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04

De compras con Bieber, quien me lo iba a decir.
Conduzco mi coche por la carretera que separa a Malibu de Los Angeles y él va a mi lado de copiloto.
Lo observó de reojo, esta pensativo mirando por la ventana al mar que tenemos al lado.
Miro por el retrovisor en busca de algún coche lleno de fotógrafos que nos este siguiendo. Pero mi super plan de último momento aún funciona.
Le pedí a la chica que nos atendía en el restaurante que por favor pidiera las llaves de mi coche para así ser nosotros quienes vayan directamente a por el en el parking y así cuando salgamos nadie pensará que es Justin quien va dentro del auto y fue así exactamente como pasó.
Salimos tranquilamente del restaurante sin ninguna sospecha.
-Mil dólares por tus pensamientos- murmuro llamando su atención.
Noto como regresa su mirada a mi.
-Pienso en cómo termine dejando que una chica me lleve en su auto- responde y sonrió.
-Apuesto cualquier cosa a que no es la primera vez.
Niega con la cabeza y sonríe recordando algo.
La radio que suena de fondo nos obsequia una de mis canciones favoritas, "Dont wake me up" de Chris Brown, estoy a punto de acercar la mano para subir el volumen cuando Justin se me adelanta.
-Adoro esta canción- susurra sacando su teléfono.
Baja el cristal y enfoca toda la costa oeste cantando la canción junto a Chris.
-¿Qué haces?- pregunto intrigada.
-Subo un Snapchat- responde.
Oh, habla de esa aplicación que todo el mundo a comenzado a tener y que nunca me cree.
Regresa a mirarme y su sonrisa se elimina.
-¿No tienes Snapchat?- pregunta.
Niego con la cabeza y él me fulmina con la mirada.
-Dame tu teléfono, Hails- me ordena.
¿Hails? Que son esas confianzas, Bieber.
Lo ignoro.
-Hailey, hablo en serio, dame tu teléfono.
Por primera vez desde que lo conozco personalmente su voz me intimida.
-Esta en mi bolso- respondo.
Se gira y busca el bolso en los asientos traseros que es donde está, cuando da con el se lo lleva a las piernas y comienza a buscar.
Lo encuentra y me obliga a poner la huella para desbloquearlo, cuando ya lo tiene todo a su disposición guarda silencio.
Yo miro a la carretera intentando no pensar en todo lo que está pasando, pero es imposible, por si pienso en todas las especulaciones que deben de comenzar a crearse entorno a mi amistad con el chico que tengo al lado.
-Listo, ya tienes Snapchat- me informa su voz- ahora subiremos tu primera foto, sonríe- dice y le obedezco.
Segundos después deja mi teléfono en el bolso nuevamente y me mira.
-¿Qué?- pregunto algo incómoda.
-En realidad me llama mucho la atención tu forma de ser y de actuar, quiero saber más de ti.
Regreso a mirarlo confusa por sus palabras. El Justin a la defensiva a desaparecido.
-¿Qué quieres saber de mi?- pregunto.
-Todo, lo que todo el mundo sabe y lo que no saben también.
-Te responderé a todo con la condición de que tu también respondas a las mismas preguntas- le ofrezco, lo piensa por unos segundos y acepta.
De echo no es mala idea, quiero saber varias cosas acerca de él que nunca me habría atrevido a preguntarle y ahora tengo la oportunidad.
Y con el sol cayendo a nuestras espaldas, el mar acompañandonos y la música de fondo comenzamos nuestro juego de preguntas y respuestas.

Media hora más tarde llegamos al centro de Los Ángeles.
-¿Diseñador favorito?- pregunta
-Valentino- respondo mirando a los lados de la calle para poder girar.
Vamos camino al Plaza Mall, Justin me explico que se acerca el cumpleaños de su hermana y quiere comprarle algunos regalos.
-¿Crees en la vida después de la muerte?- me pregunta y no puedo evitar reír pero me pongo sería automáticamente cuando regreso a mirarlo.
-En cierta forma si, creo que volvemos a nacer pero que nunca recordamos nada de nuestra vida anterior. ¿Tu?
-Creo en la reencarnación- responde.
Interesante teoría.
-¿Bajo al parking?- pregunto a una cuadra de nuestro destino.
-Si, Patrick ya está abajo- responde.
Hago lo que me dice y al bajar por la rampa me detengo a recoger el ticket de la máquina, avanzó y veo a Patrick con tres hombres más a lo lejos.
-¿Qué querías ser cuando eras pequeña?
-Modelo- respondo y sonrió recordando mi logro.
Estaciono donde Patrick me indica y bajamos del auto.
-Nadie sabe aún que estas aquí, pero en cuanto subas dejará de ser un secreto, tienes una hora antes de que esto se vuelva en una locura- le dice Patrick a Justin y eso me abruma de cierta forma.
¿Antes de que se vuelva una locura? Esas palabras si asustan.
Justin asiente y caminamos dentro del centro comercial con los tres guardaespaldas detrás.
Justin lleva puesto un pantalón negro y una camiseta que dejan a la vista todos sus tatuajes, es muy obvio de quien se trata.
-¿Nunca te has disfrazado para poder salir a la calle sin ser acosado?- pregunto.
-Si, pero tarde o temprano se terminan dando cuenta.
Caminamos por los pasillos con la mirada de las personas que dejamos detrás, la gran mayoría saca su teléfono y hacen fotos y graban videos.
Yo intento sentirme de lo más normal, por que no es algo que no me haya ocurrido pero no se trata de la situación, si no de la persona que camina a mi lado.