señora viene a mi a decirme que no soy para ti, que no quepo en tu mundo. Así que Necesito escucharlo.- digo viéndolo fijamente a los ojos.
Se levanta y se quita la americana, afloja su corbata y se sienta.

-Anastasia, ella fue quien me introdujo en el mundo BDSM. Mis padres como castigo me enviaron a trabajar a cada de ella, yo era un joven muy problemático, ella era muy atractiva.....- cuando termina de explicarme como paso todo, que fue su sumiso por 7 años, que fue ella que lo ayudo a iniciar su imperio, siento un nudo en la garganta, siento asco de esa señora, es como si abusase de el. Pero entiendo por que ella se expresa así, Pues ella sabe más que yo de el.

-Di algo por favor- dice pasando una mano por su cabello.

-Tengo miedo- le digo acercándome a el.

-Miedo de que nena?- pregunta acercándome y sentandome en su regazo.

-De que esa señora tenga razón, de no ser para ti y tu oscuro mundo.- digo con una lágrima saliendo sin poder detenerla.

-Ana por dios, eres todo mi mundo, desde que te conocí no pienso más en practicar el BDSM, es como si tu eliminases todo el rencor que siento por dentro. Hay muchas cosas que no he podido contarte Ana, y es porque no quiero perderte, temo que tu te marches de nuevo.-

-Christian, quiero sabe todo de ti, no hoy, no mañana, pero algún día, no quiero tener otro enfrentamiento con esa señora sin saber que sucede. Y créeme nada de lo que puedas decirme me hará dejarte, nunca más.- le digo aún sabiendo que siento miedo por lo que pueda decirme, pero es la verdad mi amor por el es más grande que cualquier secreto.

-Te amo Ana, y yo mismo me asegúrare de que no vuelvas a tener una noche como la de hoy. Gracias por ser tan buena conmigo nena.- me dice dándome un suave beso en los labios, que se vuelve apasionado y necesitado, se levanta del sillón conmigo en su regazo, yo enrosco mis piernas en su cintura y me lleva a la habitación. Donde nos perdemos en nuestra burbuja, sólo el y yo, amandonos de manera única.