© 《Acostúmbrate It ©

90

Siempre hay un momento en el día en el que me siento en el balcón de la habitación y agradezco por todo lo bueno, hoy es un agradecimiento especial al hombre que está a mi lado, rezando de la misma forma.
No soy de las mujeres que necesitan de un hombre para vivir pero maldición, agradezco cada día por ponerlo a él en mi vida.
Se podría decir que soy la persona más afortunada del planeta con tan sólo mirar a mi derecha y ver su hermoso perfil con los ojos cerrados.
Cuanto lo amo, cuanto lo vengo amando desde hace varios meses y cuanto lo voy a amar por el resto de mi vida.
Lo único que espero es que se quede a mi lado por siempre...

Llegamos a casa esta mañana y no tenemos nada de ganas de salir, después de pasar dos días increíbles y llenos de tranquilidad en un pueblo desconocido de Milán, terminaron descubriendonos.
Se filtró una foto de nosotros comiendo en un pequeño restaurante y todo se salió de control, con suerte logramos a apartar esa realidad y lo hicimos pasar por un rumor diciendo que la foto era antigua, bueno, nosotros no, de eso se encargaron nuestros asistentes.

-Cariño- me llama Justin.
A dejado de estar apoyado en la barandilla del balcón, ahora me mira erguido y con expectación -¿en que piensas?
-En nuestra bonita escapada que terminó en desastre- murmuro con una sonrisa.
-Tranquila, ya estamos en la tranquilidad de nuestra casa- responde estrechandome contra su cuerpo.
¿Nuestra?
Por un segundo siento millones de mariposas en el estómago al imaginar una vida con Justin completamente, pero todo se desvanece cuando...
-Tuya- se retracta.
-Podrías venir a vivir aquí en lo que empiezas la gira y encuentras una casa- comento algo nerviosa pero no me arrepiento de la idea.
Se separa de mi y me mira con ternura y miedo a la vez.
-No creo que sea buena idea- susurra rompiendo mis ilusiones al máximo.
No digo nada y él me observa esperando una respuesta que obviamente no va a llegar.
Entra a la habitación después de agarrar mi mano para llevarme con él, se sienta en la cama y me obliga a hacer lo mismo.
-No lo tomes a mal, mi vida- me pide acariciando mis nudillos y mirándome a los ojos- gracias por la invitación pero hacer eso sería asesinar nuestra relación poco a poco.
Miro sus ojos con cada palabra que dice y veo en ellos claramente los fantasmas del pasado.
-¿Experiencia?- pregunto.
-Exactamente- murmura apartando la mirada, cuando habla de su vida amorosa pasada jamás me mira a los ojos y prefiero que así sea, tengo miedo de encontrar rastros de amor aún presente en él- ese fue uno de los factores principales que me llevo a arruinar mi ex relación- comienza a contarme- ¿quieres que siga?
Asiento, ansiosa y masoquista.
-Cuando me fui a vivir con Selena al principio todo fue perfecto, como suele ser pero cuando pasan los meses, comienzan los problemas y te das cuenta que compartes absolutamente toda tu vida con alguien que no conoces del todo y que ella tampoco te conoce a ti te das cuenta de que es un error. Al final terminas hundido en la mierda que has creado en tu propio hogar y es un poco difícil salir de eso.
Me concentro en sus palabras y agradezco que haya dicho todo eso, tiene toda la razón ya que fue eso mismo lo que les ocurrió a mis padres, por eso ahora mamá huye y papá sufre.
-Lo entiendo- digo con ánimos- en todo caso te pido perdón yo por no pensar las cosas antes de decirlas.
-Para nada- responde besando mis labios rápidamente- se que lo hiciste pensando sólo en mi bienestar y amo eso así que gracias.
Fue exactamente por eso.
-¿Has hablado con ella?- susurro.
Justin regresa a mirarme exageradamente provocandome una sonrisa.
-¿Con Selena?
Asiento y el niega. Suspiro.
-Tampoco lo deseo, ella siempre será alguien importante en mi vida y todo eso pero ahora mismo estoy completamente feliz.
Lo miro con tan sólo amor, encantada.
-¿Tu nunca has vivido con alguna pareja?- pregunta curioso.
Ok, tema incómodo.
-Hailey, yo siempre hablo contigo de mis ex's, no te pongas tímida conmigo. No debes.
Me sonrojo un poco y si se da cuenta no dice nada.
-Jamás- respondo- mis relaciones nunca han sido tan intensas. Hasta ahora- admito haciendolo sonreír.
-Te amo- susurra alargando cada sílaba, deteniendo mi corazón.
Cuando está a punto de besarme su teléfono suena escandalosamente encima de la mesilla que tenemos detrás.
Él rueda los ojos molesto y se aparta para tomar su teléfono, cuando regresa veo la foto de Scooter en el fondo de la llamada.
-Debo responder- se disculpa lanzándose a la cama- Hola- saluda alegre.
-Te escucho feliz- dice la lejana voz de Scooter.
-Lo estoy- responde.
-Hola Hailey- murmura Scooter, giro y me doy cuenta de que Justin me está enfoncando con la cámara.
-Eres la razón de mi felicidad- me dice en explicación y yo muero de la vergüenza tapandome el rostro.
Justin vuelve a poner atención a su Mánager y yo los dejo en privacidad, saliendo de la habitación para ir a la de Robert.
Un día le pregunté a Justin que porque su teléfono no suena cada cinco minutos como lo hace el de Kendall y me explicó que el número que él maneja lo tienen sólo las personas cercanas, el de contactos lo lleva su asistente, eso explica muchas cosas. A diferencia de Justin, Kendall es la única que maneja su carrera, aparte de su madre.
-Hola- susurro a Robert.
-Pequeña- dice feliz sacándose los audífonos para darme su atención.
-¿Qué haces?- pregunto curiosa lanzandome a su cama.
-Estaba escuchando algunos covers- responde dejando su Mac a un lado para que yo pueda tumbarme encima de él.
Me abraza con cariño, besa mi cabeza y acaricia mis brazos.
-¿Y Justin?
-Atendiendo una llamada, ¿y Telana?- pregunto de igual forma y sonríe agarrando su teléfono.
-Debe de estar por llegar- dice verificando.
Disfruto de ese momento entre amigos cerrando los ojos mientras Robert mira sus notificaciones.
-¿Todo está bien?- me pregunta.
Estaba tardando en hacerlo.
-Perfecto- murmuro perezosa.
Doy un gran bostezo haciendo reír a Robert.
-No te deja descansar, eh- comenta- le doy un suave golpe avergonzada- eso es un si- se sigue burlando.
-Es bueno- admito gracias a los años y años de confianza con este chico.
-Eso ya lo sabía. Te escucho a distancia- bufa.
-¡Robert!- reclamo- no te pases.
Ríe abrazandome en señal de que todo es un juego y en ese abrazo lo muerdo como en los viejos tiempo.
-¡Hailey!- reclama dolido- !serás salvaje!- grita mirando su brazo.
Me levanto antes de que coja venganza y corro a la puerta.
-¡Oye!- me llama- vamos a salir a cenar, ¿os apuntais?- pregunta cuando me ve asomada por la puerta.
-Se lo voy a comentar y te aviso, las cosas están un poco locas entorno a él.
-Lo se, tengo Twitter- responde ofendido.
Camino de regreso a mi habitación riendo, al entrar encuentro a Justin completamente dormido. Mi ángel.
Me acerco metiendome con cuidado en la cama para no despertarlo y creo haberlo conseguido hasta que siento como rodea mi cuerpo con sus fuertes brazos.
-Te adoro- susurra suspirando en mi cuello.
Me aferro a sus brazos después de cerrar las ventanas con el control a distancia y me quedo profundamente dormida entre brazos llenos de tinta.