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Estoy en el baño principal quitandome la crema que puse sobre mi rostro hace quince minutos.
Mientras me miro en el espejo pienso en lo bonito que fue recibir el año con personas tan especiales y en un lugar tan mágico.
¿Qué va a pasar cuando lleguemos a un punto en el que las cosas ya no pueden continuar?
Ese pensamiento me eriza la piel y me obligo a mi misma a borrar aquello. No son preguntas que debo plantearme ahora mismo, no si quiero estar bien.
-Amor- digo mientras salgo de la habitación.
Justin duerme plácidamente y al escuchar mi voz se mueve en la cama.
Lo miro, hipnotizada por su belleza descomunal y sonrio por lo suertuda que soy.
Me apoyo en la pared a observar la playa cristalina que tenemos enfrente, una vista totalmente de ensueño.
-Esto es lo que quiero ver cada mañana por el resto de mi vida, claro que si- su voz me sorprende y cuando giro para mirarlo lo encuentro con la cámara en las manos, enfocandome.
Sonrió y me acerco a él, que me recibe con los brazos abiertos.
-¿Puedo preguntar porque eres tan hermosa?- susurra acariciando mi rostro.
-Por que tengo el novio más guapo del mundo- respondo peinando su cabello alborotado.
Besa mi clavícula dejando un camino húmedo y cuando termina me suelta el cabello haciendo caer mi cinta en el suelo.
-Me encanta tu cabello así- dice con una pequeña sonrisa.
-A mi me encantas tu, de cualquier forma- respondo besando sus labios.
Rueda los ojos y me deja sobre la cama para levantarse.
-¿Qué pasa?- pregunto confusa por su reacción.
Camina hasta el otro lado de la habitación donde toma una camiseta blanca y cubre su cuerpo desnudo.
-Justin- llamo.
-Estoy cansado de que siempre que digo algo para ti no sea suficiente, parece que jamás voy a poder quererte tanto como tu a mí, según tu- suelta dejándome helada.
Y como la persona más estúpida del planeta me rio antes lo dicho.
Justin me mira enarcando una ceja y niega para entrar al baño dejándome sola en la habitación, confundida e idiota.
Parece que se a despertado con el pie izquierdo.
-Cariño- entro despacio al baño, conozco a Justin y cuando está de esta forma odia que invadan su espacio vital.
Su cuerpo desnudo se refleja en la ducha de cristal, esta de espaldas y puedo apreciar sus tatuajes a la perfección. Se me seca la boca.
-¿Vas a escucharme o me ahorro hablar?- si no soy dura jamás dara su brazo a torcer.
Si algo tiene grande aparte de su talento es el orgullo.
Se gira y me mira indicandome que puedo continuar.
-No se que bicho te a picado pero quiero que sepas que todo lo que tu me dices, siempre me hace demasiado feliz, nunca respondi de la manera en la que tu lo viste, no se por que reaccionaste de esa forma, supongo que por algo que está pasando en ti de forma interna y aún no me has contado o no piensas hacerlo pero debes de saber que yo no tengo la culpa, yo estaré aquí siempre para escucharte y apoyarte pero no puedo hacer nada si no confías en mi. No es mi problema y lo se, pero tu mismo dijiste que estamos juntos en esto y me pone muy nerviosa cuando actuas de esta forma por que eres alguien difícil y a veces no se como actuar ante ti en estas ocasiones...- me quedo sin aire tras expulsar lo que tenía dentro aún que no he terminado- te quiero y quizás tu a mi no tanto pero no te voy a echar eso en cara jamás por que no soy así, a mi no me importa darte amor y todo lo Bueno que tengo en mi sin recibir nada a cambio y siento haberme reído pero sabes lo idiota que soy y que siempre arruinó los momentos, ya sean bonitos o serios... y se que es un cerebro grande que debo cambiar pero...
Sus labios sellan mis palabras.
-Hailey, calma- susurra cuando se separa- respira y deja de hablar- sonríe.
Su cuerpo aún gotea pero no me importa.
-Lo siento, ¿si?- bufa mirando el suelo.
Justin pidiendo disculpas, alguien grave esto.
-Es verdad que tengo muchas cosas en la cabeza que no te he dicho, no por que no quiera si no porque no quiero agobiarte con mi mierda.
Quiero hablar y no me deja.
-Ibas a decir que estamos juntos en esto, ¿no?- exactamente- se que lo estamos pero estas son nuestras vacaciones y no voy a arruinarlas, hoy estuve a punto y te pido disculpas a veces no se controlarlo y simplemente me comporto como un idiota, no quiero que cambies nada de ti por que te amo tal y como eres.
Lo miro a los ojos que son totalmente sinceros y apoyo mi rostro en su cálida mano.
-¿Me lo contarás al llegar a casa?
Asiente acercándose y sella esa promesa con un beso.